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‘El funeral’ a la Línea 12

La senadora Mariana Gómez del Campo tuvo una lúgubre ocurrencia. 

A la sobrina del expresidente Felipe Calderón se le ocurrió vestirse de negro y representar un funeral frente a las oficinas del Proyecto Metro del Distrito Federal, que se localizan afuera de la estación Zapata del metro.

La senadora Gómez del Campo y algunos acompañantes ‘conmemoraron’ los seis meses del cierre parcial de la Línea 12 Tláhuac –Mixcoac, cerrada por desperfectos que ponían en riesgo la seguridad de los usuarios.

La exposición de ICA intenta dejar en claro que todo lo construyó con base en la ingeniería básica que solicitó el Proyecto Metro
La senadora se sumó a quienes señalan la falta de mantenimiento  de las autoridades actuales como la causa de las fallas en la Línea 12
http://youtu.be/EOpHYo5eD4I

La senadora Mariana Gómez del Campo tuvo una lúgubre ocurrencia. 

A la sobrina del expresidente Felipe Calderón se le ocurrió vestirse de negro y representar un funeral frente a las oficinas del Proyecto Metro del Distrito Federal, que se localizan afuera de la estación Zapata del metro.

La senadora Gómez del Campo y algunos acompañantes ‘conmemoraron’ los seis meses del cierre parcial de la Línea 12 Tláhuac –Mixcoac, cerrada por desperfectos que ponían en riesgo la seguridad de los usuarios.

Por eso, a seis meses que se tomó esa decisión que afecta a miles de capitalinos, la senadora y compañía acudieron a instalar una ofrenda floral que retiraron del lugar luego de tomarse la foto.

Respecto al problema de la Línea 12, la senadora arropó la bandera de los marcelistas y de su compañero en el Senado, Mario Delgado, al señalar que el origen de las fallas de la Línea Dorada es la falta de mantenimiento y responsabiliza de ello al actual director del Metro, Joel Ortega Cuevas.

Durante el “funeral” de ayer, Gómez del Campo acusó a la administración del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, de no darle mantenimiento adecuado a la Línea Dorada.

Y pidió que las sanciones que impuso la Contraloría General del Distrito Federal a 33 exservidores públicos de la administración de Marcelo Ebrard Casaubón también alcancen a los miembros del actual sexenio.

Caminos opuestos 

Raro que la senadora apueste a este tipo de actos cuando podría aprovechar el cúmulo de expedientes que su compañero de partido, el diputado federal, Jorge Sotomayor, ha acumulado respecto a este problema.

El panista Sotomayor, pese a que ha sido desdeñado por compañeros de su partido, tomó desde hace años la causa de defender a los vecinos que se vieron afectados en sus casas o negocios por la construcción de la megaobra.

Luego, con papel en mano, enfrentó públicamente al senador Mario Delgado Carrillo, a quien la exigió cuentas claras en el tema de la adquisición de la compra de los 30 trenes de la Línea 12.

Lejos de eso, el grupo político de Mariana Gómez del Campo, como el diputado Fernando Rodríguez Doval y el exdirector de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, han fingido oídos sordos a las denuncias de su compañero y han prestado oídos a la versión del consorcio constructor.

ICA y los panistas

Como Reporte Indigo lo publicó en la edición “El mensajero de las constructoras”, el exdirector de la Conagua, José Luis Luege Tamargo, quien pertenece al grupo de Mariana, ha servido de puente para que las constructoras expongan su verdad sobre la Línea 12 con grupos de la vida pública

Reporte Indigo tuvo acceso al documento en el que ICA expuso su versión en aquella reunión que sostuvo con diputados del PAN en la Cámara de Diputados y de la Asamblea Legislativa.

La exposición de ICA intenta dejar en claro que todo lo que construyó fue con base en la ingeniería básica que solicitó el Proyecto Metro del Distrito Federal (PMDF), y se exculpa básicamente de la responsabilidad de haber construido curvas tan cerradas que hoy dificultan el paso del tren.

Explica que en las bases de licitación de 2008, el Proyecto Metro le habló de un tren compuesto por ocho vagones, cada uno de 17.85 metros, que en suma utilizaría 64 ruedas y tendría un largo de 151 metros. Al final, “alguien”, decidió que el tren actual, el que hoy circula y no cabe en la vía, fuera de 7 vagones, 56 ruedas y 140 metros de largo.

Porque, según detalla, el consorcio construyó la obra con base en la petición que se le hizo en las bases de licitación del 2008 una vez que el contrato principal número 8.07C001T.2.022 fue adjudicado a ICA, Carso y Alstom por un monto original de 17 mil 583 millones 500 mil pesos.

Así se avanzó en la construcción de una Línea de 25 kilómetros con 20 estaciones: dos superficiales, 9 elevadas y 9 subterráneas. La segunda línea del Metro de la Ciudad de México que utilizaría rodadura férrea, pero la primera con curvas con radio menor a 300 metros.

En ese punto Ingenieros Civiles analizan a detalle el caso de las curvas 11 y 12, las más críticas de la Línea 12 (tramo que dicho sea de paso construyó la empresa Carso de Carlos Slim); ambas tienen un radio de 200 metros y se encuentran en la estación Nopalera de la parte elevada, por lo que el tren realiza esfuerzos extraordinarios para circular.

Y argumenta que se construyeron así para afectar lo menos posible a los inmuebles que se encontraban en el trazo: “existen casos en el mundo operando con radios de curvatura de hasta 90 metros”.

En la parte final de la presentación de ICA, la constructora asegura que cuenta con 27 evidencias donde el Consorcio Línea 12 comunicó al STC y Proyecto Metro del DF la problemática del desgaste ondulatorio.

Ahí comenzó el pleito entre las constructoras y gobierno local por definir a quién le correspondía hacer frente a los gastos:

En este documento, que a claras luces es su defensa, la constructora precisa que el 3 de septiembre de 2013 el consorcio envió al STC y al contralor general del DF su posición respecto a la problemática en el sistema de vías provocado por el paso de los trenes.

Desde esas fechas, las constructoras y el gobierno se enfrascaron en un pleito por evitar asumir el costo de la responsabilidad, mientras, el problema avanzó hasta que la Línea 12 se cerró.

Así, y ante la complejidad del problema de Línea 12 que confronta a Marcelo Ebrard y a Miguel Ángel Mancera, y afecta la vida de miles que padecen para transportarse, a la senadora Gómez del Campo no se le ocurrió más que montar un circo.

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