El agua de la Ciudad de México registra un aumento en elementos contaminantes

Crece agua contaminada en la CDMX

Desde hace tres años, el agua de la Ciudad de México registra un aumento en elementos contaminantes como las bacterias coliformes; especialistas atribuyen esta situación a la insuficiencia que existe para atender la demanda de la capital

Las concentraciones de sustancias contaminantes en el agua de la Ciudad de México han ido en aumento desde el 2018.

Información solicitada a través de sistemas de transparencia revela que en 16 de 50 criterios de evaluación para medir la calidad del agua, han aumentado los niveles de contaminación durante los últimos tres años, el 32 por ciento del total.

Entre los 16 elementos contaminantes cuya concentración ha crecido están las bacterias coliformes, asociadas a padecimientos gastrointestinales.

Además, especialistas señalan que el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) no mide químicos tóxicos -como el benceno- asociados al cáncer.

También consideran que aunque la calidad del agua es aceptable, representa un problema de salud, pues las concentraciones encontradas pueden provocar enfermedades a la ciudadanía.

No hay suficiente agua y se necesita traerla de diversas fuentes aunque estas no sean de la mejor calidad
Guadalupe SotoEspecialista del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM

Elementos en aumento

Reporte Índigo obtuvo el Reporte de Calidad de Agua de los Pozos de 2018, 2019 y 2020 de la dirección de apoyo técnico y planeación del Sacmex a través de la solicitud de información 0324000082320 hecha en el sistema InfoMexDF.

En dicho documento se muestra que el primer elemento cuya concentración en el agua ha crecido es el hierro; en el 2018 se registraron 0.402 miligramos por litro (mg/l), cifra que aumentó a 2.200 mg/l en el 2020.

Según el documento consultado, los niveles referidos rebasan la norma oficial mexicana NOM-127- SSA-1-1994 que establece la cantidad máxima de contaminantes en el agua y estipula que el hierro no debe ser mayor a 0.3 mg/l.

Después sigue el color. En el 2018 tenía una medida de 15.790 puntos y para este año aumentó a 28.516, aún cuando el parámetro de la norma señala que la concentración mayor es de 20 puntos.

El tercer elemento son los sólidos totales. Mientras en el 2018 se reportaron 550.309 miligramos en cada litro de agua de los pozos capitalinos, el índice creció a mil 029 en el 2020. En este caso la NOM mencionada no señala un máximo.

Después sigue el nitrógeno amoniacal. La concentración en 2018 era de 0.807 mg/l y para este año se incrementó a 5.177. Lo que supera por mucho el parámetro de la norma que señala que el límite debe ser de 0.5 mg/l.

El quinto elemento es el manganeso que pasó de 0.134 mg/l en 2018 a 2.200 en 2020, a pesar de que la norma indica que no debe rebasar los 0.15 mg/l

Sigue el potasio, cuya concentración máxima no se detalla en la norma pero también creció su presencia en el agua. En el 2018 se contaron 11.914 mg/l y en el 2020, 19.112.

Mientras que el sodio aumentó de 100.900 mg/l en 2018 a 266.161 en este año, lo que supera el parámetro de 200 mg/l.

Por otra parte, el magnesio creció de 26.904 a 32.651 en el lapso mencionado, para este elemento tampoco está definido un máximo en la regulación.

El calcio se reportó en una concentración de 34.072 mg/l hace dos años y actualmente se sitúa en 43.041. Sin embargo, para este caso tampoco existe un parámetro que defina las concentraciones límite.

Mientras que las bacterias coliformes totales en el 2018 tenían una concentración en el agua de la ciudad de 8.503 mg/l, que en 2020 se incrementó a 23.046. La norma señala que el índice máximo es de 0.

La turbiedad pasó de 9.697 unidades de turbiedad (UNT) en 2018 a 12.283 en este año; también se supera el parámetro de la norma que afirma que no se deben rebasar las cinco UNT.

La cantidad de sólidos totales fijos es otro criterio que también se incrementó de 696.966 en 2018 a mil 52 en 2020. Este otro elemento para el que la regulación no prevé un límite.

También están los sólidos disueltos totales que de 775 en 2018, pasaron a mil 184 en 2020 aún cuando el parámetro estipula que la máxima acumulación debe ser de mil.

Otro de los elementos que han presentado un incremento son las sustancias activas al azul de metileno, los nitratos y la demanda de oxígeno total.

Parámetros preocupantes de la contaminación del agua

La concentración de los contaminantes del agua mencionados hacen que su calidad sea aceptable; sin embargo, los niveles de bacterias coliformes, sólidos totales y de turbiedad tienen niveles que pueden afectar la salud de las personas, dice Guadalupe Soto, especialista del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Señala que el Sacmex debe trabajar en mejorar los niveles de coliformes porque su concentración en el agua debe ser nula para evitar afectaciones a la población.

“Es importante que no tengan presencia y se debe revisar que exista el nivel de cloro adecuado para eliminarlos”, dice.

Soto menciona que dichas bacterias son responsables de cuadros diarreicos en las personas y otras enfermedades gastrointestinales.

También indica que la turbiedad está en un nivel elevado y lo atribuye a la presencia de los coliformes y sólidos totales.

Por otra parte, considera que el sistema de aguas local debe de evaluar contaminantes como el benceno, etilbenceno y tolueno, que no aparecen en el reporte y que en concentraciones altas provocan cáncer.

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