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El doctor milagroso

Aun cuando las elecciones del 7 de junio son solamente un trámite, él no se confía. Modesto, habla de esperar los tiempos para considerarse oficialmente presidente municipal de Tancítaro, pero todos saben que su fórmula arrasará en los comicios. 

Arturo Olivera Gutiérrez es algo más que un candidato en este proceso electoral, es el hombre que ha sido capaz de unificar a los irreconciliables PRI, PAN y PRD.

Olivera Gutiérrez ya fue alcalde de Tancítaro del 2000 al 2004. Fue candidato del PRI, aunque terminó gobernando con todos los partidos políticos, quienes reconocieron su liderazgo
"No soy yo, en realidad. Son los partidos que buscan la manera de acercarse más a la gente. La propuesta es clara, existe la intención de terminar con la división social que generan los partidos"
Arturo Olivera GutiérrezCandidato del PRI-PAN-PRD a la alcaldía de Tancítaro, Michoacán
"La ropa que trae una persona o el carro que usa, no la hacen ser de determinada forma. Son las personas las que determinan las conductas. Lo mismo pasa con los partidos políticos. No son los partidos los que han quedado mal con la gente, son algunas personas las que han actuado mal y con ello afectaron también a los partidos"
Arturo Olivera GutiérrezCandidato a la alcaldía de Tancítaro

Aun cuando las elecciones del 7 de junio son solamente un trámite, él no se confía. Modesto, habla de esperar los tiempos para considerarse oficialmente presidente municipal de Tancítaro, pero todos saben que su fórmula arrasará en los comicios. 

Arturo Olivera Gutiérrez es algo más que un candidato en este proceso electoral, es el hombre que ha sido capaz de unificar a los irreconciliables PRI, PAN y PRD.

En un municipio de Michoacán, del Michoacán que ha sido laboratorio para todo tipo de experimentos políticos, se gesta otra prueba de ensayo y error: todos los partidos antagónicos unidos en la persona de un solo hombre honesto, en espera de que se revitalice el desgastado sistema político mexicano o termine por desaparecer ante los liderazgos locales.

El hombre que ha logrado unir a los partidos no aspira a nada, o tal vez aspira a todo. Dice que su sueño es ver un municipio armónico en donde las decisiones las tome la gente, donde el poder esté al servicio de todos, donde el presidente municipal sea el primero en poner en ejemplo de orden y trasparencia.

El doctor Arturo Olivera Gutiérrez es el hombre que unió al PRI, PAN y PRD, y se apunta como el seguro ganador de la elección local del próximo domingo. Él sabe que el proceso es solo un trámite, pero –modesto como es- no quiere lanzar las campanas al aire. Quiere que las cosas sigan su curso normal. No hay prisa para llegar al poder. 

“Todavía pueden pasar muchas cosas en el día de la elección”, dice sin intentar polemizar. “Hay que esperar el resultado de la votación”. Pero él sabe que es un mero formulismo. La suma de los tres principales partidos le aseguran el triunfo político sobre sus contendientes, él los llama compañeros, de los partidos Morena, Verde Ecologista y Movimiento Ciudadano. 

Su caso es singular: es el único candidato a nivel nacional que en las próximas elecciones habrá de aparecer ante el electorado, en la papeleta de votaciones, como el abanderado de la izquierda, el centro y la derecha. En él confluyen todos los sentidos aspiracionales de los partidos Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática y Acción Nacional.

“La encomienda es difícil”, asegura, “pero la llevaré a cabo con el apoyo de la gente”. Sabe que la gente lo quiere.

¿Qué tiene el doctor Oliviera que ha sumado a los irreconciliables, entorno a su candidatura? 

La pregunta lo toma por sorpresa. La risa le gana. Se sonroja. No alcanza a encontrar las palabras para una respuesta rápida, pero se serena y toma el control. Habla elocuentemente. Su pensamiento lógico lo delata: “no soy yo, en realidad”, dice aun con la sonrisa a flor de labios,  “son los partidos que buscan la manera de acercarse más a la gente. La propuesta es clara, existe la intención de terminar con la división social que generan los partidos”.

Arturo Olivera Gutiérrez es un médico cirujano de Tancítaro, que rasa los 55 años de edad. Es casado y tiene dos niños. Vive de dar clases. Es maestro del bachillerato, esa es su actividad rentable. No vive de la medicina, aunque la ejerce y la ama. 

“Soy malo para cobrar”, dice como si confesara un pecado. “No tengo corazón para cobrar una consulta médica. Por eso mejor me dedico a dar clases. Nunca he vivido de mi verdadera profesión, aunque la ejerzo con mucha pasión todos los días”.

