El crecimiento del comercio electrónico se ve ensombrecido por una dinámica que se puede convertir en un problema de salud pública

El doble filo del comercio electrónico

La organización dedicada a la conservación Marina, Oceana, urge frenar el uso del plástico entre las empresas que se dedican al comercio digital, pues conforme crece el mercado en línea la generación de basura se convierte en una de bola de nieve

El crecimiento del comercio electrónico se ve ensombrecido por una dinámica que se puede convertir en un problema de salud pública: el uso de plásticos innecesarios o de un solo uso para el traslado de productos.

La edición de octubre de Global Consumer Insights Survey 2022 señala que los usuarios en México consumen a través de canales físicos y digitales casi con la misma frecuencia: 33 por ciento lo hizo en tiendas físicas y 30 por ciento a través de canales digitales, lo cual seguirá al alza, pues en los próximos seis meses se prevé que 52 por ciento de los consumidores aumentará sus compras en línea.

Y aunque 51 por ciento de los compradores están dispuestos a pagar un precio más alto por productos hechos con materiales reciclados, la realidad es que esos artículos es probable que lleguen envueltos o empaquetados con materiales que perjudican al medio ambiente.

“Si bien en la Ciudad de México se prohibieron las bolsas de plástico en 2019, este mismo material es el que se utiliza en la industria del comercio electrónico para los empaques, particularmente la película plástica y las almohadillas llenas de aire”, señala Nick Leopold Sordo, campañista en Oceana México.

De acuerdo con el especialista en ciencias ambientales y desarrollo sustentable, las empresas se han aprovechado de un hueco en la ley que les permite seguir usando el plástico.

“La industria se está aprovechando del vacío legal porque la ley lo que estipula es que las bolsas de plástico son las que no se pueden utilizar y no menciona al material como tal. Es un tanto confuso porque la restricción no es porque el empaque tenga forma de bolsa sino por el material del que está hecho, que es lo que representa el problema”.

De acuerdo con el estudio Plástico y comercio electrónico, una crisis que la CDMX puede resolver, el comercio electrónico en México generó 10 millones de kilogramos de basura plástica por el empaquetado en 2021.

Y lo más alarmante para Nick Leopold es la proyección sobre la generación de esos desperdicios.

“La generación de basura plástica por la industria electrónica hacia 2027 sería de 23 millones de kilogramos, pero como el plástico no desaparece, el acumulado de plástico para ese año sería de 125 millones de kilogramos de basura plástica, es decir, el equivalente al peso de cinco torres latinoamericanas, que en el mejor de los casos terminaría en un relleno sanitario”.

Consumidores en comercio electrónico, sin opción

Nick Leopold Sordo asegura que es necesario cambiar la retórica de cargarle el peso de la responsabilidad al consumidor sobre políticas de consumo amigables con el medio ambiente.

“De todo el plástico creado durante la humanidad sólo nueve por ciento se ha reciclado y eso es porque la mayoría de las veces a la industria le conviene más y le sale más barato crear plásticos que reciclarlos, sin embargo, nos venden el reciclaje como una solución”.

El estudio de Oceana estima que del plástico generado 19 por ciento se quemó, 50 por ciento terminó en rellenos sanitarios o basureros públicos y 22 por ciento acabó en las calles o el medio ambiente, además, hasta 14 millones de toneladas de plásticos entran a los océanos cada año.

“En México, a los clientes que hacen compras a través de plataformas digitales no se les da la opción de no usar plástico, no hay un botón que diga: ‘quiero que mi envío llegue sin basura plástica’.

“Nosotros, desde Oceana, hemos mandado solicitudes a las plataformas para especificar que no queremos recibir plástico en nuestros envíos y es un proceso bastante confuso para el usuario: hay que hacer un procedimiento engorroso y, después de todo, siguen enviando los productos con el plástico, entonces, el cliente no tiene muchas opciones, está amarrado a lo que las compañías deciden o no hacer porque no están reguladas y por voluntad no quieren cambiar”, señala Leopold Sordo.

Falta disposición de las empresas

Oceana hace un llamado a las autoridades mexicanas para adoptar medidas como las de la India para evitar el uso de plásticos innecesarios.

En 2019, la India anunció la prohibición de plásticos innecesarios, como los del empaque en el comercio electrónico, debido a su alto potencial contaminante y poca utilidad, por lo cual Amazon se comprometió a eliminarlos de su cadena de suministro en el país para junio de 2020. La ley entró en vigor el 1 de julio de 2022, “evidenciando que las compañías pueden rápidamente encontrar soluciones sustentables para resolver el problema de los plásticos innecesarios”, afirma Oceana.

“Parte de crear una buena legislación es que el costo no se le transfiera al cliente, porque hoy en día ya lo estamos pagando, quizá no lo vemos de manera directa al comprar, pero el hecho de que nuestros impuestos se utilizan para la gestión y manejo de estos plásticos representa que ese dinero no se va a infraestructura, a salud, a transporte público o al acceso al agua.

“En contraste, compañías multinacionales que valen billones de dólares no tienen la intención de reducir ligeramente su margen de ganancia (para sustituir los plásticos innecesarios). Lo que falta es la responsabilidad extendida del productor, pues no por ofrecer un servicio tiene derecho a contaminar nuestras ciudades, en especial, porque hay países donde no lo hacen”, señala Nick Leopold Sordo.

El uso de la tecnología es una de las soluciones hacia la que las empresas deberían voltear, según el especialista.

“Hay una máquina en la que pones los productos y crea cajas de cartón al tamaño exacto del producto, eliminando la necesidad de las colchonetas de aire”.

Al tiempo de señalar que actualmente investigan cuáles son los compromisos que hizo Amazon para funcionar en la India sin emplear plásticos innecesarios, critica que las empresas ya tienen una solución probada para este problema, “pero no la quieren emplear en México porque aquí no hay una regulación al respecto”.

Bocados de plástico

De acuerdo con Oceana, el plástico es responsable directo de la muerte de más de un millón de animales marinos al año y derivado de que se encuentra en el mar se estima su presencia en uno de cada cinco peces que se capturan para consumo humano, lo que significa que estamos comiendo plástico.

Por otra parte, señala que la mayoría de los plásticos que usamos tienden a fragmentarse en pedazos muy pequeños que se convierten en microplásticos tan pequeños que empiezan a flotar en el aire que respiramos.

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