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Demandan demolición en Valle de San Ángel

Un grupo de vecinos de la colonia Valle de San Ángel combate la edificación de la torre de departamentos Nubo.

Aseguran que modificó su altura y medidas de construcción permitidas en la licencia expedida por el Ayuntamiento sampetrino.

Los colonos de la zona donde se edifica el desarrollo multifamiliar han recurrido a los juzgados federales y al Tribunal de Justicia Administrativa del Estado, para hacer efectiva una orden de demolición del excedente, pendiente desde hace un año.

Decanini ordenó una inspección que fue practicada por Roberto Renovato Martínez el 6 de junio de 2012, quien informó que los constructores no contaban con los permisos para realizar una serie de modificaciones al inmueble

Un grupo de vecinos de la colonia Valle de San Ángel combate la edificación de la torre de departamentos Nubo.

Aseguran que modificó su altura y medidas de construcción permitidas en la licencia expedida por el Ayuntamiento sampetrino.

Los colonos de la zona donde se edifica el desarrollo multifamiliar han recurrido a los juzgados federales y al Tribunal de Justicia Administrativa del Estado, para hacer efectiva una orden de demolición del excedente, pendiente desde hace un año.

La obra fue autorizada por el exsecretario de Control Urbano, Aldo Decanini, quien después ordenó su clausura tras detectar irregularidades que violaron el Artículo 257 del Reglamento de Zonificación y Usos de Suelo de San Pedro.

Los desarrolladores realizaron trabajos que modificaron el proyecto original que estaba contemplado en la licencia de construcción, otorgada por este exfuncionario municipal el 29 de julio de 2011.

La licencia número 06363 era para edificar ocho departamentos en vertical, distribuidos en 12 niveles y 37 cajones de estacionamiento.

También autorizaba una altura máxima de 38.95 metros y una superficie de construcción de 7 mil 160 metros cuadrados.

Decanini ordenó una inspección que fue practicada por Roberto Renovato Martínez el 6 de junio de 2012, quien informó que los constructores no contaban con los permisos para realizar una serie de modificaciones al inmueble.

Entre las alteraciones que no estaban contempladas en el proyecto original, están la eliminación de cajones de estacionamiento, la ampliación de construcción en el primer piso de 3 metros cuadrados y la eliminación de 55 metros de área verde.

La inspección detectó una ampliación a la edificación de 7 metros cuadrados en el tercer nivel y la violación a la altura de un muro de contención en la parte posterior de la obra, con una longitud que pasó de 18 a 22 metros lineales.

Además, no se respetó la altura de otro muro anexo a los cajones de estacionamiento en el tercer nivel de la torre.

Luego de detectar estas anomalías, el extitular de Control Urbano emitió el 23 de julio del año pasado una resolución en la que multó a los desarrolladores por 3 mil cuotas vigentes en esa zona y ordenó la suspensión de la obra.

Decanini no sólo mencionó que la clausura y la multa prevalecerían hasta obtener los permisos, sino que también se procedería a demoler las modificaciones que estaban fuera de la norma municipal.

“La multa decretada no sustituye la licencia de construcción, de uso de suelo y/o de uso de edificación, no crea derecho alguno ni extingue las demás sanciones a que haya lugar como la demolición”, se lee en el oficio AMDG/DJSECU/837/2012.

“En el caso de que se obtenga la licencia correspondiente, se ordenará la sanción de demolición de lo que no se encuentre autorizado”.

La imposición de sellos y listones de la clausura fueron colocados en el inmueble dos días después del fallo de Decanini.

De esta manera, los desarrolladores impugnaron la multa económica y la clausura de la obra ante el Tribunal de Justicia Administrativa de Nuevo León.

Ante esta instancia, los constructores Óscar Sánchez García y Adán Héctor Lozano Arrambide interpusieron el 1 de agosto de 2012 el juicio de nulidad número 601/2012.

Luego de la presentación del recurso, el 9 de agosto del año pasado la magistrada de la Primera Sala Ordinaria, Juana María Treviño Torres, suspendió la clausura y ordenó el levantamiento de los sellos en el inmueble.

“Se concede la suspensión para el efecto de que no se inicie el procedimiento administrativo de ejecución”, ordenó.

Según la sentencia de la magistrada, esta resolución prevalecería hasta que se tramitaran y obtuvieran las licencias para regularizar la torre de departamentos. 

Sin embargo, la representación legal de los vecinos de Valle de San Ángel pidió un año después revocar esta medida cautelar, ya que la licencia de construcción de Nubo ya había expirado.

El permiso tenía como fecha de vencimiento el 29 de julio de 2013, de tal forma que la misma magistrada del Tribunal de Justicia Administrativa modificó la suspensión y ordenó volver a imponer los sellos de clausura.

Los distintivos fueron recolocados el pasado el 12 de septiembre.

A pesar de esta victoria de los colonos, la magistrada no paralizó la orden de demolición y la clausura fue nuevamente levantada por el Municipio de San Pedro, sin notificar a los quejosos.

En este momento, los vecinos de Valle de San Ángel pelean ante los juzgados de Distrito los excesos en el desarrollo multifamiliar con 3 amparos que siguen su curso jurídico.

Estira y afloja

> 29 de julio de 2011: Aldo Decanini expide licencia de construcción a Nubo para edificar 8 departamentos.

> 6 de junio de 2012: Una inspección detecta modificaciones y excedentes en la altura que violan la norma.

> 23 de julio de 2012: El entonces titular de Control Urbano multa a los desarrolladores, clausura la obra y ordena la demolición del excedente.

> 1 de agosto de 2012: Los desarrolladores impugnan la multa y la clausura ante el Tribunal de Justicia Administrativa.

> 9 de agosto de 2012: El Tribunal de Justicia Administrativa suspende la clausura.

> 30 de julio de 2013: Los vecinos piden modificar la suspensión, porque un día antes había expirado la licencia de construcción de Nubo.

> 12 de septiembre de 2013: Se modifica la suspensión y ordenan imponer los sellos de clausura.

Este año el Municipio otra vez levanta la medida y no notifica a los vecinos en qué fecha se hizo esa diligencia.

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