http://www.youtube.com/watch?v=mTBIKHeMOhU
Los nuevos fraccionamientos que generaron el ultracrecimiento demográfico en Pesquería tienen una alta desocupación de viviendas, que los ha convertido en refugio para delincuentes y un espacio propicio para la inseguridad.
En los 10 desarrollos concluidos o en vías de construcción en la localidad, hay una tasa de desocupación que ronda en el 40 por ciento del parque total de viviendas, de acuerdo con el coordinador de Fraccionamientos del Municipio, Roberto Morales García.
“Obviamente eso influye en la inseguridad, gente que aprovecha para meterse a esas viviendas”, asegura el funcionario adscrito a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas de Pesquería.
Reporte Índigo publicó ayer que el boom inmobiliario en esta ciudad triplicó en los últimos cinco años su población y generó una crisis de abastecimiento de los servicios públicos, como seguridad, educación, salud y transporte.
Alrededor de 30 mil viviendas nuevas se edificaron en el último lustro en Pesquería, es decir, que la desocupación sería de unas 12 mil unidades deshabitadas.
Entre los desarrollos con este problema destaca Valle de Santa María, donde está proyectada la construcción de 22 mil viviendas en una extensión superior a las 150 hectáreas, que al concluirse la convertirá en la colonia más grande de Latinoamérica.
“Va a acarrear todos los problemas que conlleva un fraccionamiento de este tipo. Ante la falta de recursos, el Municipio va a estar imposibilitado de atender toda la demanda que va a generar”, reconoce Morales García.
La colonia, desarrollada por la constructora Javer, se localiza a 15 kilómetros de la cabecera municipal y sólo se puede acceder a ella a través de una calle de dos carriles.
Hasta el momento, la desarrolladora ha edificado alrededor de 13 mil casas del proyecto inmobiliario, que incluyen viviendas unifamiliares, dúplex, cuádruplex y séxtuplex.
“Que mejor se vengan las familias a sus casas y que las ocupen, porque así entre más gente tenga el fraccionamiento nos vamos a cuidar unos a otros y no esté tanta casa sola, porque son cuevas para los vándalos”, dice Cristina Sánchez Maldonado, ama de casa que reside en esta colonia.
“Aquí hay muy poca seguridad, no hay vigilancia, hay mucha delincuencia, hay mucho ratero, mis hijos están chiquitos y ya me los asaltaron”, manifiesta María Beatriz Duarte Aguilar, también colona y dedicada al hogar.
Otro fraccionamiento que presenta una alta desocupación es Colinas del Aeropuerto, desarrollada por Homex, donde se edificaron más de 8 mil viviendas en un terreno que se extiende por 80 hectáreas.
“Hay mucha casa sola, se meten muchos muchachitos a drogarse”, cuenta Verónica Moreno Rodríguez, vecina del fraccionamiento que habita desde hace tres años.
“Aquí lo que falta es mucha vigilancia, al menos aquí conmigo ya van como cuatro veces que intentan meterse (a robar)”, dice Juan Manuel García Ibarra, quien posee una pequeña refaccionaria en la colonia de reciente creación.
Parque Real de Loreto es otro fraccionamiento de unas 8 mil viviendas en edificios séxtuplex –módulos con 6 departamentos en cada uno- que fue complemente abandonado por Homex.
La constructora detuvo hace tres meses la obra, en medio de la crisis financiera que padece el sector inmobiliario en México.
Desde el paro de los trabajos, el fraccionamiento que se extiende por unas 60 hectáreas luce completamente abandonado, sin vigilancia y al acecho de la delincuencia.
“Está sólo, aquí fácilmente puede venir gente, inclusive a habitarlas, a invadirlas. Eso no quisiéramos, pero sí es un problema serio”, reconoce el coordinador de Fraccionamientos de Pesquería, mientras lo rodea un paraje solitario, en medio de viviendas abandonadas.