Y tan así ejerce su profesión el doctor Oliviera que su casa, en donde asentó desde hace años su consultorio, siempre hay pacientes por atender. Termina la consulta y los despide con amabilidad. A veces hasta de su bolsa saca para que el paciente se ayude y compre algo de comida. Dice que puede contar con los dedos de su mano las veces que ha cobrado la consulta, porque eso le cuesta mucho. Le duele la pobreza de la gente. 

Un caso único

No le incomoda ser el candidato de unidad de los tres partidos políticos más cuestionados en México. Aceptó integrar una propuesta de gobierno en donde confluyan lo mejor de cada uno de los disímbolos institutos políticos.

Y es que esa es la historia de su vida. En su casa han confluido lo mejor de las ideologías de izquierda y de derecha. Su madre, doña Carmen, proveniente de una familia religiosa, con cuatro hermanos sacerdotes y un mártir cristero, le inculcó los valores morales. Su padre, don Edmundo, de familia revolucionaria, le enseñó a velar por los demás, a darse por los que menos tienen. 

Él dice que no tiene formación política, pero el humanismo él lo encarna en persona. Por eso cuando en octubre del 2014 las dirigencias locales del PRI, PAN y PRD acordaron no lacerar más a la población con una campaña política divisoria, el primer nombre a considerar, para unificar a los población dividida por la violencia generada por el crimen organizado en esa localidad, fue el doctor Oliviera.

Los otros partidos no se sumaron porque ese tiempo no tenían representación ni dirigencia en esa localidad. “Yo creo que fue la necesidad de vivir en paz”, explica el doctor Oliviera, “lo que llevó a los tres partidos a buscar un candidato de unidad”.

Es particular la candidatura del doctor Oliviera, quien como abanderado de los tres principales partidos políticos en Michoacán se tiene que subir al templete político con los candidatos de sus partidos políticos a gobernador. Ya acompañó a Luisa María Calderón Hinojosa la candidata del PAN, y lo hará en breve con Asención Orihuela del PRI y Silvano Aureoles del PRD. Es una circunstancia que por peculiar perece extraña.

La campaña de promoción al voto que hace el candidato del PRI, PAN y PRD las realiza de manera escalonada, al lado de los candidatos a diputados federal y local de sus tres partidos. A veces se le ve en actos del PRI, luego del PAN y otras veces en los del PRD. 

En ningún evento el alcalde a presidente municipal de Tancítaro, hace alusiones para decir qué partido es el mejor, ofrece su propuesta y llama a la gente a votar por la mejor opción.

Para mantenerse en ese equilibrio al que se ha subido en aras de la unidad de su pueblo, el doctor Oliviera no emite opinión alguna sobre los tres candidatos a la gubernatura de Michoacán. Sabe que sería políticamente incorrecto. 

“No puedo decir por cual candidato gobernador voy a votar”, explica. “Eso lo haré solo con mi conciencia el día de las elecciones.

A favor de la policía comunitaria   

En Tancítaro, en el corazón del conflicto michoacano por el surgimiento de los grupos de autodefensa que expulsaron al cartel de los Templarios, la presencia de un hombre honesto no podía pasar desapercibida. El doctor Arturo Olivera no tomó las armas ni incitó a ello, solo habló del derecho de los pueblos a la seguridad.

“El tema de las autodefensas es como se quiera ver”, responde a la pregunta. “Yo no comulgo con un grupo de autodefensas que siguen a un líder y se van de pueblo en pueblo. Yo pienso que el derecho para auto protegerse le viene naturalmente a todos los pueblos. Aquí en Tancítaro hay una ronda ciudadana que vigila las entradas del pueblo y mantiene alejados a los malos”.

-¿Cómo alcalde, qué va a hacer con las autodefensas?

“Yo pienso”, dice sin pensarlo mucho, “que la gente debe decidir. La población hemos visto que se puede vivir mucho mejor sin estar bajo el yugo de los malos. Debe ser la población general la que decida qué es lo que se va hacer con las rondas de vigilancia comunal”. 

-Pero, ¿son necesarias las autodefensas?

-“Son necesarias las autodefensas”. Ratifica.

Al doctor Arturo Olivera Gutiérrez todos los conocen como el doctor Cuadros. Es un apodo que ha evolucionado desde niño, cuando regordete iba a la escuela primaria y los compañeros le apodaron el Cuadro, por ancho de carnes. A su regreso de estudiar la universidad, ya formado como médico, sus contemporáneos le comenzaron a llamar “Doctor Cuadros”, es un gesto que él mismo aprecia de sus amigos.

No sabe si en la boleta del día de las elecciones vendrá su nombre o vendrá su apodo con el que todo Tancítaro lo conoce, pero lo que está seguro es que sí vendrá “cobijado” por los tres principales partidos políticos del país.

-¿Es un caso único en el país, el que PRI, PAN y PRD abanderen al mismo candidato?

-“Dicen”, responde seco. Luego sonríe y suelta su propia percepción, “yo creo no han buscado bien”.