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El diagnóstico ignorado

La noche del 30 de abril de 2015, el penalista José Antonio Ortega Sánchez, del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, A.C., entregaba al gobierno de Jalisco un informe detallado de más de 200 páginas sobre la seguridad en la entidad.

“Quienes le habrían ayudado en esta representación, le han pedido que de manera indirecta intervenga ante el caso que ha vivido el narcotráfico desde finales de 2010 y lo incontrolable que resulta el CJNG”
Exagente de la DEAcitado en el informe de seguridad
“La operación estaba pensada, no para el primero de mayo, sino para tres días después. Estaba diseñada para que fuera perpetrada por las fuerzas federales, sin la intervención de las locales” 
José Antonio Ortega Sánchez Consejo Ciudadano
para la Seguridad Pública
y Justicia Penal
https://www.youtube.com/watch?v=oYmpTZaNfFE

La noche del 30 de abril de 2015, el penalista José Antonio Ortega Sánchez, del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, A.C., entregaba al gobierno de Jalisco un informe detallado de más de 200 páginas sobre la seguridad en la entidad.

El objetivo del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para convertirse en un poder criminal hegemónico en el país, la simulación de cifras oficiales por parte de la Fiscalía General del Estado, y la sospecha del gobierno de Estados Unidos sobre el abatimiento del capo del Cártel de Sinaloa, Ignacio “Nacho” Coronel, ocurrido en 2010 en Zapopan, se describen en el documento recibido aquella vez en Casa Jalisco.

Pero las autoridades desestimaron las advertencias señaladas en el informe “Jalisco: la amenaza del crimen organizado y las políticas públicas para conjurarla”, elaborado por el abogado, conocido por llevar el caso del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, sucedido en 1993, en Guadalajara.

Y señalaron al experto que algunas situaciones de violencia eran cosa del pasado. Al día siguiente, Jalisco amaneció en una vorágine de violencia: 39 narcobloqueos, 25 municipios afectados, 19 personas heridas, 19 detenidas y un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana derribado que provocó la muerte de nueve oficiales.

Ese fue el saldo de la llamada Operación Jalisco, un despliegue de fuerzas federales en la entidad para capturar a Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, cabeza visible del CJNG.

“La operación estaba pensada, no para el primero de mayo, sino para tres días después. Estaba diseñada para que fuera perpetrada por las fuerzas federales, sin la intervención de las locales. 

“La Operación Jalisco fue preparada por la Federación, porque veían ya al Cártel Jalisco Nueva Generación y a su líder, con una excesiva violencia; ellos estaban ya contratando kaibiles, y por esa razón hemos visto hechos que podemos calificar de terroristas”, dice Ortega Sánchez en entrevista con Reporte Indigo.

Impunidad maquillada

El informe elaborado por el organismo parte de una interrogante: ¿qué tan alto es el riesgo de que Jalisco siga la ruta de estados como Tamaulipas, Michoacán y Guerrero, con elevados índices de incidencia criminal y violencia y vulneración de la paz y el orden público?

Con base en datos oficiales y en propios, el documento describe que desde 2010 y hasta 2014, Jalisco ha presentado el mayor nivel de violencia en homicidios, cosa que no sucedía desde 1997.

La tasa en la entidad en este rubro es de 11.6 por cada 100 mil habitantes (lugar 15 a escala nacional en 2014); y en extorsión de 8.6 (el tercer lugar en este rubro en todo el país), por mencionar los más comunes aquí.

48 municipios, entre ellos los de la zona metropolitana de Guadalajara y El Grullo –éste ultimo, bastión del CJNG– presentan una tasa de homicidios más alta que la nacional (que es de 18.84), con un 19.95 por cada 100 mil habitantes.

De acuerdo con el estudio, existe una manipulación de las cifras en diferentes delitos. Por ejemplo, en secuestro, en 2012 hubo 72 averiguaciones previas; en 2013 unas 69; y en 2014, apenas 22. 

“Hemos constatado que en otras entidades federativas, cuando llega una administración estatal, inicialmente se reconocen cifras altas de incidencia, pero después se presentan bajas, que por lo regular responden a la manipulación de cifras”, se aprecia en la página 18 del informe.

La misma Encuesta Nacional de Victimización, en 2013, reportó 558 mil 367 casos de extorsión en Jalisco, pero las autoridades locales apenas reportaron 790.

Más: la misma encuesta citada en el informe muestra que la cifra oculta de delitos en la entidad es del 97 por ciento, por lo que las cifras oficiales sólo reconocen el 3 por ciento de ellos.

“Hay un maquillaje de cifras por un lado y por otro, la Fiscalía absorbe demasiadas funciones. 

“El único lugar del mundo donde sucede eso es en Jalisco: tiene a los órganos de persecución del delito, a los preventivos, y eso no ha mejorado la situación en el estado”, dice Ortega Sánchez.

CJNG, poder hegemónico

Las pugnas entre los diferentes grupos criminales asentados en Jalisco dejaron, entre 2008 y 2013, 3 mil 192 muertes, de las cuales, 2 mil 172 ocurrieron en la zona metropolitana.

Y gran parte se atribuye al CJNG, del cual, según el informe, “es una organización que no sólo aspira a un poder local o criminal, sino a obtener hegemonía en territorio nacional”.

Dedicado principalmente a la producción de metanfetaminas y al robo de combustible, el grupo delictivo contribuyó al surgimiento de grupos de autodefensas en Michoacán para expulsar a los Caballeros Templarios.

Está presente en Guerrero e incursiona en Tamaulipas, para arrebatarle el territorio a Los Zetas, según el documento.

“A este grupo criminal, Jalisco le queda chico. Tiene miras hegemónicas y tiene dos brazos potentes: uno, las metanfetaminas que manda a Europa y Asia, que eso hace que tenga mucho dinero.

“Y el otro, la violencia ejercida sobre la autoridad política, policiaca y militar”, añade el especialista.

Para José Antonio Ortega, el trabajo de autoridades federales y estatales ha sido insuficiente para desmantelar al CJNG. 

Prueba de ello, dice, es que sólo existe una orden de aprehensión contra “El Mencho” y no contra otros cabecillas de la organización.

Coronel, la sospecha

En el informe destaca una entrevista hecha a un exagente de la DEA, quien revela las sospechas de Estados Unidos sobre la muerte de Ignacio “Nacho” Coronel, abatido por el Ejército en su residencia de Zapopan, en julio del 2010.

La DEA tiene “fuertes dudas” del fallecimiento del capo y que la escenificación de su falsa muerte tendría como propósito permitirle retirarse y disfrutar de su fortuna.

“Quienes le habrían ayudado en esta representación, le han pedido que de manera indirecta intervenga ante el caso que ha vivido el narcotráfico desde finales de 2010 y lo incontrolable que resulta el CJNG”, se lee en el documento.

De acuerdo con el relato del exfuncionario de la DEA, Coronel estaría operando a través de su sobrino Martín Beltrán Coronel “El Águila”, detenido en 2011, pero liberado en 2014. 

La tarea de “El Águila” es prepararse para cuando Nemesio Oseguera sea detenido o muerto; su estilo es de menos violencia y de más bajo perfil.

“Los Coroneles o La Corona, como también se les conoce, no están peleados a muerte con Nemesio Oseguera ni con el CJNG, aunque la relación es tensa. 

“Están en el mismo negocio, pero los primeros son los que se encargan de la producción, trasiego y lavado de dinero, mientras que los segundos son la fuerza de choque”, se precia en el documento.

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