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El PAN está de vuelta

El único partido político que puede proclamarse ganador de los comicios de este domingo 5 de junio es el PAN, que en el 2012 perdió la presidencia y quedó reducido a la tercera fuerza electoral.

El blanquiazul, se posiciona fuerte de cara a la elección presidencial del 2018.

Son 7 gubernaturas, de las 12 en disputa, en donde Acción Nacional se alza victorioso. En algunas los panistas acudieron solos a las urnas y en otras de la mano del PRD, lo que confirma también el acierto de las alianzas.

Los resultados para el PRI fueron mucho menores de los pronosticados. Solo salieron victoriosos en 5 estados

El único partido político que puede proclamarse ganador de los comicios de este domingo 5 de junio es el PAN, que en el 2012 perdió la presidencia y quedó reducido a la tercera fuerza electoral.

El blanquiazul, se posiciona fuerte de cara a la elección presidencial del 2018.

Son 7 gubernaturas, de las 12 en disputa, en donde Acción Nacional se alza victorioso. En algunas los panistas acudieron solos a las urnas y en otras de la mano del PRD, lo que confirma también el acierto de las alianzas.

A nivel particular, estos resultados son un triunfo para el joven presidente panista, Ricardo Anaya, que lo mete de lleno a la carrera por la candidatura presidencial.

Los estados donde el panismo habría ganado son Aguascalientes, Chihuahua, Tamaulipas y Puebla, donde acudió solo, además de Durango, Quintana Roo y Veracruz, con el PRD.

En Hidalgo se quedó lejos del candidato priista, Omar Fayad; en Oaxaca, la alianza PAN-PRD perdió la gubernatura que había ganado hace 6 años; en Sinaloa, Tlaxcala y Zacatecas, ésta en alianza, quedó en tercer lugar.

Sin embargo, el balance final para Acción Nacional es más que positivo, ya que constituye un hecho histórico e inédito, pues nunca había ganado más de 3 gubernaturas en una sola elección.

Los votantes castigaron al priismo por escándalos de corrupción, y los hechos violentos como el de los normalistas de Ayotzinapa.

Los resultados de este domingo colocan al PAN en una posición privilegiada para la próxima sucesión presidencial, donde cuentan ahora con mayores posibilidades de recuperar lo que perdieron en 2012, tras 12 años de gobernar al país.

Si el 2016 fue un ensayo para la elección de 2018, el PRI debería estar seriamente preocupado por el revés electoral, y el PAN motivado por el nuevo impulso que le dieron los votantes.

Los siete bastiones

De las 12 gubernaturas en disputa la más importante por el número potencial de electores, es la de Veracruz. Aunque el mandato será de apenas 2 años, es estratégicamente un bastión clave para la elección presidencial.

Con casi 6 millones de electores registrados en el padrón electoral, Veracruz está tan solo detrás del Estado de México y la Ciudad de México.

En este estado, el candidato de la alianza PAN-PRD, Miguel Ángel Yunes, es virtualmente el ganador de la contienda, superando a su primo, el priista Héctor Yunes y a Cuitláhuac García, de Morena.

Chihuahua, donde el panista Javier Corral se alzó con el triunfo, es un enclave de importancia histórica para Acción Nacional, pues fue ahí donde triunfó el panista Francisco Barrio en 1992, convirtiéndose en el segundo gobernador emanado del PAN.

Corral, que ya había competido por la gubernatura en 2004, se impuso por 7 puntos de diferencia sobre el priista Enrique Serrano.

En Puebla, la victoria fue para el panista Tony Gali Fayad quien se impuso con el 45 por ciento de los votos, superando a la priista Blanca Alcalá que alcanzó una votación de alrededor del 33 por ciento.

Estos resultados son un triunfo para el actual gobernador Moreno Valle, lo que le otorga un capital político importante para buscar la nominación panista en 2018.

En Tamaulipas, una de las entidades más violentas del territorio nacional, se vivirá la alternancia por primera vez en la historia, tras 86 años de gobierno priistas.

Además, el triunfo del candidato de la alianza PAN-PRD Francisco García Cabeza de Vaca fue con una diferencia de 15 puntos porcentuales, alcanzando el mayor porcentaje de votación para un  aspirante a gobernador con el 50 por ciento.

En Quintana Roo, la alianza PAN-PRD alcanzaría el triunfo con su candidato Carlos Joaquín, quien meses atrás habría abandonado las filas priistas, y de esta forma le arrebataría la gubernatura al partido en el que militó por 17 años.

Otro de los estados donde habrá alternancia por primera vez en la historia de nuestro país será Durango, donde el candidato de la coalición PAN-PRD, José Rosas Aispuro derrotó al priista Esteban Villegas por 6 puntos porcentuales.

Aguascalientes es el tercer estado que el PAN ganó solo, el candidato blanquiazul Martín Orozco se perfila como el próximo gobernador de la entidad, tras una cerrada contienda con la candidato del PRI, Lorena Martínez.

Plataforma 2018

Manlio Fabio Beltrones, presidente nacional del PRI, hizo una apuesta alta para estas elecciones, y aseguró que su partido se quedaría con 9 de las 12 gubernaturas en disputa.

Los resultados para el PRI fueron mucho menores de los pronosticados, pues solo salieron victoriosos en 5 estados.

El gran damnificado del PRI sería el propio Beltrones, quien, como principal responsable de la debacle, compromete sus posibilidades de convertirse en el candidato presidencial priista en 2018.

Por parte del PAN, los históricos resultados impulsan el proyecto de Ricardo Anaya de convertirse en el abanderado blanquiazul, para recuperar la presidencia que perdieron en 2012.

Con una coyuntura en donde el priismo no ha logrado recuperar la confianza ciudadana, el PAN sería el principal beneficiado de este descontento social, y la figura emergente de Anaya, arquitecto del triunfo panista, se suma con fuerza a la baraja panista.

Rafael Moreno Valle, que aseguró la continuidad panista en Puebla es otro aspirante que llegará con fuerza a 2018, sin embargo, no tendrá los reflectores de Anaya en estos dos años, por lo que podría llegar sin la fuerza necesaria.

Por parte del PRD, aunque ganó 4 gubernaturas en alianza con el PAN, no puede celebrarlas como triunfo propio, pues en 3 de esos estados, Durango, Tamaulipas y Veracruz, los abanderados fueron militantes panistas, además de un ex priista en Quintana Roo.

Agustín Basave puede tomar el crédito de ser el impulsor de las alianzas, lo que le permitió al PRD cierto éxito, sin embargo, lo cierto es que, sin la alianza con el PAN, difícilmente habría sobrevivido. Y el panorama para 2018 luce desalentador para el Sol Azteca.

Morena pudo competir en Veracruz y Zacatecas, y confirmó cierto crecimiento a nivel nacional, además de ser el ganador en la elección al constituyente en la Ciudad de México.

Andrés Manuel López Obrador será sin duda alguna el abanderado de este partido en 2018, buscando que la tercera sea la vencida, y es hasta ahora el mejor colocado por la campaña que ha mantenido por años y por la falta de definición de los demás partidos.

Sin embargo, los resultados del emergente partido no fueron los esperados, pues no lograron hacerse con ninguna gubernatura, por lo que su presencia fuera de la Ciudad de México, aún es testimonial.

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Derrota histórica en cuatro estados” Por Imelda García

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