Diócesis de Autlán concentra casos de delitos sexuales

La diócesis de Autlán de Navarro, en Jalisco, presenta una concentración importante de delitos sexuales atribuidos a sacerdotes: de los siete casos indagados por la Fiscalía del estado en 2018-2019, cuatro se dieron ahí
Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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La diócesis de la Iglesia Católica con sede en Autlán de Navarro, Jalisco, presenta una inusual concentración de casos de agresiones sexuales atribuidas a sacerdotes en contra de menores de edad, lo que incluso dio pie recientemente a la excomunión de uno de los curas de la región.

En los años recientes buena parte de la incidencia de pederastia clerical que ha sido investigada por la Fiscalía de Jalisco se ha dado al interior de la diócesis de Autlán de Navarro, aunque hay señales de que esta problemática en esa demarcación eclesiástica tiene raíces que provienen desde hace más de una década.

De las siete indagatorias que ha emprendido la Fiscalía del Estado en los años 2018 y 2019 por delitos sexuales que habrían sido cometidos por sacerdotes católicos, cuatro de ellas se desahogaron justamente en el municipio de Autlán de Navarro: dos en el 2018 por abuso sexual infantil y dos en el 2019 por atentados al pudor contra víctimas cuya edad específica no fue precisada por la autoridad.

Cuatro indagatorias sobre casos de pederastia se desahogaron justamente en el municipio de Autlán de Navarro: dos en el 2018 por abuso sexual infantil y dos en el 2019

La diócesis de Autlán de Navarro atrajo días atrás la atención de los jaliscienses luego de que el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega, publicara un acuerdo donde daba a conocer la excomunión de uno de los sacerdotes de esa demarcación, precisamente por abuso de menores y con base en una determinación que “fue confirmada de manera específica por el Papa Francisco”, y que “es definitiva e inapelable”.

“Queridos hermanos de la Diócesis de Autlán, en mi calidad de arzobispo metropolitano de Guadalajara y a petición de la Congregación para la Doctrina de la Fe les informo, no sin dolor de mi parte, que el Sr. José Guadalupe Santos Pelayo, una vez concluido el proceso penal canónico celebrado en su contra ante dicha Congregación, ha sido encontrado culpable del delito contra el sexto mandamiento del Decálogo con menor de edad, del delito de absolución del cómplice en pecado contra el sexto mandamiento del Decálogo y del delito de violación directa del sigilo sacramental”, se lee en el mensaje fechado el 29 de septiembre.

Luego precisa cuáles son las penas que recibió el imputado: “Por el delito contra el sexto mandamiento del Decálogo con menor de edad le ha sido impuesta la dimisión del estado clerical y por los dos delitos restantes le han sido declaradas las correspondientes excomuniones latae sententiae” (el término latae sententiae quiere decir “pena ya impuesta”).

Pederastia enraizada en Autlán

La reciente excomunión de uno de los sacerdotes de la diócesis de Autlán de Navarro, ayudó a evidenciar que el problema de pederastia clerical en esa demarcación de la Iglesia Católica proviene desde hace meses.

Fue el propio arzobispo de Guadalajara, Robles Ortega, quien confirmó que las conductas del cura que lo llevaron a su excomunión no eran nuevas y que las mismas pudieron ser castigadas debido a que se amplió el periodo dentro del cual las faltas sexuales de los sacerdotes persisten en calidad de justiciables, es decir, sancionables ante las autoridades eclesiásticas.

“Lo único que sé es que se trata de un caso no reciente, sino de un caso cometido años atrás pero con aquella ampliación que dio el Papa Benedicto de que no fueran 10 años después de cumplida la minoría, de pasada la minoría de edad, sino 20 años, la víctima se basó en eso y promovió su juicio”, refirió el arzobispo.

De lo dicho por el arzobispo, Robles Ortega, puede deducirse que las actuaciones ilícitas del cura excomulgado se cometieron hace más de una década, e incluso de manera previa al 2007, pues en el lapso 2007-2019 los únicos delitos sexuales de sacerdotes de Autlán registrados por la Fiscalía son los referidos de 2018 y 2019.

Arzobispo marginado

Meses antes de que el “proceso penal canónico” que desahogó la Iglesia Católica para determinar la excomunión del cura de Autlán de Navarro, el Papa Francisco emitió la carta apostólica “VOS ESTIS LUX MUNDI”, el 7 de mayo pasado.

Esa carta apostólica reformó la manera de procesar la pederastia clerical en la Iglesia Católica, les confirió a los obispos metropolitanos, más conocidos como arzobispos, responsabilidades centrales en la atención de estos casos, pues ahora son ellos quienes deben desarrollar las investigaciones respectivas, para luego turnar sus conclusiones al dicasterio o congregación competente para emitir una sanción.

No obstante ello, en el caso de Autlán el arzobispo tapatío no tuvo ninguna injerencia.

“El proceso no se llevó aquí, el proceso se llevó en Autlán y en la Santa Sede, una vez que se concluyó y que se dio sentencia a mí solo me pidieron que como arzobispo -porque Autlán pertenece a la Arquidiócesis de Guadalajara– a mí como arzobispo me pidieron que diera a conocer esa sentencia, pero yo nunca estuve enterado, inmiscuido, participando en el proceso”, dijo Robles Ortega.

Con relación a las sanciones que fueron impuestas al excura, la Arquidiócesis también le retiró todas sus atribuciones como eclesiástico.

“(El excura) no podrá celebrar o concelebrar la Santa misa, administrar cualquier otro sacramento (a excepción del Bautismo y de la Penitencia que podrá administrar únicamente en peligro de muerte), ejercer cualquier otro acto reservado a los sacerdotes, recibir o ejercer oficios eclesiásticos ni usar el traje clerical. La dimisión del estado clerical es perpetua.

“Las excomuniones latae sententiae le prohíben, además, ejercer cualquier otro ministerio en cualquier ceremonia de culto y recibir los sacramentos fuera del peligro de muerte. Estas penas son temporales y están reservadas a la Sede Apostólica”, estableció la Arquidiócesis.

En el periodo 2007-2019 la Fiscalía de Jalisco ha indagado en todo el estado 28 delitos sexuales cometidos por sacerdotes contra menores de edad y adultos, con 32 víctimas, según su folio de transparencia 01334319.

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