De camionetas VIP a transporte público

Legisladores y empleados del Senado pasaron de transportarse en camionetas de lujo como Jeep Cherokee o Suburban a trasladarse en autos propios, transporte público, bicicleta o a pie para llegar a su trabajo

Los senadores y funcionarios que laboran en el Senado de la República pasaron de transportarse en vehículos de lujo pagados por el erario a trasladarse en coches propios, Uber, transporte público, bicicleta o algunos hasta a pie.

De acuerdo con una solicitud emitida vía Ley de Transparencia, Reporte Indigo conoció la lista de los 91 vehículos que el presidente de la Junta de Coordinación Política en la Cámara alta, Ricardo Monreal, ordenó retirar el 3 de septiembre pasado a senadores y empleados para subastarlos.

En el listado de automóviles aparecen compactos tipo sedán con versiones de gama media pero también otros autos y camionetas de lujo.

Entre los coches recuperados para subasta se encuentran 52 Toyota Corolla versión LE y 16 Toyota Camry; de las camionetas aparecen 6 Jeep Cherokee, 4 Chevrolet Suburban, 4 Toyota Highlander, 1 Honda Pilot LX, 1 Toyota Sienna, 1 GMC Yukon, 1 Toyota Sequoia, entre otras.

Fuentes dentro del Senado confirmaron a este medio que tras el retiro de los vehículos, legisladores y empleados tuvieron que optar por comprar un automóvil con sus propios recursos, rentar una unidad, solicitar servicio de Uber u hospedarse o vivir cerca del órgano legislativo para llegar a pie.

De hecho, el mismo Ricardo Monreal ha compartido videos en su cuenta de Twitter sobre una bicicleta en los que asegura va dirigirse al órgano legislativo de Reforma.

Por su parte, la senadora de Movimiento Ciudadano, Indira Kempis también afirmó en la red social Twitter el pasado 20 de septiembre que no cuenta con auto y que suele trasladarse en taxis de Uber.

“Acordamos en el Senado no usar auto de aquí al sábado. Como sea yo ni auto tengo. Lo que sí es que tengo que usar Uber para ir al aeropuerto, si alguien quiere compartir (que trabaje en Senado y me está leyendo) nos ponemos de acuerdo”, publicó Kempis.

Hace unas semanas, la Cámara de alta se sumó al Día nacional sin automóvil (22 de septiembre) e invitó a sus empleados a no utilizar vehículos de motor del 20 al 22 del mes anterior.

Además del retiro de las unidades, al inicio de la 64 Legislatura también se eliminó el bono de 300 mil pesos para cada senador que tenía el propósito de que fueran destinados para la compra de un auto nuevo y una computadora

Las medidas anteriores fueron parte del acuerdo de austeridad dentro del Senado con el que se pretende disminuir el gasto en la realización de sus funciones a partir de este año.

Monreal Ávila señaló que el retiro de coches significaría un ahorro en gasolina, mantenimiento, seguro y estacionamiento, que era cargado a la cuenta de la Cámara alta y que a partir del día de la recuperación el gasto correría por cuenta personal de los funcionarios públicos que la integran.

Los vehículos recuperados daban servicio a grupos parlamentarios, y a áreas administrativas y técnicas de la Cámara.

Antes de iniciar la 64 Legislatura la Mesa Directiva del Senado contaba con disponibilidad de 11 unidades, para el presidente, vicepresidentes y secretarios.

El grupo parlamentario al que más autos se le retiraron fue el del PRI con 15. Entre las unidades se encontraban tres camionetas –una Ford Expedition XLT, una Ford F150-XL y una Toyota Sequoia- así como tres coches Toyota Camry y 9 Corolla.

El PAN devolvió 9 coches al igual que el PRD. Entre los vehículos que utilizaba Acción Nacional están una camioneta Chevrolet Suburban, una Nissan Urvan y 7 Corolla.

El PRD regresó dos coches Camry, una camioneta de pasajeros Toyota Hiace y 7 Corolla, todos de la marca automotriz Toyota.

Por su parte, el PVEM y el PT solo tenían a su servicio un Camry cada uno, según la lista de autos devueltos.

El resto de vehículos corresponden a la Comisión de Administración, al Instituto Belisario Domínguez, a la Secretaría de servicios parlamentarios, a las direcciones de contabilidad, recursos humanos de recursos materiales, presupuesto y finanzas, entre otras.

En la solicitud de información en la que este medio cuestionó al Senado para conocer los vehículos recuperados, también preguntó si habían propuestas de compra y el precio estimado para venderlos, a lo cual respondió que “a la fecha de la presente solicitud, no se han presentado propuestas, así mismo no se cuenta con el valor unitario o por lote (de los autos)”.

La respuesta cuenta con fecha del 1 de octubre de 2018 y está firmada por Roberto Figueroa Martínez quien es Secretario General de Servicios Administrativos.

Derroche millonario

Reporte Indigo también indagó sobre cuánto dinero destinó el Senado en la compra de vehículos entre el 2012 y el 2017, periodo en el que laboró la 63 Legislatura.

La Cámara alta informó que en ese lapso adquirió 65 automóviles por un monto total de 20 millones 353 mil 955 pesos

De la compra de las unidades once empresas se vieron beneficiadas. Automóviles Vallejo obtuvo 9.4 millones de pesos por la venta de 37 coches. Le siguió Automotriz Nihon que cobró 4.3 millones de pesos por venderle al Senado 15 vehículos.

Automóviles Andrade fue la tercera compañía que más dinero consiguió a cambio de tres camionetas Ford F150 por 1.7 millones de pesos.

Los datos del gasto en la Cámara de Senadores dejaron al descubierto que el 2013 fue el año en el que más se utilizaron recursos para la compra de 34 coches que en conjunto sumaron 8 millones 663 mil pesos.

En el 2015 también se observa un repunte en el ejercicio de dinero para el mismo fin, debido a que se erogaron 4 millones 550 mil pesos por 14 unidades.

El récord del vehículo más caro adquirido por el Senado entre el 2012 y el 2017 es una camioneta GMC Yukon modelo 2015, la cual tuvo un monto de 894 mil 900 pesos; en segundo lugar se encuentran las tres Ford F-150 2016 que cada una tuvo un valor de 577 mil 100 pesos.

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