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El adiós de Marcelo

Ahí, frente a todos sus incondicionales, Marcelo Ebrard Casaubón dio la noticia del estreno de la obra cumbre de su administración, la Línea 12 del Metro: “finalmente lo logramos. La inauguración ocurrirá el 30 de octubre” y causó los aplausos.

La Línea 12 del Metro, su construcción y todo lo que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) gastó en la mega obra, fue uno de los temas recurrentes entre los diferentes diputados que tomaron la palabra en el sexto y último informe de gobierno en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

Con tono y semblante triunfalista Ebrard lanzó, en la parte final del discurso, un “que viva la Ciudad de México”
"Más allá de la famosa foto, usted supo trabajar con el gobierno federal, en lugar de pasar años de confrontación, trabajó con Felipe Calderón”
Federico Döring Coordinador PAN ALDF

Ahí, frente a todos sus incondicionales, Marcelo Ebrard Casaubón dio la noticia del estreno de la obra cumbre de su administración, la Línea 12 del Metro: “finalmente lo logramos. La inauguración ocurrirá el 30 de octubre” y causó los aplausos.

La Línea 12 del Metro, su construcción y todo lo que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) gastó en la mega obra, fue uno de los temas recurrentes entre los diferentes diputados que tomaron la palabra en el sexto y último informe de gobierno en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

Los recién llegados diputados no encontraban por dónde. El evento transcurrió con total tranquilidad, sin sobresaltos.

El coordinador de la bancada panista en la ALDF, Federico Döring, fue quien, con su discurso, despertó a los adormilados diputados locales y demás invitados especiales.

Fue el panista quien con las tablas que le dio su paso por el Senado de la República prendió candela en el recinto, ocasionando los aplausos, los rumores, los comentarios y también el repudio.

En el papel de oposición, Döring le pidió a Marcelo Ebrard reconocer el apoyo que el presidente Felipe Calderón Hinojosa otorgó a la mega obra que inaugurará en octubre próximo.

El ex senador hizo hincapié en todos los apoyos federales, a través de recursos que se entregaron al gobierno capitalino.

“Más allá de la famosa foto, usted supo trabajar con el gobierno federal, en lugar de pasar años de confrontación, trabajó con Felipe Calderón”, le reconoció mientras desataba la controversia en las curules.

Para afinar puntería, Federico Döring le hizo llegar un mensaje a Felipe Calderón a través del secretario de Comunicaciones y Transportes que asistió como invitado especial al sexto informe de Ebrard.

“Dígale al presidente que el grupo del PAN le agradece el apoyo que le dio a Marcelo Ebrard para diversas obras”.

Sin modificar el tono, Federico Döring le reclamó al ejecutivo local el hecho de que haya restado atribuciones a las 16 delegaciones del Distrito Federal, al grado de caer un retroceso que las remonta hasta el año 1997.

Al final el panista le pidió no guardar rencores ni resentimientos pese a que comparó a Marcelo como la visión posmodernista del profesor Carlos Hank González, uno de los priistas conocidos por formar parte del llamado Grupo Atlacomulco del Estado de México.

Marcelo cambió el semblante de su rostro.

Pero para cuando le tocó tomar la palabra, ya se le habían olvidado los amargos comentarios del panista. También quedaron de lado los cuestionamientos sobre la construcción de la Supervía pese a la profunda oposición de los vecinos.

Llegado el momento, el jefe de gobierno del Distrito Federal retomó muy a su manera el tema de la Línea 12, que calificó como “un esfuerzo titánico”.

Pero lejos de reconocer el apoyo del presidente Felipe Calderón Hinojosa, Ebrard señaló que la obra se logró con recursos propios y con el apoyo de los entonces diputados federales Javier González Garza, Alejandro Encinas y Armando Ríos Píter, quienes desde la Cámara de Diputados lograron recursos complementarios para el proyecto.

“Finalmente lo logramos, la inauguración ocurrirá el 30 de octubre”.

En su última rendición de cuentas en la Asamblea Legislativa, el jefe de gobierno argumentó que la ciudad de México necesitaba tanto la Línea del metro como la autopista urbana, así como las obras hidráulicas, que aseguró, estarán terminadas antes de concluir su administración.

Y aunque el jefe de gobierno electo, Miguel Ángel Mancera, no asistió al evento del adiós en la ALDF, Marcelo Ebrard aseguró que el próximo será también un gobierno progresista del 2012 al 2018.

Con tono y semblante triunfalista Ebrard lanzó, en la parte final del discurso, un “que viva la ciudad de México”.

Hoy sigue la jornada del adiós

La jefatura del Estado Mayor Policial de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) tiene dispuesto el operativo para el magno evento de hoy en el que Marcelo Ebrard dirá adiós frente a miles en el Auditorio Nacional.

En el adiós a Marcelo, se prevé la asistencia de 9 mil 500 asistentes en el Auditorio Nacional. Para la movilización de simpatizantes, el PRD dispuso de una infraestructura a fin de trasladar en 50 autobuses a los acarreados al evento.

