Cierre de bodegas en la Central de Abastos genera escasez en mercados locales

El aumento en el número de casos por coronavirus provocó que locatarios de la Central de Abastos comenzaran a cerrar sus bodegas, la decisión ha afectado a miles de comerciantes que dependen de las frutas y verduras para abastecer los mercados locales. Se espera que en las próximas dos semanas las hortofrutícolas comiencen a escasear y los negocios a cerrar

Algunos mercados de la Ciudad de México se están quedando sin productos para satisfacer la demanda alimenticia de la población en medio de la emergencia sanitaria por coronavirus (Covid-19). Los locales que antes estaban abarrotados de frutas, verduras y legumbres comienzan a cerrar. La angustia crece entre los comerciantes al no poder adquirir más productos, debido al alza en los precios y a que gran parte de las bodegas de la Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA) bajaron sus cortinas.

María del Pilar Oropeza, comerciante del Mercado Santa Anita en la Alcaldía Iztacalco, comenta que además de las bajas ventas en las últimas semanas, una de las situaciones que más le preocupan es que en la central, por cada día que pasa, más bodegas son las que cierran, y las que quedan abiertas comienzan a aumentar el precio de los productos básicos.

Hasta ahora, las bodegas que dejaron de dar servicio, en su mayoría son las que abastecen de verdura y fruta, eso a mí me afecta. Lo que nos comentan es que los cierres se están dando porque los agricultores prefieren resguardarse en casa a quedar expuestos en una zona de alto contagio por coronavirus. Además, se escucha por parte de algunos locatarios sobre el limitar o cerrar algunas regiones que conectan con la central, pero si eso pasa, ¿cómo va a llegar la mercancía a la ciudad?
Comerciante

El centro de mercadeo considerado el más grande del mundo, con un espacio de 327 hectáreas de pasillos entre los que se pueden encontrar productos a precio de mayoreo como frutas, legumbres, verduras, flores, carnes, pescados, dulces, abarrotes, granos y semillas disminuyó sus ofertas, con esto las tiendas de autoservicio, “tienditas de la esquina”, mercados y zonas de tianguis podrían quedarse sin suficientes insumos en los próximos días.

Antes de que el brote por Covid-19 llegara al territorio mexicano, en la CEDA, cerca de 90 mil comerciantes atendían a más de 600 mil personas por día, de acuerdo con los datos de la propia central.

Ahora, el número de consumidores disminuyó de forma drástica, pues solo se le permite el acceso a una persona por local, que deberá esperar a ser atendido en largas filas, portar cubrebocas y usar de manera constante gel antibacterial.

Para Miguel Montoya, locatario del Mercado de la Moderna en la Alcaldía Benito Juárez, es cuestión de días para que los productos que se ofrecen en el mercado comiencen a escasear, pues asegura que en la central cerca de un 60 por ciento de los locales ya están cerrados.

“Si los cierres llegan al 80 por ciento, estoy seguro de que la distribución de alimentos se frenará en todo el país. En los últimos días los distribuidores no nos han entregado la mercancía completa, y además la están vendiendo más cara. Me quedan como tres o cuatro días para abastecerme de productos, porque ya no hay producción, ya no están llevando alimentos. Las personas de este mercado por eso dejan de trabajar, porque ya no les alcanza el dinero, muchas de ellas no pueden transportarse y además tienen miedo de ser contagiadas.

En este momento yo le diría a la gente que compre alimentos y que lo guarde en los refrigeradores, porque sí se viene una escasez muy fuerte. Yo me preparo para mi familia, estoy almacenando productos y los congelo, solo espero se conserven por al menos dos semanas. Falta enfrentarnos a lo que pasará después de mayo, pues se debe tomar en cuenta que muchos agricultores no están trabajando el campo”, expresa Montoya.

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De frente al miedo

La Central de Abasto, también conocida como el “estómago” de la Ciudad de México, abastece a más de 20 millones de habitantes día a día y es un espacio vital para la economía de millones de mexicanos que comercializan hortofrutícola y otras mercancías en 24 estados de la República Mexicana, de acuerdo con el Fideicomiso para la Construcción y Operación de la Central de Abastos de la Ciudad de México (FICEDA).

El pasado 25 de marzo, ante la preocupación de la población mexicana por un posible desabasto de comida, la secretaría de Economía, Graciela Márquez Colín dijo en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador que el país contaba con un abasto de alimentos y productos básicos hasta por 100 días, sin embargo, solo ha pasado poco más de un mes en cuarentena y ya se están experimentando problemas en el sector alimenticio.

Asimismo, Márquez Colín aseguró que durante el periodo de contingencia se estaría monitoreando el precio de los alimentos de consumo básico como son la tortilla, huevo, pollo y otros productos, con el fin de evitar su encarecimiento.

A lo anterior, Eduardo Santiago, comerciante del Mercado Álamos en la Alcaldía Benito Juárez, comenta que productos como el jitomate, chayote, aguacate, limón, calabaza, cebolla y una gran variedad de hierbas están aumentando de precio, tan así, que una caja de jitomates que costaba 200 pesos hace dos días, ahora se consigue en 600.

Todos los días voy a la central a buscar productos, sin embargo, en la última semana los cierres de bodegas han sido considerables, lo que me han dicho los comerciantes es que varios bodegueros han muerto por coronavirus, y yo creo que esto ha provocado que otros locatarios se asusten y cierren
Comerciante

Para María de la Luz Méndez, también locataria del Mercado Álamos, el cierre de su negocio es definitivo, pues al tener 64 años de edad ya no tiene la posibilidad de ir a la central a surtirse de mercancía, no cuenta con el dinero suficiente para llenar su local y además teme por contraer el virus.

“Yo acabó mañana mi fruta y cierro. Probablemente si el gobierno me ayuda o me queda algo de mis ahorros esté regresando en un mes. Prefiero irme a casa a exponerme, ya estoy y grande y todavía cuido a mi papá. Creo después de que se levante la emergencia sanitaria todos vamos a quedar en bancarrota, a pesar de todo, los mexicanos debemos echarle ganas, acatar las indicaciones para que más rápido salgamos de ésta y nos recuperemos”, comenta María de la Luz.

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