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Los retos de Ferrer

Al asumir la presidencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se espera que el mexicano Eduardo Ferrer Mac-Gregor resuelva algunos de los casos que han colocado a México como uno de los países más peligrosos del mundo

A Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot le esperan dos años llenos de retos. Su nacionalidad y las constantes violaciones a los derechos humanos que se cometen en México, país que lo vio nacer, se volvieron motivos suficientes para convertirlo en el foco de atención después de que el jurista asumiera el cargo como presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) el primero de enero de 2018.

Con su nombramiento, el cual obtuvo de manera unánime al ser votado en el pleno de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Ferrer Mac-Gregor se convirtió en el tercer mexicano en adoptar el cargo.

Antes de él ocuparon el puesto los mexicanos Héctor Fix Zamudio, quien se mantuvo al frente de la CoIDH durante dos períodos, de 1990 a 1997, y Sergio García Ramírez, quien se desempeñó como presidente de la institución de 2004-2007.

La labor de Eduardo Ferrer será desde ahora salvaguardar los derechos esenciales de todas aquellas personas cuyo país se encuentre afiliado a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, tratado regional alcanzado por diversas naciones integrantes de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

Por ahora, dentro de los 25 países que se encuentran adheridos a la Convención, Venezuela y México son las dos regiones que presentan el mayor número de complicaciones a enfrentar. Sin embargo no se deben olvidar a países como Guatemala o El Salvador cuyos temas de migración les han provocado graves problemáticas de derechos humanos.

El caso de Venezuela se cuenta solo. Bajo el mandato de Nicolás Maduro la región se ha enfrentado a un proceso de retroceso en diversas temas, entre los cuales destacan la tortura, la desaparición de personas y hasta la falta de necesidades básicas para un gran porcentaje de su población.

En años pasados (2015), cuando Eduardo Ferrer todavía se encontraba en el cargo de vicepresidente de la CoIDH, puesto que ahora ocupa el chileno Eduardo Vio Grossi, durante su ponencia en el Congreso Mexicano de Derecho Procesal Constitucional, el mexicano señaló una serie de retos que todo presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos debe enfrentar.

Se espera que Eduardo Ferrer eche un poco de luz para ayudar a resolver el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa

De entre todos destacó tres puntos: trabajar hacia que la equidad de género se aplique al interior de la institución, pues actualmente hay muchos más hombres que mujeres trabajando ahí; incluir a representantes de países de todas las zonas de Latinoamérica y que los jueces sean exclusivos en sus labores al interior de la Corte.

En aquel momento los temas que recalcó evidentemente estaban dirigidos a mejorar la institución a la cual representa, no obstante, ahora que es el primer mandatario de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), hay una serie de problemáticas al interior de su país que esperan ser atendidas.

Pendientes en México

A lo largo de los últimos dos sexenios la violencia en todo el país se ha convertido en un común denominador.

La guerra en contra del narcotráfico que emprendió el expresidente Felipe Calderón provocó muchos cambios, sin embargo ninguno demostró ser positivo.

El aumento en los homicidios, las extorsiones, el secuestro, el robo de combustibles y la salida del Ejército y la Marina a las calles para combatir una batalla que le corresponde a los estados y a la policía es una prueba de ello.

Además, junto con la violencia y su combate surgieron otros problemas, pues la constante lucha contra esta problemática sacó a relucir un sinfín de casos, todos relacionados por las violaciones a los derechos humanos que en ellos se cometieron.

Otros casos graves pendientes por resolver son los feminicidios del Edomex y la recién aprobada Ley de Seguridad Interior, la cual se le acusa de ser inconstitucional

Entre los que se espera que Eduardo Ferrer pueda echar un poco de luz para ayudar a resolverlos están los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Tal vez el caso de violaciones a los derechos humanos más polémico de lo que va del sexenio.

A este emblemático acontecimiento se suma el de Atenco, ocurrido en 2006 en el Estado de México y en el cual se cometieron una serie de abusos como detenciones arbitrarias, casos de tortura, violaciones a mujeres y uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía federal y municipal en contra de los pobladores de esa región quienes se encontraban manifestándose en contra de la construcción del nuevo aeropuerto.

A parte de estos casos en específico hay una serie de temas que buscarán ser atendidos ya que ponen en riesgo a sectores de la población mexicana.

Entre los más graves se encuentran los feminicidios del Estado de México y el incremento de este problema en diversos estados del país y la recién aprobada Ley de Seguridad Interior a la cual se le acusa de ser inconstitucional y de promover la violación de los derechos humanos ante la falta de transparencia y rendición de cuentas a la hora de actuar del Ejército.

Tampoco se deben olvidar las constantes amenazas y asesinatos a periodistas y comunicadores, delitos que en México difícilmente son atendidos, pues el 99 por ciento de los casos permanecen impunes.

Frente a todos estos temas por atender el periodo de Eduardo Ferrer como presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos podría parecer muy breve. No obstante debería ser suficiente para resolver al menos los casos que han puesto a México en el mapa como uno de los países más peligrosos del mundo.