La invasión de Rusia a Ucrania abrió las puertas a un nuevo conflicto internacional entre la nación más grande del mundo

El fantasma de una guerra revive entre Rusia y Ucrania

El conflicto armado entre Rusia y Ucrania, el cual difícilmente terminará con las sanciones impuestas por los países occidentales que integran el G7, amenaza no sólo la tranquilidad del Viejo Continente, pues sus implicaciones económicas afectarán a todo el mundo

El mundo está en alerta. La invasión de Rusia a Ucrania abrió las puertas a un nuevo conflicto internacional entre la nación más grande del mundo y diversos países occidentales.

Gobiernos como el de Alemania, Francia y Estados Unidos han condenado los ataques, e incluso impusieron sanciones económicas nunca antes vistas al gobierno del Kremlin, con las que pretenden desincentivar las acciones bélicas de Vladimir Putin, las cuales, por el momento han dejado un saldo de al menos 137 personas muertas y 100 mil desplazados.

En el discurso que emitió el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras reunirse de manera virtual con el resto de los líderes del G7: aseguró que una vez surtan efecto los castigos, Rusia no volverá a ser la misma en mucho tiempo, pues las consecuencias serán “devastadoras”

“Hoy estoy autorizando fuertes sanciones adicionales y nuevas limitaciones sobre lo que se puede exportar a Rusia, esto va a imponer un severo coste a la economía rusa tanto de forma inmediata como a lo largo del tiempo. Putin eligió la guerra. Ahora él y su país van a sufrir las consecuencias”, advirtió el primer mandatario norteamericano.

Principales sanciones contra Rusia

De acuerdo con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, las nuevas medidas afectan casi el 80 por ciento de los activos bancarios de Rusia. Entre ellos las dos mayores instituciones financieras del país: Sberbank y VTB Bank, a las que también se sumaron Otkritie, Novikombank y Sovcombank y sus filiales.

También se aplicaron prohibiciones de deuda y capital contra las principales entidades estatales y privadas de Rusia; sanciones contra las “élites” políticas y financieras y se limitó la capacidad de Rusia para hacer negocios en dólares, euros, libras y yenes.

De igual manera, Biden comunicó que Washington restringirá a mitad de las importaciones tecnológicas y al comercio de ciertas mercancías para prevenir la modernización de la industria rusa tanto militar como espacial.

Lección de historia

Sobre la invasión de Rusia a Ucrania y las sanciones en contra del gobierno de Vladimir Putin, Augusto Reynaud, internacionalista del Colmex y Maestro en Ciencia Política Y Gobierno por la Universidad De Tel Aviv, explica que históricamente este tipo de medidas nunca han funcionado con los regímenes autoritarios, tal es el caso de Venezuela, Corea del Norte o Irán.

“Me parece que las sanciones anunciadas por Biden caen dentro del terreno del claroscuro.

“Son necesarias pero insuficientes. Por sí mismas difícilmente alcanzarán para cambiar el curso de acción de un régimen que tiene el control central y cuasi monopolio del poder público: prensa, Poder Legislativo, Judicial, fuerzas de seguridad, etc”.

Para que las sanciones funcionen, dice el experto en la materia, deben ir acompañadas de otro tipo de medidas coercitivas.

“Algunas consecuencias adicionales a los castigos económicos serían: las diplomáticas, es decir, el retiro de embajadores, expulsión de foros y organismos financieros globales.

“También están las militares: un aumento claro y permanente de apoyo militar a los países fronterizos y regionales para mejorar sus capacidades de disuasión (países bálticos, Hungría, Polonia, República Checa) y acelerar el ingreso de Finlandia a la OTAN.

“Otras consecuencias importantes serían restricciones a los medios internacionales de propaganda oficial financiados por el estado Ruso”.

Por otra parte, Augusto Reynaud asegura que no se puede pasar por alto el caso de Crimea, un evento que sin duda repercutió en la reciente invasión orquestada por el Kremlin a su país vecino del Este.

“En realidad la invasión que inició ayer se gestó desde 2014 con la anexión de este territorio ucraniano de manera ilegal a Rusia.

“Sin embargo, en ese momento no hubo suficiente contundencia para poner un alto a Putin con sanciones económicas y finalmente ahora lo que vemos es a un Putin envalentonado para dar este nuevo paso”.

Históricamente las sanciones económicas contra los regímenes autoritarios como el de Vladimir Putin no han servido para disuadirlos de cometer acciones bélicas o antidemocráticas, tal es el caso de Corea del Norte, Irán o Venezuela

Escalada de violencia

Mientras los principales países de Occidente intentan disuadir las acciones militares sin entrar en un conflicto armado directo, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, declaró que “nos han dejado solos”, ya que “no ve a nadie que esté dispuesto a combatir con Ucrania”.

El primer mandatario ucraniano, el cual busca ser destituido por Putin debido a sus acercamientos con la OTAN, lo que el gobierno ruso ha señalado reiteradamente como una amenaza a su seguridad nacional, también decretó una movilización general que afectará a las personas sometidas al “servicio militar obligatorio y a los reservistas” y estará en vigor durante 90 días.

Por su parte, Rusia consideró la jornada como “un éxito”, tras lograr en su primer día de ataque la destrucción de más de 80 objetivos de la infraestructura militar ucraniana, entre las que se encuentran 74 instalaciones militares de Ucrania, 11 bases aéreas, tres centros de mando, una base naval y ocho radares, de acuerdo con la agencia de noticias Reuters.

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