Diagnóstico equivocado contra violencia e inseguridad
El enfoque que el Gobierno federal ha utilizado para combatir la violencia y la inseguridad, en donde se busca atender estas problemáticas solucionando temas sociales como la pobreza, ha debilitado a las corporaciones de seguridad del país
Ernesto SantillánEl desinterés por parte del Gobierno federal para atender la falta de certificaciones tanto en la Guardia Nacional como en las corporaciones policiacas del país, se debe principalmente a una mala evaluación de la crisis de inseguridad que enfrentamos, explica Gustavo López Montiel, Doctor en Ciencia Política por The New School for Social Research (New York) y profesor de Ciencia Política en la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
“Este problema está vinculado directamente con la intención del presidente Andrés Manuel López Obrador de querer romper desde un principio con todo lo implementado en los sexenios anteriores, especialmente el de Felipe Calderón, y así imprimir su toque personal a la estrategia contra el crimen y la inseguridad.
“Sin embargo, esta idea no está sustentada en el combate de manera estratégica a las corporaciones criminales, sino que, como ha explicado el primer mandatario, quien asegura que el problema de la violencia y la criminalidad se resolverá atendiendo las causas, es mejor destinar los recursos que antes iban a seguridad para resolver problemas sociales como la pobreza, y me parece que la estrategia es errónea”, comenta en entrevista para Reporte Índigo.
Ideas viejas contra la inseguridad
Para López Montiel, otra de las estrategias que se han implementado en materia de seguridad y ha dificultado la capacitación y certificación de los cuerpos armados del país, es la idea de centralizar todo.
“Tiene que ver con un concepto que viene de sexenios atrás, en donde la manera de resolver los problemas era centralizándolos. Esta idea del Mando Único durante el sexenio pasado es un claro ejemplo, pues se dejó fuera de la estrategia el ámbito local bajo la idea de que las policías estatales o municipales no pueden con la tarea y entonces tienen que plegarse a un mando federal”.
No obstante, López Montiel advierte que el problema es que por lo general quienes encabezan estos esfuerzos no tienen el suficiente conocimiento a nivel local de la situación y por lo tanto no logran cumplir con los objetivos esperados. “Algo que se mantiene vigente con la Guardia Nacional”, asegura.
“No debemos olvidar que en el país la mayoría de los delitos que se cometen son del fuero común, es decir, compete a los gobiernos locales atenderlos, razón por la cual se deben fortalecer las instituciones de los niveles de gobierno que más están en contacto con la gente”, indica.
