Desafío Modal 2017, el ejercicio vial que se convirtió en una lucha de egos

El Desafío Modal se ha realizado durante seis años consecutivos en la Ciudad de México, siendo la bicicleta el medio de transporte que más veces ha ganado la competencia. Sólo en 2016 fue derrotada por los patines.

La bicicleta volvió a coronarse como el medio de transporte más rápido de la Ciudad de México durante la sexta edición del Desafío Modal y los titulares de todos los medios de comunicación hicieron hincapié en esto. Sin embargo, lo que comenzó como un ejercicio para promover el uso de los medios de transporte más eficientes y sustentables se convirtió, en algunos momentos, en una lucha de egos. 

En el evento compitieron 6 medios de transporte: automóvil particular, motocicleta, bicicleta, bicicleta con motor eléctrico, transporte público (Metro), taxi privado (Uber), y un peatón.

Los participantes salieron a las 08:12 de la mañana de la Plaza de la Aviación, ubicada en la colonia Moctezuma de la delegación Venustiano Carranza, con una ruta trazada hacia el Reloj Chino de Bucareli, en la Delegación Cuauhtémoc, una distancia de aproximadamente 7 kilómetros.

El primero en llegar fue un ciclista llamado Jaime Medina quien, según el registro oficial, realizó un tiempo de 16 minutos, ya que llegó a las 08:28 horas al punto de reunión. Junto a él llegó Israel, un joven que participó en el evento disfrazado de Batman.

En segundo lugar, con 60 segundos de diferencia, llegó la primera motocicleta. Cinco minutos después arribaron participantes más, uno de ellos en una zaica eléctrica. 

Así, oficialmente, la bicicleta se convirtió en el medio de transporte que en más ocasiones ha ganado el Desafío (sólo en 2016 fue derrotada por los patines). Sin embargo, los resultaron no dejaron muy contentos a todos los participantes.

“Nosotros llegamos primero”

En un principio el objetivo era llegar al Reloj Chino, ubicado en el número 96 de la avenida Bucareli. No obstante, los organizadores instalaron la meta a 100 metros del lugar (Bucareli 63).

El punto de reunión tuvo que ser modificado ya que la avenida Bucareli se encontraba bloqueada por cercos policiales. Los organizadores sabían que había manifestaciones en la zona y dieron la instrucción a los participantes de llegar como les fuera posible al Reloj Chino. 

Los primeros ciclistas en llegar se toparon con el cerco policial (08:28 horas), justo donde los organizadores habían reinstalado la meta, convirtiéndose en los ganadores del Desafío Modal 2017.

Minutos más tarde, llegaron dos bicicletas más. A las 08:40 ya habían llegado, al menos, 7 participantes en sus burras. En el lugar todos se preguntaban ¿qué habrá pasado con las motocicletas?

Fue en ese momento cuando comenzó la controversia. Siente motociclistas llegaron al lugar donde se había movido la meta y donde todos los participantes estaban llegando.

Argumentaban que tenían más de 10 minutos esperando en el Reloj de Bucareli y que no se habían percatado que el punto de reunión había sido modificado.

¿A qué hora llegaron? – preguntó Marianely Patlán, de ITDP México, – A las 8:29 – respondió una de las motociclistas. 

Marianely Patlán procedió a cambiar los registros que tenía en una hoja de papel en la que anotaba los tiempos de llegada y colocó al contingente de motociclistas en segundo lugar. 

Sin embargo, Alfredo Camacho, uno motociclistas que participó en el ejercicio, aún sin retirarse el casco, aseguró que él había llegado primero al Reloj de Bucareli, lugar al que todos los participantes debían arribar. 

“Faltó que realmente hubiera una observación real de los kilómetros que se iban a recorrer. Yo estoy seguro que las motocicletas ganamos”, dijo Alfredo, quien de manera insistente buscaba que los organizadores cambiaran los registros oficiales para darle el triunfo a la motocicleta. 

“Nosotros ya teníamos como cuatro minutos cuando nos dijeron que las bicicletas tenían un minuto de haber llegado. Creo que se tiene que definir bien la temática y figura bien el lugar de llegada”, insistió. 

Los resultados no cambiaron. Los organizadores decidieron no escuchar los argumentos de los motociclistas, a pesar de la persistencia de algunos de ellos.

El evento terminó con un sabor agridulce para algunos participantes. Sin embargo, ciclistas y motociclistas defendieron y aseguraron que sus medios de transporte eran lo más eficientes y rápidos para desplazarse por la capital mexicana.