Contingencia por Covid-19 en marcha en la CDMX
Para los capitalinos regresar del puente por el natalicio de Benito Juárez, significó una nueva rutina marcada por el COVID-19 y la intensificación de las medidas para evitar su contagio
David MartínezLos cláxones de los coches no sonaron con tanta intensidad el 17 de marzo de 2020. El primer día con medidas más severas para evitar el contagio de la cepa de coronavirus Covid-19 fue distinto.
Ayer, también fue el regreso del segundo puente por día feriado de 2020.
El Covid-19 –que brotó en China en diciembre de 2019– modificó esa dinámica porque el Gobierno federal anunció la suspensión de clases a nivel básico desde el 23 de marzo y la administración capitalina dio a conocer este lunes la cancelación de todos los eventos masivos con más de mil asistentes, las audiencias públicas, y reforzó las medidas de limpieza en el transporte público.
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También se llamó a evitar los saludos de mano, beso y abrazo.
Caminar por el centro, a las 9:00 de la mañana, fue diferente debido a que empresas, ante los 21 contagios confirmados en la capital y los 93 a nivel nacional, prefirieron que sus empleados hicieran homeoffice.
Un ejemplo de que la iniciativa privada también reaccionó ante el Covid-19 es la cadena californiana de tecnología Apple, que desde el 16 de marzo implementó el trabajo desde casa y cerró sus dos tiendas oficiales en la ciudad (Antara y Santa Fe).
Sobre Regina está la escuela primaria Fray Pedro de Gante, donde las clases continúan pero se aplican medidas sanitarias.
Félix, padre de familia, explica que los niños tienen que entregar un cuestionario contestado por sus papás donde indiquen si el menor tiene tos, gripe o síntomas de Covid-19.
El hombre afirma que muchos padres prefirieron dejar a sus hijos en casa, por lo cual, la dirección del plantel señaló que, si el 18 de marzo los grupos de alumnos no se completan, suspenderán las clases antes del 20 de marzo, fecha estipulada por las autoridades federales.
“Si mañana no vienen muchos, ya suspenden clases”, declara el padre de un niño de quinto grado de primaria.
La necesidad obliga a salir pese a Covid-19
Sin embargo, hay quienes no pueden dejar de salir a la calle pese a la problemática, que a nivel internacional fue declarada una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Hasta ayer, estaban contabilizados 197 mil 139 casos de coronavirus en 156 países del mundo con un registro de 7 mil 916 muertes.
Por ejemplo, los policías que cuidan las calles, las personas que preparan alimentos, repartidores de comida, entre otros, quienes viven día a día de lo que ganan en una jornada de trabajo.
La figura de un repartidor de comida de Uber Eats resalta entre cuatro personas que cruzan 20 de noviembre con dirección a la calle 5 de febrero. José Ruffo Lima lleva alimentos porque su necesidad no le permite resguardarse en su casa para evitar un contagio.
El hombre, de 50 años, refiere que sí le preocupa la situación y en un caso extremo, si llegara a presentar algún síntoma, dejaría de salir.
Yo tengo familia y, si en algún momento tengo un síntoma, iría al doctor y dejaría de trabajar. Tendríamos que hacer sacrificios en mi hogar
Ruffo Lima vuelve a abordar su bicicleta y se marcha.
Rumbo a Francisco I. Madero, por los portales que están en el Circuito Constitución, donde abundan las joyerías, las personas caminan tranquilamente.
En el corredor peatonal de Francisco I. Madero hay gente, aunque no la habitual después de un fin de semana largo.
En la calle Motolinía se percibe un aumento de las personas que almuerzan gorditas, tacos, y tamales.
El “home office” y la suspensión de clases en la UNAM y otras instituciones es aún más notoria metros adelante, en el cruce de Eje Central para ir de Madero a Avenida Juárez.
Este martes 17 de marzo unos pocos capitalinos atraviesan de manera tranquila y ordenada.
Avenida Juárez no es excepción, frente a la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Museo de Memoria y Tolerancia apenas hay gente caminando.
El canto de los pájaros supera al ruido de los automóviles y las personas.
Por la acera del lujoso Hotel Sheraton una mujer adulta mayor camina a paso lento con dirección al Zócalo.
Fernanda Guadalupe Hiniztrosa tuvo que salir de su casa a pesar de la recomendación del Gobierno para que los adultos mayores eviten los exteriores.
La Secretaría de Salud (SSA) Federal informó que los adultos mayores son un grupo vulnerable que es más propenso a contagiarse del Covid-19.
Sin embargo, Fernanda no tiene opción porque debe acudir a la Notaría 51 para arreglar un trámite que desde hace cinco años está en proceso.
Con voz lenta, relata que tiene miedo y toma medidas básicas como lavarse las manos de manera continua y carga un gel antibacterial.
Si no es urgente no salgo, pero es necesario salir, me van a retrasar otra vez la cita en la notaría
Añade que más allá de temer por ella, está preocupada por sus nietos y por los niños del país.
Más adelante, casi frente a la estación Hidalgo de la Línea 3 del Metrobús hay una sucursal del banco Santander, son las 9:30 de la mañana, y hay una fila que da la impresión de que no está brindando servicio.
Como medida sanitaria, sólo están atendiendo por grupos de 10 usuarios dentro del establecimiento.
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Paseo de la Reforma tampoco es el mismo, los embotellamientos cotidianos desde avenida Hidalgo hasta Insurgentes no se ven.
El avance del Covid-19 mantiene la contingencia en fase 1. En países como España han fallecido más de 500 personas. Mientras tanto, el virus ya modificó la rutina de los habitantes de la CDMX.
