Jugarretas del campo

Una de las empresas del campo que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) está vinculando con el secretario de Desarrollo Rural de Jalisco, Héctor Padilla Gutiérrez, presentó facturas de terceros, y no propias, para comprobar el uso de apoyos millonarios que obtuvo del erario federal.

Se trata de la firma Cultivo Protegido o Agricultura Protegida Siglo XXI (APS), que recibió 12 millones 546  mil 900 pesos del Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (Focir) del Gobierno federal, entre junio de 2012 y junio de 2014.

Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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El Focir defendió a Cultivo Protegido entregándole a la ASF un acta de hechos del 26 de agosto de 2016 donde sostiene que el proyecto sí está activo

Una de las empresas del campo que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) está vinculando con el secretario de Desarrollo Rural de Jalisco, Héctor Padilla Gutiérrez, presentó facturas de terceros, y no propias, para comprobar el uso de apoyos millonarios que obtuvo del erario federal.

Se trata de la firma Cultivo Protegido o Agricultura Protegida Siglo XXI (APS), que recibió 12 millones 546  mil 900 pesos del Fondo de Capitalización e Inversión del Sector Rural (Focir) del Gobierno federal, entre junio de 2012 y junio de 2014.

En la auditoría 106-GB sobre el ejercicio de ese Fondo en 2015 y sus empresas beneficiarias, la ASF detectó múltiples irregularidades sobre el recurso entregado a la firma APS:

“APS proporcionó por medio del Focir facturas con fechas de 2012 por 12 millones 575 mil 100 pesos, que ampararon la comprobación de la inversión, en la que se detectó que 9 millones 909 mil 300 pesos (78.8 por ciento) las facturas están a nombre de dos de sus socios, por lo que sólo 2 millones 665 mil 800 pesos (21.2 por ciento) le correspondieron a APS, situación que desvirtúa su información financiera del capital contable”.

La ASF ahonda en las condiciones de abandono en las que encontró en 2016 el proyecto de esa empresa que relaciona con el funcionario de Jalisco, y que debió fondearse con los recursos del Focir.

“El grupo auditor visitó el proyecto de APS y constató lo siguiente: La construcción de una estancia para oficinas administrativas, dos repositorios (ollas de agua) y cuatro invernaderos, uno de ellos con las cubiertas rotas y en mal estado.

“Los cuatro invernaderos se observaron sin cultivo y en malas condiciones físicas de su infraestructura. Las instalaciones se encontraron sin operación, sin personal, ni insumos, por lo que se pudo observar un proyecto abandonado”.

El secretario cuestionado por la ASF está a cargo en Jalisco de un presupuesto público en la Seder que asciende a los 556.2 MDP.

Financiamientos al por mayor

Luego de constatar que el proyecto de la empresa APS que recibió esos más de 12.5 millones de pesos (MDP) estaba sin operar, la ASF también descubrió que el mismo, no obstante su abandono, había recibido fondos de otras instancias públicas.

La ASF apunta sobre esta compañía que, según sus indagatorias, está ligada al titular de la Seder Jalisco.

“Además, se conoció que APS recibió beneficios del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco) y de Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y Pesquero (FND) sin embargo, se observó un proyecto abandonado”.

De Firco, esas mismas instalaciones abandonadas recibieron 840 mil pesos el 17 de octubre de 2013; y de la Financiera Nacional, otros 4 millones 800 mil pesos, entre el 6 de noviembre de 2014  y el 17 de abril de 2015.

La ASF notificó las irregularidades que halló en la empresa a la instancia de control del Focir en el oficio DGAFF“C”/“C2”/971/2016, del 25 de octubre de 2016.

“Para que en el ámbito de sus atribuciones realice las gestiones procedentes al proyecto de inversión APS, por constatarse en visita domiciliaria un proyecto abandonado, cuya comprobación de los recursos el 78.8 por ciento fue con facturas de terceros y el 21.2 por ciento propias, y del que se conoció que recibió apoyo de otra entidad para un mismo concepto”, señala el oficio.

Tras descubrirse el abandono del proyecto, el Focir salió en defensa de la firma entregándole a la ASF un acta de hechos del 26 de agosto de 2016 donde sostiene que sí está activo.

“Durante su recorrido varias personas se encuentran trabajando en la limpieza de las áreas y que le manifestó el representante de la empresa que es con el fin de tener dichos terrenos en condiciones para el próximo ciclo productivo”, dice el acta.

El Focir también le adujo a la ASF que en septiembre y diciembre de 2014 y 2015 fue informado que los terrenos “estaban siendo afectados por virus bacterianos”, pero la ASF se mantuvo firme en su conclusión: “sin embargo, a la fecha de la revisión del grupo auditor (junio de 2016) el proyecto se encontró sin producir”.

Esquema ventajoso

El esquema de financiamiento federal al que recurrió la empresa que la Auditoría vincula con Padilla Gutiérrez, resulta desventajoso para el Fondo público, pues los mayores riesgos los asume éste, según lo afirma ese órgano fiscalizador.

El Focir fue pensado para financiar la creación y consolidación de empresas rurales, pero lo que la ASF halló es que en las firmas apoyadas es el Fondo público el único que aporta recursos líquidos, mientras que los privados participan solo con infraestructura.

Así que en 17 de los 18 compañías beneficiarias revisadas “se realizó la participación de capital mediante títulos accionarios y que fue el Focir el que aportó la totalidad de los recursos líquidos para su operación; la razón que se dio fue que las empresas ya tenían la infraestructura o maquinaria, según el caso, por lo que no realizaron aportaciones líquidas”.

A ello, concluye la ASF: “ante la pérdida que puedan generar las empresas, la única pérdida líquida le correspondería al Focir”. Por tanto, le recomendó que “fortalezca sus mecanismos de control y supervisión, con la finalidad de que se evalúe que los accionistas de los fondos de inversión participen además de la infraestructura con la que cuentan, con recursos líquidos, a fin de estar en igualdad de circunstancias”.

La ASF desarrolló dos auditorías para la cuenta pública 2015 en las que salen a relucir las empresas donde involucra a Padilla Gutiérrez, la APS (o Cultivo Protegido), y Fircampo.

Cuentas sin aclarar

Las empresas Fircampo y Cultivo Protegido (APS) están ligadas al secretario estatal  Héctor Padilla Gutiérrez:

>> 18.1

Millones de pesos de fondos federales ha recibido la empresa Cultivo Protegido

>> 12.5

Millones de pesos amparaban las facturas presentadas por la 
empresa APS

>> 9.9

Millones de pesos de esas facturas están a nombre de dos de sus socios

>> 2.6

Millones de pesos el 21.2 por ciento, de su gasto, está en facturas a nombre de APS

>> 13

Por ciento de las acciones de Fircampo pertenecen al secretario estatal

>> 170

Millones de pesos recibió Fircampo en el 2015 de fondos federales para financiar a agricultores

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