“Es un caminar muy duro, muy difícil. Hasta la fecha no hemos tenido noticias de mi hija”, dice María de Lourdes García Arizmendi

Dianey, desaparecida hace cinco años, y no llega la justicia

Lourdes García no ha dejado de buscar a su hija, acusa que las autoridades detuvieron ‘a dos chivos expiatorios’, y quienes se llevaron a Dianey tuvieron tiempo, incluso, hasta de haberla sacado del país ‘para convertirla en víctima de trata’

El 15 de enero 2018, Norma Dianey desapareció en los límites de Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, Estado de México, cuando regresaba de su trabajo; la última llamada que recibió le pedía encontrarse en un punto, después de ahí no se supo de ella.

“No me pueden callar, voy por la última persona que tuvo la última llamada con mi hija, a quien le dijo ‘espérame, ya casi llego’. Tengo el nombre, la dirección y a él nunca se le mandó citar y es él el culpable y voy contra él. Está a unas cuantas calles de Neza Palacio”, señaló María de Lourdes García Arizmendi, mamá de Norma Dianey.

“Cuando pasaron los hechos hicimos una búsqueda apoyados con familiares para encontrarla. (Las autoridades) nos levantaron una alerta por desaparición a los dos días y hasta 72 horas después nos tomaron la declaración”.

Tras la detención de los ‘chivos expiatorios’ dieron carpetazo

Como resultado de la investigación, las autoridades detuvieron a dos personas: Padre e hijo, quienes aseguraron que habían violado, mutilado y tirado el cuerpo de Norma Dianey por Tezoyuca. “Fuimos luego luego a hacer búsquedas y nunca se encontró el cuerpo, incluso fue la persona que confesó para dar la ubicación exacta y nunca se encontró (el cuerpo)”.

Los detenidos fueron recluidos en el penal Neza-Bordo, sin embargo, a los seis meses el hijo murió y hace dos años el padre fue liberado “porque como no hay cuerpo, no hay delito”.

Tras la liberación del recluso, las autoridades prácticamente le dieron carpetazo al caso. “Para la Policía el objetivo fue aprehender a estas personas, no encontrar a mi hija”.

Lourdes García considera que en lo que se realizaron las detenciones de “estos chivos expiatorios”, las personas que se llevaron a su hija tuvieron tiempo para sacarla “para trata de blancas, pudieron sacarla de la ciudad o del país, en lo que la Policía estaba coludida con estas personas”.

Acusa que tras la detención de esas dos personas no ha habido ninguna actualización ni seguimiento del caso.

Se abrió una esperanza en Morelos

Hace una semana recibió una fotografía con la imagen de una persona en situación de calle, en el estado de Morelos, quien tiene rasgos similares a los de su hija.

“Se lo comenté a la Fiscalía, al MP, y me dijeron que hay que hacer las indagaciones y mandar el formato y que Toluca pueda apoyar en el traslado”. Acusa que las autoridades no le brindan el apoyo para trasladarse a dicha entidad y confirmar la versión.

Asegura que las salidas, las búsquedas y las visitas mensuales a los Servicios Médicos Forenses (Semefo) para las comparativas de los cuerpos corren por cuenta propia. “Nadie nos ayuda, nosotros nos trasladamos con nuestros propios recursos”.

Como resultado de la investigación que ha hecho asegura: “El teléfono de mi hija se supone que era para que estuviera en seguimiento, pero nunca lo siguieron, yo pedí el sabaneo de llamadas, pues de ahí me mandaban mensajes de texto pidiendo rescates y al pedir la ubicación del aparato dio Tijuana, Tlaxcala y Nuevo Laredo”.

Hoy, tiene una reunión en el Palacio Municipal de Nezahualcóyotl, con personal de la Fiscalía, a cinco años de la desaparición se dice dispuesta a pelear, pedir justicia “y llegar hasta las últimas consecuencias”.

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