CIUDAD DE MÉXICO, 14OCTUBRE2020.- Adultos mayores, jóvenes y niños realizan filas desde tempranas horas a las afueras de la Unidad Médica Familiar Número 28 Gabriel Mancera, con el objetivo de ser vacunados contra la influenza, esto en el marco de la Campaña de Vacunación Influenza 2020. 
FOTO: ROGELIO MORALES /CUARTOSCURO.COM

Conoce las similitudes y diferencias entre COVID-19 e influenza

La diferencia más significativa es que ya existe una vacuna para protegernos de la influenza; y hasta ahora, no se ha aprobado ninguna vacuna para prevenir el COVID-19

La influenza y COVID-19 son enfermedades respiratorias contagiosas, provocadas por virus diferentes.

El COVID-19 es causado por la infección de un nuevo coronavirus (llamado SARS-CoV-2) y la influenza es causada por la infección de los virus de la influenza.

Similitudes:

Tanto COVID-19 como el virus de influenza son virus de transmisión aérea. Se transmiten en general por vía respiratoria (boca y nariz) y por los ojos, a través de las gotitas (aerosol) que producen los portadores cuando tosen, estornudan o hablan. También se puede transmitir por el contacto humano o por objetos o sustancias contaminadas.

Además, ambas enfermedades pueden tener distintos grados de intensidad, que van desde la ausencia de síntomas (casos asintomáticos) a síntomas graves. Los síntomas más comunes tanto del COVID-19 como de la influenza incluyen:

  • Fiebre o sentirse afiebrado/con escalofríos
  • Tos
  • Dificultad para respirar (sentir que le falta el aire)
  • Fatiga (cansancio)
  • Dolor de garganta
  • Dolor muscular y molestias corporales
  • Dolor de cabeza
  • Algunas personas pueden tener vómitos y diarrea, aunque esto es más común en los niños que en los adultos

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Diferencias:

Dado que algunos de los síntomas de la influenza y el COVID-19 son similares, puede ser difícil distinguir entre ambas enfermedades basándose solo en los síntomas, y podría ser necesario realizar una prueba de detección para ayudar a confirmar el diagnóstico.

La diferencia más significativa es que ya existe una vacuna para protegernos de la influenza; y hasta ahora, no se ha aprobado ninguna vacuna para prevenir el COVID-19.

En la influenza, algo distintivo es lo abrupto de los síntomas: de un día a otro los síntomas del paciente se intensifican. En el caso del COVID-19 es más gradual: empieza con fiebre, luego tos y finalmente con dificultad respiratoria.

Otros signos y síntomas del COVID-19, diferentes de los de la influenza, pueden incluir cambios o pérdida del olfato o el gusto.

El COVID-19 es más contagioso entre ciertas poblaciones y grupos de edad que la influenza; el virus que causa el COVID-19 puede propagarse rápida y fácilmente a muchísimas personas y provocar la propagación continua entre las personas a medida que el tiempo avanza.

Grupos de riesgo

Al igual que con el COVID-19 existen grupos que tienen mayor vulnerabilidad al desarrollo de complicaciones asociadas a la influenza, personas con diabetes, enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

El riesgo es mayor para los mayores de 50 años, mujeres embarazadas, niños desde los seis meses hasta los 10 años y enfermos crónicos, quienes deben vacunarse tan pronto comience la temporada de influenza, a partir de octubre.

Mientras que para el COVID-19 los grupos de riesgos definidos por las autoridades sanitarias son las personas mayores y las que padecen afecciones médicas previas como hipertensión arterial, problemas cardíacos o pulmonares, diabetes, obesidad o cáncer tienen más probabilidades de presentar cuadros graves. Sin embargo, cualquier persona puede contraer la COVID‑19 y caer gravemente enferma.

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¿Cuánto tiempo duran los síntomas?

Los signos y síntomas de la  influenza sin complicaciones por lo general desaparecen después de 3-7 días en la mayoría de los casos; aunque la tos y la sensación de malestar pueden permanecer durante más de 2 semanas, especialmente en las personas mayores y aquellas con enfermedades pulmonares crónicas o sistema inmunitario debilitado.

La mayoría de las personas (alrededor del 80%) que contraen COVID-19 se recuperan de la enfermedad sin necesidad de tratamiento hospitalario. Alrededor de 1 de cada 5 personas que contraen la COVID‑19 acaba presentando un cuadro grave y experimenta dificultades para respirar.

El tiempo que transcurre entre la exposición a la COVID‑19 y el momento en que comienzan los síntomas suele ser de alrededor de cinco o seis días, pero puede variar entre 1 y 14 días.

El pasado 11 de octubre, José Luis Alomía, director de Epidemiología, confirmó el primer caso de una paciente que porta la nueva cepa de coronavirus (COVID-19) y, al mismo tiempo, la llamada influenza humana (AH1N1).

El funcionario público explicó que se trata de una mujer de 54 años de edad, además es “una persona que padecía de enfermedades autoinmunes, con antecedentes de cáncer y de obesidad, además de enfermedad pulmonar crónica”.

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