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El regalo sin remitente

El mensaje fue directo: un paquete sin remitente con un millón 579 mil pesos en efectivo para el recién estrenado delegado de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal.

Desde que el zacatecano llegó a la Delegación, abrió y le abrieron diversos frentes de choque: exhibió a los aviadores que están en la nómina delegacional, que llegan a checar y se van; empezó el retiro de ambulantes y fijó la meta de retirar a mil en los primeros cien días de gobierno, y tuvo roces con burócratas tras quitarles horas extras.

En resumen, agitó las aguas de la corrupción y ya empezó a tener respuesta.

"Señor delegado Monrreal (sic) no se meta en vía pública, quédese en su oficina. ¡Cuide mejor al chamaco!"
Advertencia escrita en una cartulina
"Que venga, lo reclamen (el dinero) y se los vamos a devolver. No soy delegado charolero, ni soy corrupto ni soy igual a todos"
Ricardo Monrealjefe delegacional
de la Cuauhtémoc
El director de Administración, Salvador Loyo, y la tesorera, Nancy Balderas, contaron los fajos e informaron de la cifra de poco más de un millón y medio de pesos

El mensaje fue directo: un paquete sin remitente con un millón 579 mil pesos en efectivo para el recién estrenado delegado de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal.

Desde que el zacatecano llegó a la Delegación, abrió y le abrieron diversos frentes de choque: exhibió a los aviadores que están en la nómina delegacional, que llegan a checar y se van; empezó el retiro de ambulantes y fijó la meta de retirar a mil en los primeros cien días de gobierno, y tuvo roces con burócratas tras quitarles horas extras.

En resumen, agitó las aguas de la corrupción y ya empezó a tener respuesta.

En conferencia de prensa anunció ayer que un misterioso mensajero se presentó ante su secretaria particular, a quien le entregó un paquete dirigido al jefe delegacional.

Una vez que se fue y que abrieron el “regalo”, se dieron cuenta que eran pacas de dinero en efectivo.

El director de Administración, Salvador Loyo, y la tesorera, Nancy Balderas, contaron los fajos e informaron de la cifra de poco más de un millón y medio de pesos.

Monreal dijo que no tiene claro quién lo envió, pero que en todo caso, si se trata de pagos por usar la vía pública por parte de líderes de ambulantes, el dinero tendrá que ingresar a las arcas de la Secretaría de Finanzas del GDF.

También abrió la posibilidad de que se trate de efectivo producto de extorsiones a establecimientos mercantiles, negocios e incluso a los ambulantes a cambio de permiso.

“Que venga, lo reclamen y se los vamos a devolver”, sentenció el delegado de Morena que gobierna el corazón de la capital del país.

Y luego lanzó: “No soy delegado charolero, ni soy corrupto ni soy igual a todos”.

Mantendrá retiro de ambulantes

El equipo de Ricardo Monreal tiene claro que en la delegación opera una red de supervisores de vía pública a quienes llaman “los reyes de la charola”, por exigir dinero a los ambulantes a cambio de autorizarles la colocación de puestos en diversas zonas de la vía pública.

Reporte Indigo documentó en el reportaje “Los reyes de la charola” que dichos supervisores se reparten las 20 zonas de la delegación Cuauhtémoc y permiten a discreción la proliferación de puestos a cambio de moches.

De acuerdo con los primeros relatos que algunos comerciantes hicieron al equipo de Monreal, existen algunos casos estridentes de enriquecimiento ilícito por parte de algunos supervisores, a quienes se les ha visto manejar ostentosos autos.

Apenas llegó, una de las instrucciones que señaló para los inspectores del área de Mercados y Vía Pública, fue que se dejara de extorsionar a los comerciantes, de lo contrario se les sacaría del trabajo de campo y en todo caso se iniciarían denuncias penales.

Los intereses en esa y otras áreas del gobierno delegacional son clave para el manejo de recursos, por eso presumen que el “regalito” del millón y medio de pesos en efectivo podría venir de alguno de estos grupos enquistados en la Cuauhtémoc, que han visto afectados sus intereses.

Más allá de intentar mantener a los supervisores bajo lupa, Monreal advirtió que continuarán los retiros masivos de ambulantes en la vía pública hasta alcanzar mil en los primeros cien días.

Y si el regalo provino de los ambulantes , ahí en la Cuauhtémoc las calles tienen nombre.

Por años los líderes han negociado con los gobiernos centrales para permitirles continuar con la venta de productos en la vía.

Como ejemplo está la persistencia de los líderes Miguel Galán, María Rosette, Alejandra Barrios y su hija Diana Barrios; Sofía Trejo, Ángel Lemus, los hermanos Jaimes y Mayolo Juan Martínez, entre otros.

Otro de los sectores sospechosos de haber enviado el paquete son los propietarios de establecimientos mercantiles o “giros negros”.

Ha trascendido que hacen una colecta de dinero para mandar el “niño”, o soborno, al delegado en turno y así establecer un pacto no escrito con las autoridades.

El zacatecano explicó que ya sabía de esa práctica por parte de los dueños de establecimientos, pero pensó que sólo se trataba de una leyenda urbana o mito.

Para sorpresas de muchos el paquete con el dinero llegó hasta su oficina con la promesa del mensajero de regresar al cabo de unos días para una respuesta, explicación o mensaje.

Lo amenazan y denuncia

Sin precisar la fecha, Ricardo Monreal dijo que presentaría una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) a fin de que se investiguen los hechos.

Y en caso de que el mensajero que llevó el “regalo” se atreva a regresar a su oficina, será presentado ante el Ministerio Público local.

Con esta sumarían dos las denuncias desde que arrancó la administración del zacatecano en la Cuauhtémoc.

La primera tiene que ver con algunos mensajes en cartulinas que se colocaron en el edificio delegacional con amenazas dirigidos a Monreal. 

“Delegado Monreal ya no le escarbe. No le haga al valiente. También se mueren delegados. El niño le hará mucha falta”, y “Señor delegado Monrreal (sic) no se meta en vía pública, quédese en su oficina. ¡Cuide mejor al chamaco!”, se leía en las cartulinas pegadas en pizarrones de la oficina delegacional.

El director jurídico y de gobierno, Pedro Pablo de Antuñano, interpuso la denuncia ante el Ministerio Público.

Sin embargo, cuando los peritos de la PGJDF acudieron ya habían sido retiradas, lo que entorpece la investigación.

 

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