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El Golfo no cabe en el Topo Chico

Bodegas, celdas de visitas conyugales o hasta la perrera, sí donde guardan a los perros que olfatean las drogas, son recintos improvisados como celdas en el Topo Chico.

Esto, para que la sobrepoblación penitenciaria que se identifica con Los Zetas no agreda a los integrantes de otros cárteles, principalmente los de El Golfo.

Es un grave problema que enfrentan las autoridades estatales penitenciarias, porque muchas de las consignaciones judiciales son al Penal del Topo Chico, sin importar esta estrategia de separar a los reos de distintos grupos del crimen organizado.

Bodegas, celdas de visitas conyugales o hasta la perrera, sí donde guardan a los perros que olfatean las drogas, son recintos improvisados como celdas en el Topo Chico.

Esto, para que la sobrepoblación penitenciaria que se identifica con Los Zetas no agreda a los integrantes de otros cárteles, principalmente los de El Golfo.

Es un grave problema que enfrentan las autoridades estatales penitenciarias, porque muchas de las consignaciones judiciales son al Penal del Topo Chico, sin importar esta estrategia de separar a los reos de distintos grupos del crimen organizado.

En un recorrido por las instalaciones del Topo Chico, Reporte Indigo constató que después de al menos cuatro años en que las autoridades penitenciarias no podían ingresar a las instalaciones de esta prisión, ahora es posible.

Y esto es debido a las estrategias de la Comisaría de la Agencia de Administración Penitenciaria, que entre otras medidas, transfirió a varios cabecillas que controlaban el penal y dividió a los integrantes de los cárteles.

Durante el recorrido pudo observarse cómo la perrera, que está en los puestos de revisión y que es donde guardan a los sabuesos de las drogas, estaba ocupada por varios hombres esposados.

Todos ellos, presuntos integrantes del Cártel del Golfo, pero que según los propios custodios, no pueden ingresar a las áreas comunes del Topo Chico porque podrían ser asesinados. 

Además, la única cárcel femenil en Nuevo León está en Topo Chico.

Y este también es un gran problema de vida o muerte porque no puede recibir mujeres del Cártel del Golfo o de otra organización que no sea de Los Zetas.

Este conflicto obliga a las autoridades penitenciarias del estado a realizar malabares para ocultar a las mujeres que pertenecen principalmente al Cártel del Golfo, porque si las dejan entre las demás pueden ser asesinadas.

Con los hombres, si son de algún cártel distinto a Los Zetas, la comisaría de la Agencia de Administración Penitenciaria los envía a Cadereyta o a Apodaca, donde hay mayores controles para separar a los reos.

Pero en el caso de las mujeres no hay más.

La única prisión está en el Topo Chico.

Por ello es que actualmente hay cerca de 30 mujeres identificadas por las autoridades como integrantes de El Golfo, que purgan su proceso penal o su sentencia en celdas improvisadas del Topo Chico.

Incluso, hubo un intento del Estado por adaptar una prisión para mujeres en la penitenciaría de Cadereyta.

Pero al ver el reclamo de las familias de las prisioneras, las propias autoridades cambiaron de estrategia por una razón muy clara.

El argumento de los familiares de las reclusas fue muy claro y otra vez implicó la guerra de cárteles de la droga.

Porque el avance de El Golfo desde Los Ramones hacia Monterrey, pasa por Cadereyta.

Entonces, si las prisioneras fueran trasladadas hacia allá, cuando el Cártel del Golfo conociera esa transferencia seguramente atacaría a los parientes de las reclusas en la carretera entre Monterrey y Cadereyta.

Esto obligó a las autoridades penitenciarias a cambiar su decisión.

Por ello ahora están construyendo un muro que divida a las mujeres de los hombres en el Topo Chico, para buscar alternativas de dónde poder ocultar a las mujeres de El Golfo.

El Asedio de ‘El Golfo’ 

El conocer la distribución de los cárteles de la droga en las penitenciarías provocó que la mayoría de los ataques del exterior hacia el Penal del Topo Chico fueran perpetrados por El Golfo.

Como el ocurrido el 4 de agosto del año pasado, cuando en unos cuantos segundos los pistoleros de ese cártel dispararon ráfagas que dejaron unos 350 casquillos sobre el pavimento.

Reporte Indigo tuvo acceso al video de una de las cámaras de seguridad, que muestra cómo un convoy armado de al menos seis vehículos llega y dispara contra el lugar donde construían la puerta para clausurar el acceso a la puerta del Topo Chico.

El comisario de la Agencia de Administración Penitenciaria, Fernando Domínguez Jaramillo, explicó que cuando empezaron el cierre de la calle Capitán Domene, que divide al palacio de Justicia y la puerta del penal, El Golfo atacó justo donde estaban clausurando la vía.

Y es que en esta calle había acceso a las puertas del Topo Chico, pero además una serie de puestos de comidas donde se escondía mercancía ilegal, como drogas, para que luego visitantes al penal trataran de introducirla a cambio de dinero.

Por ello, cuando buscan cerrar, El Golfo intentó “calentar la plaza” con ráfagas que apenas durante 1 minuto 40 segundos dejaron cerca de 350 casquillos.

En el video puede apreciarse como una decena de civiles apenas escapan a ser blanco de los balazos.

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