El pasadizo del Miravalle Palace

En el casino Miravalle Palace, donde el viernes detuvieron a 11 trabajadores por violar los sellos de clausura, construían un pasadizo trasero hacia el bar Cursilerías.

Es por ello que el Ayuntamiento también clausuró el Cursilerías, porque los obreros que trabajaban en la fachada del casino también estaban construyendo una puerta de acceso trasero.

De tal manera que si está clausurado el centro de apuestas, los clientes podrían ingresar por el Cursilerías para llegar por un acceso trasero al casino, que aparentaría estar cerrado por enfrente.

Hugo Gutiérrez Hugo Gutiérrez Publicado el
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En el casino Miravalle Palace, donde el viernes detuvieron a 11 trabajadores por violar los sellos de clausura, construían un pasadizo trasero hacia el bar Cursilerías.

Es por ello que el Ayuntamiento también clausuró el Cursilerías, porque los obreros que trabajaban en la fachada del casino también estaban construyendo una puerta de acceso trasero.

De tal manera que si está clausurado el centro de apuestas, los clientes podrían ingresar por el Cursilerías para llegar por un acceso trasero al casino, que aparentaría estar cerrado por enfrente.

En el lugar puede apreciar un boquete en la parte trasera del Cursilerías, que sería una puerta para poder transitar por ambos lugares.

Y es que luego de que Reporte Indigo publicó el viernes una fotografía donde se veía a obreros arreglando la fachada del casino clausurado, el Municipio de Monterrey hizo un operativo.

Al llegar los inspectores de Desarrollo Urbano apoyados por la Policía de Monterrey, observaron que adentro había varios trabajadores.

Los detuvieron y colocaron más sellos de clausura, pero ésta vez también en el bar Cursilerías.

En el Cursilerías se puede apreciar que estaban haciendo obras para conectar ambos locales.

Lo mismo que ocurrió en el trágico casino Royale, donde un negocio contiguo al terreno donde estaba el centro de apuestas, tenía una puerta para conectar ambos locales.

Ambos locales estaban en el terreno de Carlos Salinas, propietario del negocio de accesorios sanitarios que se conectaba con el Royale. 

El 27 de febrero el Ayuntamiento de Monterrey puso la muestra a los municipios del área metropolitana, como alguna vez lo hizo ya Mauricio Fernández en San Pedro.

El Municipio regio cerró de manera consecutiva 10 casinos que carecen de licencias municipales para operar en la ciudad.

La administración a cargo de la alcaldesa Margarita Arellanes efectuó un análisis a los expedientes de los centros de apuestas y detectó la falta de licencias de uso del suelo en los casinos clausurados.

Como resultado de las auditorías, funcionarios del Ayuntamiento clausuraron 10 centros de apuestas y coa locaron sellos dos más que ya estaban cerrados.

El operativo sorpresa se efectuó por inspectores de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología Municipal (SEDUE), a cargo de Brenda Sánchez.

Los casinos clausurados fueron el Foliatti, en la colonia Mitras Norte, las sucursales del Yak en Plaza Cumbres y Valle Oriente, y el Crystal Palace, ubicado sobre la avenida Revolución.

También se suspendieron tres sucursales del Caliente, ubicados en las avenidas Gonzalitos, Eugenio Garza Sada y Lázaro Cárdenas, así como el Casino 909, localizado sobre Constitución.

Además, el Crystal Palace de Revolución, el California Palace de la colonia Regina y el Miravalle Palace.

A raíz del operativo, los socios de casinos trataron de obtener una suspensión provisional, entre ellos el Miravalle Palace, pero no consiguió la suspensión.

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