Grupos de activistas y defensores de derechos humanos de la comunidad se han pronunciado en contra de la forma en que se organiza y conduce la marcha LGBT. Foto: Especial

El negocio del ‘arcoíris’ en la Marcha del Orgullo Gay

Los conflictos entre los comités encargados de organizar la Marcha del Orgullo aumentaron debido a la falta de transparencia en los recursos recibidos y en la manera que el dinero se gasta; exigen que se fijen reglas claras para evitar malentendidos

Los comités responsables de la Marcha del Orgullo Gay a realizarse en junio próximo están enfrascados en una pelea interna por la organización de la marcha, el discurso que se promueve y hasta cuestiones de transparencia respecto a los recursos que se obtienen por la venta de espacios publicitarios a marcas y empresas.

Una de las principales diferencias que han agudizado el encono entre los integrantes de los comités organizadores es debido a los ingresos económicos que perciben por la participación de carros alegóricos que desfilan. Alegan que se lucra con la bandera LGBT y se deja a un lado la verdadera causa del movimiento.

El desfile de este tipo de vehículos se ha vuelto una constante en los últimos años, por lo que en la Marcha del Orgullo LGBT+2023 en la Ciudad de México han solicitado que se transparenten los recursos, ya que en ediciones anteriores no se sabe quién o quiénes fueron los beneficiarios de este tipo de contratación.

La venta de espacios comerciales en los vehículos que circulan por avenida Paseo de la Reforma, uno de los principales corredores financieros en la capital del país, van desde los ocho mil hasta los 100 mil pesos, según denuncias de activistas de la comunidad que han realizado en los últimos meses.

“RO Banda”, cofundador de la asociación civil La Tribu —organización dedicada a la defensa de los derechos de personas con VIH— señaló que en esta edición buscan que exista un control más estricto en el uso de los automotores. Reconoció que el año pasado se desbordó el número de vehículos y hubo caos.

El activista confirmó que la meta es encontrar un equilibrio entre todos los comités y se disipe la idea que se lucra con el espacio público, como sucede con este tipo de vehículos que forman parte de la marcha con diferentes temáticas y también con varias marcas.

Hasta el momento, los principales comités encargados de la organización y promoción de la Marcha del Orgullo son: Gay Pride, Orgullo y Dignidad y el denominado Marcha LGBTQ, quienes se encuentran principalmente al frente de esta manifestación.

Mientras tanto, Cristian Galarza, encargado de comunicación social de Gay Pride Comunidad LGBTIQ, confirmó que existe una disputa al interior de los comités desde hace años por motivos económicos, políticos y de activismo que han generado diversos reproches de líderes de la comunidad.

“Existe un conflicto entre los comités por diferentes razones desde hace tiempo. Hubo un control hegemónico por diez años de un solo grupo organizador y ahora existe más apertura con más comités, aunque también hay señalamientos de todo tipo que han generado un debate de cómo se debe de conducir la marcha y qué discurso fomentar”, sostuvo.

En entrevista con Reporte Índigo, Galarza afirmó que es falso el presunto cobro de cuotas económicas a patrocinadores y marcas por parte del comité que participa. Aseguró que únicamente se llegan a solicitar donativos para cubrir gastos de la marcha, los cuales no superan los tres mil pesos.

“Se asignan los lugares de los automotores y cada comité designa su uso bajo su criterio, Nosotros lo que hemos hecho es pedir solo una cooperación simbólica para sacar los gastos que se tienen que cubrir para pagar a la gente que participa en este espectáculo y la logística a realizar”, precisó.

El uso de carros alegóricos, patrocinados por marcas, es cada vez más constante en la Marcha del Orgullo. Foto: Especial
El uso de carros alegóricos, patrocinados por marcas, es cada vez más constante en la Marcha del Orgullo. Foto: Especial

¿Se perdió el rumbo?

Grupos de activistas y defensores de derechos humanos de la comunidad se han pronunciado en contra de la forma en que se organiza y conduce la marcha LGBT, la cual califican de tener un sello que se ha tergiversado en fechas recientes.

Ven incluso necesario reorientar el discurso que se lleva en cada manifestación y evitar prácticas irregulares por los representantes de la organización.

Para Adrián Garfias, productor y empresario de la comunidad LGBT, es necesario que se fijen reglas claras para evitar un derroche de recursos o se preste a malentendidos sobre la organización de la marcha.

Esto porque, agregó, a lo largo de los años, varios grupos organizadores se han negado a abrir la contabilidad y soltar el control de la dirigencia que representa a este sector de la población.

Incluso alertó que varios grupos políticos se han montado en la marcha para sacar “raja política”, así como líderes sociales y activistas se han beneficiado del dinero que ingresa para el desfile, el cual no saben en qué se gasta y cómo se administra.

“La carga simbólica que representa para la comunidad LGBT desfilar sobre Paseo de la Reforma es un logro histórico; sin embargo, se ha perdido el discurso y se olvidó el mensaje de inclusión y demanda que exigen desde hace décadas”, refirió.

Alonso Hernández, del Comité Histórico de la Marcha del Orgullo reconoce un abuso de la manifestación y pone como ejemplo la promoción electoral y hasta grupos empresariales que han tomado la bandera arcoíris para beneficio propio por encima de los movimientos sociales.

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