El difícil camino a la verdad

En los últimos 10 años han desaparecido en Jalisco 6 mil 850 personas y en este 2018 se registró la cifra más alta; las acciones del Gobierno estatal para atender este problema no han dado resultados, revela un informe del CEPAD

Las desapariciones en Jalisco se han recrudecido. A más de diez años en que se inició la llamada guerra contra el narcotráfico, los registros de personas no localizadas en esta entidad han aumentado año con año, sin que los avances institucionales tengan un impacto en la prevención y mejora de la seguridad.

Así lo aborda el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) en su último informe titulado “Proceso de Creación e Implementación de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas ¿el camino hacia la Verdad y la Justicia?”.

“El año 2018 ha sido uno de los años más violentos en toda la historia del estado de Jalisco. En la entidad existe una situación de violencia generalizada inédita, la que se evidencia en el aumento de las cifras de homicidios dolosos, feminicidios, tortura, hallazgos de fosas clandestinas y, sin duda, también en el incremento de las desapariciones de personas”, se lee en el documento presentado la tarde del pasado 6 de diciembre.

275%
se han incrementado las desapariciones desde el 2008 al 2018

De acuerdo con la organización, a partir de datos elaborados por la Fiscalía General del Estado de Jalisco, entre enero y septiembre de este año se han documentado 3 mil 258 personas como desaparecidas, de los que 2 mil 330 son hombres y 928 mujeres.

De estas cifras, mil 949 siguen sin ser encontradas, esto significa que el 71.5 por ciento de las personas que fueron reportadas como desaparecidas no han podido llegar a sus hogares.

Esto pone en evidencia el saldo total de las desapariciones ocurridas desde el inicio de la guerra hasta septiembre de 2018 en Jalisco, donde ya suman 6 mil 850 personas que no han sido localizadas por sus familiares y autoridades. El promedio de personas desaparecidas en este año es de 11.9 por ciento, el más alto que se tiene registrado.

Durante la última década, que va del primero de enero de 2008 al 30 de septiembre de 2018, las desapariciones han incrementado un 275 por ciento, según advierte el CEPAD en su informe. Se pasó de 64 personas registradas como desaparecidas en el 2008 a mil 860 tan sólo en este año que está por terminar.

“Estas cifras presentan un escenario horroroso de las desapariciones generalizadas en la entidad, las cuales parecen suceder a modo perpetuo, totalmente descontrolado y se enmarcan en un contexto de impunidad absoluta”
Informe del Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD)

Acciones sin resultados

En este sentido, el Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD) destaca el impacto que han tenido estos hechos violentos para las familias que ahora buscan a sus desaparecidos, sumidos en la incertidumbre y el sufrimiento por no ser escuchadas y cuyos casos avanzan a pasos lentos.

Con el incremento de las desapariciones en el contexto, en el sexenio pasado se crearon mesas de trabajo entre autoridades de seguridad, el gobierno central, las organizaciones defensoras de los derechos humanos, colectivos y familiares. Aunque el CEPAD advierte que estos mecanismos institucionales han servido poco para la disminución de los casos.

“Aparentemente, los procesos de trabajo con familiares de personas desaparecidas y organizaciones de sociedad civil no se reflejan en que disminuya ni la cantidad de personas desaparecidas en Jalisco, ni se ven reflejados en la eficacia de los procesos de búsqueda e investigación

“Comparado con el año 2015, cuando se inició el diálogo con FUNDEJ (Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco), o el año 2016 cuando comenzaron las mesas de trabajo con Por Amor a Ellxs y el CEPAD, las cifras han ido en aumento de manera significativa”, agrega la organización.

Dentro del marco de las desapariciones y el trabajo que han realizado las familias que los buscan se encuentra la creación de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, una entidad que pertenece a la Fiscalía General del Estado.

El CEPAD advierte que el incremento de las desapariciones también es preocupante al analizar el trabajo que ha tenido esta entidad operativa, pues una de sus funciones es la prevención de los delitos que le conciernen, por ello su trabajo debería incidir en la disminución de la comisión de desapariciones de personas.

Tanto la organización, como otros colectivos y asociaciones defensoras de los derechos humanos han hecho hincapié a lo largo de los últimos dos años en la función vital de esta fiscalía especializada, que ha sufrido de bajos presupuestos y la falta de personal de investigación para atender los miles de casos que siguen sin localizarse.

Esto ha generado un ambiente de impunidad para quienes denuncian la desaparición de sus seres queridos en Jalisco. Pues la falta de agentes ministeriales contribuye a que la gente perciba que no hay avances en las investigaciones, debido a la alta carga de trabajo en un número reducido de 28 ministerios públicos.

Delito impune

Desde el año 2013, cuando se tipificó el delito de desaparición forzada, en las instancias de justicia no se ha logrado sentenciar a ninguna persona por este crimen. A pesar de que existen casos emblemáticos de la localidad en donde se ha comprobado la participación de distintos sujetos, como en el de los tres estudiantes de cine desaparecidos o de los tres ciudadanos italianos no localizados.

Además de que no hay sentencias condenatorias por la desaparición de personas, el CEPAD recalca que la impunidad también ha quedado registrada en la ausencia de carpetas de investigación o averiguaciones previas por este delito, al menos hasta el 30 de septiembre de este año, documenta la organización.

Aún con la participación y cercanía de las víctimas a los procesos institucionales, este centro advierte la falta de voluntad en la realidad, pues reconoce que en el discurso la autoridad local ha sido atenta a la problemática, pero esto dificulta que se materialice la justicia y la verdad para las víctimas, en tanto que las reuniones no han dado resultados concretos.

“Los procesos de interlocución con autoridades han tomado tiempo y han sido desgastantes. En términos de mejorar la situación de las desapariciones en la entidad y eficientar los procesos de búsqueda e investigación, la respuesta no ha sido tan positiva”, concluye el informe.

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