La profesora Guadalupe Ortiz se incorporó en el 2019 como profesora de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez (UBBJ) en el plantel Iztapalapa.
Ella fue una de las fundadoras y le tocó gestionar espacios y mobiliarios, así como no recibir un sueldo los primeros ocho meses debido a que aún no se habían liberado los recursos.
Guadalupe realizó sus estudios de licenciatura y maestría en la UAM Xochimilco; de especialidad en la Universidad de Antioquía, en Colombia; y de doctorado en Estudios Latinoamericanos en la UNAM.
Cuando entró a trabajar le prometieron que su situación laboral se iba a regularizar, ya que como profesora no tenía ningún tipo de prestación, pero el 15 de julio pasado no le pagaron esa quincena.
El 16 de julio informó que no había salido positiva de COVID-19 y le dijeron que se fuera a su casa a descansar, pero desde entonces ya no le renovaron su contrato y tampoco le dieron explicaciones.
“Yo sigo creyendo que mi perfil es adecuado, todas las asignaturas son de corte social”, dice.
Por ejemplo, daba clases de metodología, crisis del agua, historia del agua, ecología política y ecotecnología en el plantel donde se imparte la Ingeniería en Gestión Integrada del Agua.
Además, se sorprendió cuando la titular de las UBBJ anunció que ellos no eran trabajadores, sino beneficiarios también, algo que dice que viola la Ley y que no les habían dicho antes.
“Consideremos que los estudiantes que yo ya no estoy viendo en este momento en las aulas son personas que están trabajando, que están estudiando, que están saliendo de las peores condiciones.
“Que están incluso dándole la vuelta a todas estas condiciones de desventaja, del narcotráfico y del narcomenudeo y que ellos dijeron, queremos ir por otra línea, desde ahí sigo aspirando a que debe ser un proyecto de calidad para esos sectores que están en la periferia, es un compromiso social, moral, que tengo”, asegura.
