Aunque las autoridades han ido avanzando y los Gobiernos cada vez apoyan más la innovación, aún faltan varios retos que enfrentar. Foto: Especial

El freno de la innovación y la ciencia en México

El médico Octavio García, especialista en innovación y pionero en diagnóstico molecular, platica con Reporte Índigo sobre los frenos que encuentran en el país científicos y universidades para desarrollar sus investigaciones y materializarlas para el beneficio de la población

El objetivo del doctor Octavio García es simple pero difícil de alcanzar: que la ciencia beneficie a todo aquel que lo necesite y de la forma más económica posible.

Durante la pandemia de COVID-19 su equipo a través de la Unidad Móvil de Genómica Avanzada Apolo llevó decenas de miles de pruebas para detectar la enfermedad en las comunidades más pobres y marginadas de México y ahora con NanoLuci busca replicar la hazaña pero ahora detectando otras enfermedades y virus como tuberculosis, VIH y VPH.

En entrevista con Reporte Índigo el médico platica sobre los procesos de innovación en México, las oportunidades, carencias y frenos, como la falta de coordinación con las autoridades y la especulación del mercado médico en el país.

Octavio García recuerda que cuando comenzó la pandemia de COVID-19 el sistema de salud en México, que ya estaba muy debilitado, colapsó, pero empresas como la de él lo fueron rescatando y ayudando a mitigar los efectos de la crisis.

“Cuando comenzó la pandemia todos los laboratorios y empresas que podían producir los ensayos de PCR, es decir, compañías extranjeras, recibieron órdenes de sus países para no vender a México porque querían surtir primero a sus propias economías.

“Entonces nosotros desde México comenzamos a hacer toda la investigación científica para desarrollar y manufacturar los kits para diagnosticar SARS-CoV-2. Todos los ensayos que se hicieron para detección de COVID durante los cuatro primeros meses de la pandemia, absolutamente todos los que se hicieron en México, salieron de la puerta de mi laboratorio y a un precio mucho más bajo de lo que después dieron los extranjeros”, recuerda.

Casos como el de él hicieron que cada vez más gobiernos y autoridades voltearan a ver la innovación y las soluciones que se producían desde casa, aunque todavía falta mucho camino por avanzar.

“Lo que estoy viendo que está sucediendo poco a poco es que cada vez se está volteando a ver a las soluciones que pueden generar desde casa y no tanto esperar a que nos llegue una solución de fuera.

“Este tipo de casos pueden seguir transformando, pero siempre y cuando se le siga apostando a la innovación, no solamente buscar un mejor precio, si no escuchar a los académicos, a la iniciativa privada mexicana. Ese es el gran cambio, se está buscando introducir la innovación como una constante en el sistema de salud”, agrega.

Los retos

El médico especialista en innovación señala que aunque las autoridades han ido avanzando y los Gobiernos cada vez apoyan más la innovación, aún faltan varios retos que enfrentar.

“Lo que hace falta es que haya un entendimiento de las autoridades respecto a lo que significa hacer innovación en este país, no significa crear startups y altas constitutivas solo para tener los números, eso no sirve de nada. Una patente es muy importante, pero una que está en el cajón no sirve de nada.

“Un ejemplo de esto es lo que pasa en Guanajuato, antes se impulsaba mucho la innovación, ahora solo es un slogan de marketing. Pero bueno, en general en México se están dando buenos pasos, muchas universidades y empresas ya presentan los productos y los Gobiernos los apoyan y entienden que los avances científicos tienen un uso”, apunta.

Finalmente, el científico pide que aumenten las redes entre investigadores, empresarios, universidades y autoridades, pero sin intermediarios ni especuladores.

“En México necesitamos una revolución científica. No se trata de tirar todo lo que existe, se trata de levantarnos como mexicanos que generamos ciencia y conectarnos directamente con quienes necesitan los beneficios de la ciencia. Es decir, conectarnos directamente para eliminar a los especuladores que están en medio .

“Lo único que hacen los especuladores es que lo que desarrollamos los científicos le suben el precio, especulan con ello y lo hacen más difícil de acceder para venderlo más caro y el paciente es al final el que sufre y padece las consecuencias”, concluye.

Sobre NanoLuci

Durante la Exhibición Innovación y Patentes Latinoamericanas del Science and Technology for Society Fórum 2023 que se llevó a cabo en la Secretaría de Relaciones Exteriores hace unos días el director y fundador del Instituto Traslacional de Singularidad Genómica (ITRASIG), y del Grupo T, Octavio García presentó su más reciente innovación.

NanoLuci es un pequeño gabinete del tamaño de una cafetera, que en tan solo nueve minutos y de forma sumamente sencilla, es decir, cualquier persona sin conocimiento científico la puede utilizar, realiza por sí sola una prueba de detección para diferentes enfermedades como tuberculosis, VIH, VPH o COVID-19, entre otras.

El dispositivo también puede ser utilizado en el sector agrícola en la detección oportuna de plagas en los cultivos.

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