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Congreso desmantelado

A la salida de legisladores que han pedido licencia, los pendientes que tiene el Congreso de la Unión quedarán en manos de más de 100 suplentes, muchos de ellos sin experiencia legislativa

La temporada de suplentes comenzó oficialmente en el Congreso de la Unión.

El mes de abril, último de sesiones ordinarias de ambas Cámaras del Congreso, comenzará con el trabajo de un centenar de suplentes que se incorporaron recientemente a las tareas legislativas o que apenas van a hacerlo la próxima semana.

Llegan a sus curules o escaños porque los titulares han dado el salto a alguna candidatura para la próxima elección del 1 de julio.

Los pendientes no son pocos. Temas de gran calado esperan la negociación en el Senado y la Cámara de Diputados.

La licencia de algunos de los congresistas más influyentes entorpecerá el avance de estos asuntos.

Esta situación, aunada al crispado ambiente político por la campaña electoral, y la falta de tiempo para analizar y construir acuerdos —el periodo de sesiones concluye el 30 de abril— vuelven una misión casi imposible que los temas pendientes prosperen.

Licencias al por mayor

El Congreso operará en su último mes de sesiones con al menos 142 suplencias que se generaron a partir de que comenzó el proceso electoral en septiembre pasado.

En ambas Cámaras un total de 176 legisladores han pedido licencia a sus cargos; de ellos 34 se han reincorporado a sus actividades porque, o les fue negada la candidatura o solo requerían tener licencia mientras su partido decidía si eran o no candidatos, tras lo cual volvieron a sus lugares en el Congreso.

La semana pasada ocurrió la desbandada más numerosa en el Congreso. Tan solo el jueves, 51 diputados de diferentes bancadas pidieron licencia a su cargo; sin embargo, cada semana se han registrado salidas desde el banderazo del proceso electoral 2018.

En pos de su siguiente tarea política, los congresistas han abandonado sus lugares y con ellos se va el avance que los asuntos pendientes podían tener ya en comisiones.

Los suplentes llegan a sus curules o escaños porque los titulares han dado el salto a alguna candidatura para la elección del 1 de julio

Entre quienes se fueron pensando ya en su siguiente salto a un cargo público están César Camacho, quien coordinaba la bancada de los diputados del PRI y ahora es candidato al Senado por el Estado de México.

Camacho se enfrentará en la boleta electoral del Senado a Delfina Gómez, otra diputada federal que pidió licencia y quien compitió en 2017 por la gubernatura mexiquense.

Se fue también Rocío Nahle, coordinadora de Morena en San Lázaro, quien busca llegar al Senado por Veracruz.

Otros dos líderes de bancadas también dejaron su cargo. Se trata de Clemente Castañeda, quien dirigía la bancada de Movimiento Ciudadano; y Alejandro González Murillo, del PES.

Manuel Espino, el expanista que llegó a la Cámara de Diputados a la bancada de Movimiento Ciudadano a la que después renunció, dejó su cargo la semana pasada y ha tenido acercamientos con la coalición Por México al Frente (PAN, PRD y MC).

Entre los legisladores más influyentes que han pedido licencia está también Jorge Carlos Ramírez Marín, del PRI, quien buscará una senaduría por Yucatán.

Del PRI han pedido licencia también Sylvana Beltrones, quien intentará llegar al Senado por Sonora; Carolina Monroy, que va por la alcaldía de Metepec, Estado de México; entre otros.

Del PAN, dejaron su cargo los diputados Gina Cruz, quien presidía la Comisión de Hacienda; Jorge Ramos, quien era presidente de la Comisión de Seguridad Pública. Ambos buscarán ganar un lugar en el Senado por el estado de Baja California.

Por el PRD, uno de los diputados que dejó su curul fue Francisco Xavier Nava, candidato a la alcaldía de la capital de San Luis Potosí.

Suplentes ¿improvisados?

Al cargo de las tareas legislativas que estos políticos llevaban a cabo quedaron sus suplentes, quienes en algunos casos carecen de experiencia en las tareas del Congreso o están poco involucrados en los temas que sus antecesores trabajaban.

Esto se potencia en el caso de los suplentes de los coordinadores parlamentarios, quienes tenían a su cargo las negociaciones entre las bancadas para llegar a acuerdos sobre todos los temas.

El Congreso operará con al menos 142 suplencias que se generaron a partir de que comenzó el proceso electoral

El suplente del priista César Camacho, exlíder de la bancada priista, es Arturo Huicochea Alanís, quien ha sido funcionario en el Estado de México y asesor parlamentario; además, es socio de Camacho en la empresa Estrategia Integral Consultores.

La suplente de Rocío Nahle, quien lideraba la bancada de Morena, es Justina del Carmen Luna Pérez, quien es catedrática de la Universidad Veracruzana y fue trabajadora de Telé- fonos de México.

En el lugar de Clemente Castañeda, quien dirigía la bancada de Movimiento Ciudadano, tomó protesta Salvador García González, quien fue migrante en los Estados Unidos, presidió el Club Jamay Jalisco en Los Ángeles y fue consejero del Instituto de Mexicanos en el Exterior.

La curul de Alejandro González Murillo, ex coordinador de la bancada del PES, fue nombrado Raúl Badillo Ramírez, quien no tomó protesta porque actualmente es alcalde del municipio de Huejutla, en Hidalgo.

Aunque son suplentes de los ex coordinadores de las bancadas, ese cargo no les fue transferido y las bancadas tuvieron que nombrar a nuevos líderes a solo unas semanas de concluir los trabajos de la 63 Legislatura.

Grandes pendientes

Con una Legislatura en la que participan decenas de suplentes, el Congreso de la Unión debería resolver este mes —una vez que vuelvan de sus vacaciones de Semana Santa— algunos temas que están pendientes en su agenda.

142
suplentes cerrarán el periodo de sesiones en el Congreso

Uno de los más esperados es la Ley para regular la publicidad gubernamental, que la Suprema Corte de Justicia de la Nación mandató al Congreso y dio como plazo el día 30 de abril para aprobarla.

Continúa pendiente también la Ley de la Fiscalía General de la República; la Ley para el Robo de Hidrocarburos; y la Ley de Obras Públicas, como parte de la segunda etapa de las leyes anticorrupción.

En cuanto a los nombramientos, el Senado debe procesar las nuevas designaciones para comisionados del INAI; y a los magistrados del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, entre otros.