Cultura entre fraude
La Auditoría Superior detectó dos fraudes en eventos culturales de Puerto Vallarta financiados en 2017 con recursos federales que no cumplieron lo proyectado. En uno de estos el responsable es el Gobierno municipal y en el otro son asociaciones civiles
Luis Herrera[kaltura-widget uiconfid=”39952882″ entryid=”0_10r9v9d9″ responsive=”true” hoveringControls=”false” width=”100%” height=”75%” /]
Puerto Vallarta fue el escenario de un par de fraudes culturales con un daño millonario para el erario público en el 2017. Uno de ellos fue operado por el propio Gobierno municipal y el otro por asociaciones civiles, según las investigaciones realizadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En su auditoría 280-DS a los “Programas de Cultura en las Entidades Federativas” que financió la Secretaría de Cultura federal en 2017 con una bolsa de mil 297.9 millones de pesos (mdp), la ASF detectó un primer fraude en la asignación de 3 mdp que recibió el Gobierno de Puerto Vallarta, encabezado por el alcalde Arturo Dávalos Peña, de MC.
Los ‘Programas de Cultura en las Entidades Federativas’ han sido cuestionados porque la selección de los proyectos la hacen diputados
Ese dinero debía usarse para realizar el festival cultural “Vallarta Cien Años Mayofest” que incluía nueve conciertos musicales, dos talleres sobre la música y el arte circense, un encuentro de coristas y el montaje de la exposición “Usted está aquí, Las Peñas 1917: Los Próximos 99”, que duraría un mes.
El gobierno de Dávalos Peña reportó a la ASF que sí se habían presentado los nueve artistas contemplados en el festival, pero que habían sido contratados a través de un proveedor al que se le pagó un millón 688 mil 900 pesos. Sin embargo, cuando la ASF le solicitó evidencia de todos los conciertos, la administración solo pudo probar uno.
La ASF visitó a cuatro de los nueve artistas que supuestamente habían estado en el festival. Tres de ellos, por los que el municipio pagó al citado proveedor un millón 46 mil 100 pesos, señalaron que no fueron contratados ni participaron en el evento. El artista restante, aún cuando informó que sí se presentó en el evento, aclaró que quien lo contrató y le pagó sus servicios fue una persona física que no forma parte de la empresa que le facturó y cobró al municipio 406 mil pesos.
La ASF concluyó sobre dicho festival que no se tiene la certeza de que el recurso federal otorgado para su realización haya sido utilizado para el proyecto.
“Se presume un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal por un monto de un millón 688 mil 900 por los recursos otorgados al Municipio de Puerto Vallarta, para la ejecución del proyecto ‘Vallarta Cien Años Mayofest’, consistente en la realización de 9 conciertos musicales en los que se presentarían igual número de artistas de renombre, de los cuales no existe evidencia de la participación de 8 de ellos”, señala el documento.
El segundo fraude
El segundo fraude cultural en Puerto Vallarta está relacionado con la dupla de asociaciones Drama, Voz y Movimiento y la Institución Romero Mac Gregor, que según la ASF recibieron 17 millones de pesos (8.5 millones cada una) para organizar eventos culturales en Jalisco, Aguascalientes, CDMX y Veracruz sin que haya ninguna evidencia de su realización.
En específico, Drama, Voz y Movimiento recibió 2 mdp para efectuar el “Festival Cultural de los Reyes” que debía celebrarse en ese destino turístico, pero se presume que el evento no fue realizado.
A decir de la ASF, ese par de asociaciones trabajan juntas y cometieron un gran listado de anomalías con el dinero que recibieron. Pese a ello, el Gobierno de Vallarta se involucró con ellas para organizar el festival municipal del primer fraude.
“Es importante señalar que uno de los asociados del beneficiario Drama, Voz y Movimiento, A.C. es la persona física que (…) cubrió el importe de los servicios al único artista programado que se presentó en el evento ‘Vallarta Cien Años Mayo-fest’”
La presentación de fotos de eventos de Chile, España y Argentina como si fueran evidencias de los actos que debían realizar en México, de documentos presuntamente apócrifos de cotizaciones de empresas y supuestas autorizaciones obtenidas de Milpa Alta en CDMX, de tres alcaldías de Aguascalientes y tres de Jalisco son algunas de las anomalías encontradas.
La ASF también descubrió que en su declaración anual de impuestos 2017, los únicos ingresos que tuvieron fueron los obtenidos vía donativos por parte de la Secretaria de Cultura y que habrían triangulado los recursos.
“En el análisis de las actas constitutivas tanto de los dos beneficiarios como de sus proveedores, se observó una relación directa entre ellos”, se lee.
La triangulación la constató la ASF al revisar los estados de cuenta bancarios de las firmas proveedoras que contrataron, pues “después de que éstas recibieron el pago por los servicios supuestamente prestados, transfirieron 19,184.4 miles de pesos (19.1 millones de pesos) a dos de los accionistas de Drama, Voz y Movimiento, a uno de la Institución Romero Mac Gregor, así como del despacho jurídico Romero Mac Gregor y Asociados, que comparte el mismo domicilio fiscal de dicha institución”.
Acuerdos opacos
Este programa auditado por la ASF ha recibido recurrentemente señalamientos de corrupción pues la selección de los proyectos públicos y privados a financiar la hacen los propios legisladores federales en la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados.
La falta de transparencia en la selección la constató la Auditoría Superior de la Federación, pues señala que “la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados no proporcionó los criterios con base en los cuales determinó procedente su viabilidad técnica y financiera”.
El programa dirigió 522.3 millones de pesos para 182 proyectos gubernamentales y 775.5 millones de pesos para 269 proyectos no gubernamentales; al final se hallaron anomalías en 105 proyectos y se determinaron recuperaciones por 243.7 millones de pesos (17.1 mdp ya operadas y 226.6 mdp pendientes).
