El objetivo: asesinar a los diplomáticos

Las versiones ofrecidas por los policías federales respecto al ataque a la camioneta Toyota tripulada por dos estadounidenses y un marino causaron descontento en amplios círculos de las Fuerzas Armadas de México. 

Lo anterior porque tendrían amplias diferencias con la información recabada por fuentes de inteligencia militar.

Diferencias “irreconciliables”, que parten en dos a las instancias de seguridad del gobierno federal: por un lado se queda solo Genaro García Luna y su SSP, y por el otro, la suma de las instancias que conforman las Fuerzas Armadas.

Los balazos fueron disparados por unas 15 personas a menos de 10 metros, y dirigidos a matar, no a detener al vehículo

Las versiones ofrecidas por los policías federales respecto al ataque a la camioneta Toyota tripulada por dos estadounidenses y un marino causaron descontento en amplios círculos de las Fuerzas Armadas de México. 

Lo anterior porque tendrían amplias diferencias con la información recabada por fuentes de inteligencia militar.

Diferencias “irreconciliables”, que parten en dos a las instancias de seguridad del gobierno federal: por un lado se queda solo Genaro García Luna y su SSP, y por el otro, la suma de las instancias que conforman las Fuerzas Armadas.

Solo por mencionar un punto: el auto Nissan que la PF declaró venía escoltando a la Toyota, para las fuentes castrenses estaba trabajando en emboscar a la misma; era parte de los atacantes, no de los atacados.

Eran parte de la emboscada, como también lo fueron otros tres vehículos que describimos más abajo. Es decir sí hubo, indudablemente, una emboscada. Tal como lo aseguró la Embajada de Estados Unidos el viernes por la noche.

Los tripulantes de la Toyota no portaban armas, como lo aseguró la Semar en su momento, y no tuvieron más opción que permanecer al interior del vehículo afectado por la balacera. Esa era su única opción para sobrevivir.

Los balazos fueron disparados por unas 15 personas a menos de 10 metros, y dirigidos a matar, no a detener al vehículo. El ataque fue directo y contra los americanos, quienes ocupaban –los dos– los asientos delanteros.

Además, de acuerdo con esta información, grupos de sicarios trabajan en armonía con la Policía Federal fuera de todo protocolo y de toda ley. 

Fuentes confiables de inteligencia militar que investigan los hechos del viernes 24 revelaron en exclusiva a Reporte Indigo los resultados de su investigación.

Reporte Indigo tuvo acceso a una tarjeta informativa de inteligencia, en la que las cosas son descritas de una forma distinta a lo que se ha publicado en los medios de comunicación. 

El Reporte de Inteligencia Militar

Aquí las descripciones, dirigidas a los más altos mandos militares:

“En la camioneta (Toyota) de la Embajada iban dos americanos adelante, y uno de la Marina de México que iba atrás como intérprete y acompañante.

Se dirigían al Cerro de El Capulín, en Xalatlaco, Estado de México, a un campo de entrenamiento de infantes de Marina y campo de tiro.

No estaban buscando a nadie, sólo iban de observadores al campo.

De la carretera federal se salieron a una ranchería y de ahí a un camino de terracería, donde los empezó a seguir una Van de Dodge color verde, con unos tipos con armas largas, que les indicaron que se pararan.

Iba manejando uno de los americanos, el de la Marina iba atrás.

Se amarraron y más adelante se paró la Van, se bajaron dos con armas largas y les iban apuntando a la camioneta de la Embajada.

Todavía faltaba mucho para llegar al campo de la Marina.

Inició una maniobra evasiva la Toyota, echándose en reversa, giró y les empezaron a disparar.

Los dos que se habían bajado y que iniciaron los disparos, se regresaron a la Van para iniciar una persecución.

La Toyota más adelante se topó con un vehículo compacto, al parecer Nissan gris, que le estaba cerrando el camino, de donde se bajaron otros cuatro con armas largas y también les dispararon, uniéndose a la persecución de la Toyota.

Ya que venían de regreso en la ranchería estaban dos camionetas, una amarilla y una gris, que también estaban obstaculizando, y también traía gente con armas largas, la Toyota alcanzó a golpear la camioneta amarilla.

Al llegar a la gasolinera que estaba cerca del entronque con la carretera federal habían unos uniformados de seguridad privada, que al escuchar los disparos se escondieron, la Toyota entonces siguió hacia la carretera, donde estaba otro vehículo compacto con gente armada obstaculizando el camino.

Cabe señalar que hasta este momento todos los vehículos, los cinco, no eran patrullas ni mostraban ninguna marca de ninguna corporación.

A kilómetro y medio, ya en la carreta federal, por la cantidad de disparos que ya había recibido la Toyota, se paró.

Los vehículos los alcanzaron de inmediato.

Por el blindaje que traían, y dado que NO traían armas para defenderse se quedaron dentro del vehículo, era la única opción.

Se bajaron los agresores poniéndose a un costado de la camioneta Toyota, a unos diez metros, vaciando varios cargadores sobre la camioneta de la embajada, dirigiendo los disparos principalmente en el área de adelante, donde estaban los americanos, la parte de atrás estaba más polarizada.

Eran como 15 personas las que estaban disparando sobre la camioneta diplomática.

El blindaje comenzó a ceder, por lo que empezaron a herir a los americanos.

Llegaron tres unidades de la policía federal, dos patrullas y una camioneta.

Los agresores solamente dejaron de disparar, pero seguían apuntando.

Se acercaron policías federales y se mezclaron entre los agresores, también apuntando a la camioneta.

Se aproximó un federal, y desde adentro le gritaron que eran diplomáticos y uno de la Marina; el federal dijo una clave y los agresores y los policías bajaron las armas.

Los subieron a una patrulla para acercarlos a una ambulancia que ya venía en camino, se los llevaron a un hospital de Cuernavaca”.

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