El cártel que enraizó en Jalisco

La expansión y fortalecimiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en los últimos años, hasta salirse de control y encender la alerta de las autoridades nacionales y de Estados Unidos, tienen como antecedente la profunda infiltración que alcanzó en las instituciones de seguridad pública del estado. 

Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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“Cuando yo llegué a tomar la administración ya estaba enquistada esta organización criminal, había permeado Policías municipales, Procuraduría, instituciones inclusive federales”
Aristóteles Sandoval,En entrevista televisiva
el lunes pasado
La Secretaría General de Gobierno mantenía reservada la información sobre los oficiales de alto riesgo, guardándola de los mecanismos de transparencia
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La expansión y fortalecimiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en los últimos años, hasta salirse de control y encender la alerta de las autoridades nacionales y de Estados Unidos, tienen como antecedente la profunda infiltración que alcanzó en las instituciones de seguridad pública del estado. 

Los recientes hechos de violencia del CJNG que ameritaron la intervención federal en Jalisco, ante la insuficiencia de las Policías locales, han orillado al gobernador, el priista Aristóteles Sandoval Díaz, a reconocer el grave socavamiento que el cártel logró en las corporaciones municipales y estatales que no contuvieron su crecimiento. 

La última muestra de su tamaño y capacidad logística, los narcobloqueos del 1 de mayo, acción coordinada en 39 puntos de 25 municipios (una quinta parte del estado), con 36 vehículos , 11 bancos y cinco gasolineras incendiados, fue una reacción a la Operación Jalisco de las fuerzas federales.   

“Cuando yo llegué a tomar la administración ya estaba enquistada esta organización criminal,  había permeado Policías municipales, Procuraduría, instituciones inclusive federales”, declaró el mandatario en una entrevista a Carlos Loret de Mola el lunes pasado. 

La autoridad estatal, dijo, llegó a regiones “donde ya tenían cooptadas completamente a las Policías municipales”. 

Poco antes, el 15 de abril, dijo a Radio Fórmula que el CJNG “a través de seis años se ha venido infiltrando en los distintos cuerpos de seguridad (…) Ha habido Policías municipales cooptadas y hemos depurado en la Policía estatal”. 

En realidad, fue el 30 de octubre de 2014, cuando Sandoval reveló las dimensiones de este problema, al dar a conocer que habían detectado a mil 324 elementos de “alto riesgo” en las filas de las fuerzas de seguridad locales, cuya permanencia en esas instituciones las comprometía, por lo que buscarían su cese inmediato. 

“Lo que queremos es ir a fondo, y al ir a fondo nos vamos a encontrar con que muchas instituciones y policías estaban involucrados, por eso hoy estos policías de alto riesgo tienen que salir inmediatamente”, afirmó ese día Sandoval. 

Vulnerable

Oficiales de alto riesgo, involucrados con el crimen organizado, en Fiscalía General:

Dependencia elementos

Policía Vial  143
Perito vial 17
Policía Estatal 254
Agentes MP 7
Policía Ministerial 14
IJCF 7
Reinserción 12
Total Fiscalía 454

Municipios cuestionados

Las precisiones sobre esos más de mil oficiales de alto riesgo, parte de los 4 mil 415 que reprobaron las pruebas de confianza en Jalisco, no habían sido dadas a conocer sino hasta hoy.

La Secretaría General de Gobierno mantenía reservada la información, guardándola con celo aun de los mecanismos de transparencia. 

Su informe indica que 870 de esos elementos de alto riesgo están en las Policías de los ayuntamientos, es decir, son municipales dos de cada tres (el 66 por ciento). 

Mientras que 454 o el 34 por ciento restante, forman parte de la propia Fiscalía General estatal, que concentra a corporaciones como Fuerza Única, las Policías Estatal, Vial y Ministerial, los agentes del Ministerio Público (MP) y custodios carcelarios. 

Los oficiales municipales cuyos antecedentes y perfiles con atributos delictivos los excluyen incluso de una posible revaluación con las pruebas de confianza, están operando en las Policías de 105 ayuntamientos; por tanto, tienen presencia en el 84 por ciento de los municipios de Jalisco. 

“No queremos otro Iguala”, abundó Sandoval, “a través de muchos años han tejido redes de corrupción.

“A través de muchos años han cooptado, han tenido el control de algunas regiones a donde difícilmente llegaban las Policías estatales por la capacidad que se tiene, por eso es fundamental dotar de más capacidades técnicas para llegar a esos rincones”. 

EL 9 de diciembre del 2014 la Fiscalía desarmó a las Policías de Casimiro Castillo (cerca de donde fue derribado el helicóptero militar el 1 de mayo) y Cocula, una medida nunca antes aplicada aquí; de la segunda se informó que sus directivos habrían sido comprados por el CJNG.

Estado infiltrado

La infiltración, por tanto, no fue exclusiva del eslabón más débil: las Policías municipales. Los elementos de alto riesgo de los que habló Sandoval también se detectaron en la Fiscalía General, que concentra las funciones de seguridad, procuración de justicia y reinserción social. 

El informe de la Secretaría de Gobierno precisa que en esa dependencia se ubicaron al seno de la Policía estatal 254 oficiales con este perfil riesgoso; ese cuerpo fue encabezado en el pasado sexenio por Luis Carlos Nájera Gutiérrez, hoy fiscal general de la entidad.

Otros 143 se identificaron en la Policía Vial y 17 de sus peritos; 21 en la Fiscalía Central (que investiga delitos de alto impacto); 12 en Reinserción Social y siete en el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF). 

Entre los elementos de la Fiscalía Central señalados hay 14 policías investigadores y siete agentes del MP, los responsables de integrar las indagatorias para la persecución de los ilícitos.  

Tras la emboscada letal de 15 policías en San Sebastián del Oeste (6 de abril), en distintos análisis locales surgió la pregunta de si un ataque así de certero habría sido posible sin contar con información privilegiada; el nivel de infiltración refuerza el cuestionamiento. 

Otro caso fue el del atentado contra el comisionado de Seguridad, Alejandro Solorio (30 de marzo), que se dio, según la información oficial, cuando acudía a un poblado marginal del norte de Zapopan-Río Blanco- por motivos personales, y no obstante, hasta ahí fue localizado e interceptado para el ataque.

Cooptados

La mitad de los oficiales municipales clasificados de alto riesgo -463- están en el Área Metropolitana de Guadalajara, integrada además por Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco de Zúñiga, El Salto, Juanacatlán e Ixtlahuacán de los Membrillos. 

Sin embargo, la condición de la Policía de Zapopan es sumamente particular, ahí el Gobierno estatal ubicó a 226 elementos con estos perfiles inaceptables, más que en ningún otro y casi tantos como en la Policía estatal. 

Esto es, que de cada cuatro policías municipales del estado clasificados de alto riesgo, uno es zapopano. 

Ni la Policía de Guadalajara, la más grande de Jalisco con cerca de 3 mil agentes, tiene tantos oficiales en tales condiciones de clasificación (ahí se señalaron a 77 elementos). 

El mismo día que el gobernador revelaba la existencia de esta lista de oficiales de alto riesgo, daba a conocer que el extitular de la Policía de Zapopan, Hernán Guízar, resultó no apto en los exámenes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).

Oficiales de alto riesgo en Policías municipales

Guadalajara
77

Zapopan
226

Tlajomulco
75

Tonalá
36

Tlaquepaque
23

Ixtlahuacán
10

El Salto
9

Juanacatlán
7

Metrópoli
463

Resto del estado
407

Total Municipios
870

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