El precio de la violencia

Las pérdidas económicas por los delitos cometidos en el país durante el año pasado se cuentan en billones de pesos, de acuerdo con el informe Índice de Paz México. Los más de 34 mil asesinatos registrados son los principales causantes de este quebranto
Laura Islas Laura Islas Publicado el
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La violencia en México cuesta y mucho.

Una de las principales causas son los homicidios. Por ejemplo, el asesinato de un joven de alrededor de 20 años detona una serie de impactos directos en la economía, explicó Carlos Juárez Cruz, director del Instituto para la Economía y la Paz (IEP).

“Hay que hacer un funeral, hay que tener policía para perseguir a los delincuentes o a los homicidas, hay que ponerlos en la cárcel, hay que pagar una serie de costos públicos y privados alrededor del fenómeno de manera directa inmediata”, dijo durante la presentación del informe Índice de Paz México 2019.

Ese año el nivel de paz en el país retrocedió un 4.9 por ciento y la razón principal fue el aumento del 14 por ciento en la tasa de homicidios

Sin embargo no son los únicos costos, pues también existen una serie de impactos indirectos que no necesariamente implican un desembolso por parte de alguien, pero tiene que ver con lo que la víctima iba a producir y a la economía a lo largo de su vida, señaló.

“Quizá le quedaban cuarenta o cincuenta años de vida económicamente productiva, esto nos lo perdemos, no podemos medir el talento de este muchacho, si iba a ser el próximo presidente, el próximo científico para nuestro país, pero lo que sí medimos es una productividad perdida”, dijo Juárez Cruz.

A esta situación se suma el efecto del miedo que muchas veces disuade planes como salir a tomar un café a esa zona o a comer e incluso cerrar negocios o cancelar proyectos que ya se tenían por extorsiones.

Tan solo en el 2018 la violencia tuvo un impacto económico de 5.16 billones de pesos, estimó el IEP en el informe presentado ayer.

Esta cantidad equivale al 24 por ciento del PIB y es un incremento del 10 por ciento comparado con el 2017, detalló Juárez Cruz.

“El principal factor son los homicidios. Ya no podemos medir el dolor ni la pérdida de talento, pero sí medimos la pérdida de productividad y todos los gastos que corren alrededor de los homicidios la violencia le costó a cada mexicano en 2018, 41 mil pesos per cápita.

“La pregunta aquí es ¿qué podríamos estar haciendo con esos discursos?”, cuestionó.

Esto es cinco veces el salario mensual promedio de un trabajador mexicano. Aunque el impacto económico por cada persona varía mucho de un estado a otro y va desde los 10 mil 808 pesos en Yucatán hasta los 83 mil 167 pesos en Colima, las cuales son las entidades con mejor y peor nivel de paz en México, respectivamente.

De acuerdo con el informe, el indicador que más contribuyó al impacto económico de la violencia en 2018 fueron los asesinatos, que significaron un costo de 2.63 billones de pesos en total, lo cual implicó un aumento del 15 por ciento en comparación con la cantidad de pérdidas económicas del 2017 referentes a este ilícito.

Además, nueve de cada diez víctimas de homicidio en el 2018 fueron hombres y un tercio de estas tenían entre 15 y 29 años de edad, es decir, en una edad económicamente productiva.

Juárez Cruz también mencionó que en México el nivel de inversión en seguridad interna y en el sistema judicial es muy bajo al ser solamente el 0.81 por ciento del PIB, en comparación con otros países integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como Colombia, Jamaica, El Salvador y Honduras.

En promedio Latinoamérica invierte más del doble en su sistema de seguridad y justicia, pues mientras México tiene 3 jueces por cada 100 mil habitantes, a nivel global hay 16 magistrados por esta misma cantidad de personas, explicó.

“Nuestra conclusión es que no solo México debe invertir más en justicia y seguridad y fortalecer a sus instituciones, sino que tenemos que invertir mucho mejor, con mucha más estrategia y con mayor inteligencia”
Carlos Juárez CruzDirector del Instituto para la Economía y la Paz

El peor año para la paz

El 2018 ha sido el peor año para la paz en México desde que se tiene registro.

Ese año el nivel de paz en el país retrocedió un 4.9 por ciento y la razón principal fue el aumento del 14 por ciento en la tasa de homicidios, la cual pasó de 24 a 27 víctimas por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con la sexta edición del Índice de Paz México 2019.

En 2018 el número de homicidios alcanzó niveles históricos altos al registrar más de 34 mil víctimas.

Aunque la paz mejoró en 10 estados, tuvo un retroceso en 22 entidades, lo que confirma que el 2018 ha sido el año más violento, señala el informe presentado ayer por el Instituto para la Economía y la Paz.

La violencia política fue otro factor que marcó el año pasado en el que se celebraron elecciones en gran parte del país al registrar un total de 850 agresiones y 175 asesinatos de candidatos y funcionarios, sobre todo en Guerrero y Oaxaca

El 81 por ciento de estos ataques se concentraron en los partidos de oposición y el 71 a nivel municipal, además de que la mayoría se registraron en estados donde destaca la presencia del crimen organizado.

Rocío Culebro, directora del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, dijo que los datos del informe son fundamentales para conocer lo que ocurre en materia de violencia y diseñar políticas públicas en materia de seguridad y derechos humanos.

La activista señaló la necesidad de tener mecanismos extraordinarios y una comisión de la verdad.

Mientras que Leonel Fernández, director de Fortalecimiento de la Sociedad Civil del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), dijo que este Índice de Paz tiene que ser una guía para poder describir qué políticas públicas llevar a cabo y cómo tomar mejores decisiones.

“¿Qué políticas públicas? Pues primero están todas las que tienen que ver con corrupción e impunidad. Generar más confianza, generar modelos de denuncia fácil, desarrollar capacidades de atención a las víctimas y que las víctimas se sientan atendidas”, dijo Fernández.

El integrante del ONC enfatizó que este informe es un diagnóstico que tiene que fungir de manera inicial para señalar el camino y trabajar al respecto.

“Este no es el mapa completo, este no es el diagnóstico completo pero sí es el que nos da las claves, así como el de los 35 elementos te dice dónde estás mal y a partir de ahí se generan más estudios este es lo mismo”, señaló.

El estudio empleó cinco indicadores para medir el nivel de paz que son tasa de homicidio, delitos con violencia, ilícitos cometidos con arma de fuego, cárcel sin sentencia y crímenes de la delincuencia organizada.

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