Pero así como se estima que asistirán miles de simpatizantes, los encargados de la seguridad del jefe de gobierno prevén que grupos antagónicos pretendan alterar el orden público “con el fin de que el evento no se lleve a cabo de manera pacífica”.

Por esta razón, la SSP preparó un operativo de seguridad con mil 71 policías en torno a la figura de Marcelo Ebrard, diputados, funcionarios e invitados especiales que asistirán desde las nueve de la mañana de hoy al Auditorio Nacional y sus inmediaciones.

Con el de hoy, el adiós de Marcelo Ebrard es cada día más evidente. 

Su equipo de incondicionales se prepara para apoyarlo en la nueva aventura: recorrer los Estados de la República Mexicana y algunos países en el mundo para darse a conocer, junto con su obra.

TODOS DE FIESTA

El último informe de Gobierno de Marcelo Ebrard contó con el respaldo de todas las bancadas de la ALDF. Sus simpatizantes lo esperaron fuera del recinto para ovacionarlo

“¡Ahí viene!… Ahora sí: Marcelo, Marcelo”, gritó una pequeña mujer de robusta figura. El tumulto hizo eco a sus palabras y la lluvia de serpentina inició. La música de Mariachi secundó y los saludos del Jefe de Gobierno terciaron.

“¡Es la fiesta de Marcelo! ¡qué esperaban!”, exclamó el ex diputado local de expresión priista, Israel Betanzos, en las escalinatas de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).

Y así fue. Incluso al interior del recinto Legislativo de Donceles y Allende. Ahí los diputados de las siete bancadas no dejaron elogiar los logros de la presente administración local.

Eran las 11:00 de la mañana y como si se tratara de una herencia, los integrantes de la VI Legislatura abrieron la sesión con 30 minutos de retraso. 

A los alrededores, las vallas, elementos de seguridad pública y de resguardo, mantenían a pie el dispositivo especial para la llegada de Marcelo Ebrard.

Recargados en la pared, sentados en un improvisado catre o hasta en el arroyo vehicular, aguardaban los simpatizantes del partido del sol azteca.

Cuando el reloj marcaba las 11:40 las ovaciones despertaron a más de tres. El titular del Ejecutivo estatal ingresó a la ALDF levantando la mano en señal de agradecimiento a  sus seguidores.

En el interior se montó una comitiva para recibirlo. Los gobernadores de Puebla, Tabasco, Tlaxcala ya estaban presentes. Lo mismo que los jefes delegacionales electos y en funciones. También los legisladores federales y los dirigentes de partido. Ahí estaban todos, menos el próximo jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Ese tema se convirtió en un constante cuchicheo de los invitados especiales. Algunos creían que el motivo de su ausencia fue para no robarle reflectores a Marcelo; otros consideraron que se trató de una acción para desmarcarse un poco.

Los asambleístas, en su mayoría, desconocían la actividad parlamentaria y optaron por mantenerse quietos en su curul; su distracción más recurrente fue picarle el teléfono celular.

Mientras el elegido de cada bancada daba lectura a una carta de buenos deseos, disfrazada de un posicionamiento partidista, Marcelo Ebrard tomaba nota de lo dicho en tribuna.

Fuera del recinto, los simpatizantes abandonaban sus banderillas en el suelo. Los más hábiles intercambiaban sus souvenirs por un refresco y un sándwich. 

A la par, los invitados especiales intercalaban una mirada a la tribuna, con una al domo del recinto, siempre seguida de un bostezo.

El primero en generar confusión y hasta risa fue el diputado del Panal, Jorge Gaviño, quien aseguró que en dos años y medio todos van estar buscando otro cargo de elección popular.

Este legislador se encargó de aclarar que no toda la izquierda es igual: “Pasamos del populismo improductivo al gobierno eficaz”. Y la mayoría de los presentes entendieron el mensaje.

Jaime Ochoa, del PRI, fue terso en su discurso, pero Federico Döring del PAN utilizó un lenguaje más fuerte. Reconoció los aciertos de Marcelo y sumó a esos logros al gobierno federal.

Ese gesto arrancó una sonrisa del mandatario local y aplausos de la oposición. Pero las críticas fueron detenidas por el presidente de la Mesa Directiva, Adrián Michel, que a diferencia de los demás ponentes, tuvo un recordatorio de que el tiempo estaba por concluir.

Ya en su discurso el Jefe de Gobierno recibió aplausos, y la atención de los asistentes. Las porras y gritos de apoyo salieron a medio gas; no hubo un gran evento para su último informe de Gobierno. 

El equipo de logística dijo a Reporte Indigo que el gran festejo rumbo al 2018 se dará este mediodía en el Auditorio Nacional.

Al salir del recinto, su esposa lo esperaba junto al presidente del Tribunal Superior de Justicia del DF, Edgar Elías Azar. Así como la comitiva, quienes lo resguardaron de los medios de comunicación. 

Él se detuvo un instante en las escalinatas para lanzar un saludo fraternal y después se perdió entre las calles del Centro Histórico.

El desfile de funcionarios le que complicó bastante la salida a Marcelo. 

Todos buscaban la forma de retirarse junto con él.