Búsqueda implacable de hinchas
Sólo cinco de más de 20 aficionados que participaron en la riña del Clásico Regio han podido ser identificados por la Fiscalía General de Justicia, a cargo de Gustavo Adolfo Guerrero, porque sus familiares y compañeros barristas los encubren
Jesús PadillaLa Fiscalía General de Justicia concentra sus esfuerzos para ubicar a los participantes de la riña entre aficionados de Rayados y Tigres. El titular de la dependencia, Gustavo Adolfo Guerrero, lucha contra una red de protección digital organizada por barristas, quienes se ponen de acuerdo para esconder la identidad y domicilio de los agresores que dejaron a un joven herido.
Se ha dicho que los barristas se están protegiendo entre sí vía Whatsapp para encubrir a los que habrían participado en el acto de violencia, por lo que se ha complicado la identificación de los demás participantes.
El fiscal general de justicia ha manifestado que quienes conozcan información de las personas que la Agencia Estatal de Investigación (AEI) busca están obligados a proporcionarla, con el objetivo de no ser partícipes del delito.
En entrevista exclusiva con Reporte Índigo, Guerrero advirtió que no habrá consideración para quienes ayuden a los involucrados a evadir la justicia y tendrán un castigo por encubrimiento.
“Percibimos que son grupos de barras y que están unidos, y posiblemente están en contacto por redes sociales que se van protegiendo. Por eso quería dar el mensaje a quien tengan el valor de decir información a la autoridad para llevar a la justicia a los responsables, que lo haga”, alienta el fiscal.
Las labores de investigación de la Fiscalía General de Justicia son permanentes para lograr la captura de todos los involucrados.
“Como son sentimientos encontrados, entonces puede llegar a suceder que muchos pidan ayuda para evadir la justicia. Entonces, todo aquel que colabore en evadir la justicia, pues vamos a actuar”, señala el titular de la fiscalía.
El pasado 23 de septiembre, barristas de Tigres y Rayados se enfrentaron a golpes y pedradas sobre la avenida Aztlán, en la colonia Nueva Galicia del municipio de Monterrey. Rodolfo Manuel Palomo Gámez, joven de 21 años aficionado de Tigres, fue atacado por seguidores de Rayados de Monterrey y resultó herido de gravedad.
Esta indagatoria arrojó la ubicación y detención del hincha rayado identificado como Adrián Rosendo, de 25 años, quien probablemente habría participado como autor material de la agresión al barrista Tigre.
“Tenemos que ser muy cuidadosos en la integración de las carpetas de investigación y que tengamos la certeza para convencer al juez realmente de que la persona que nosotros pensamos y que presuntamente es el responsable, sea juzgado”, comenta el fiscal
El nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio establece que para poder vincular a proceso o solicitar un requerimiento judicial se necesita la identidad completa de la persona, de lo contrario el caso podría caerse.
“Es complejo, lo que pasa que bajo el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio es bajo un aspecto muy científico y técnico. Entonces, tenemos que argumentar al juez nuestra postura, bajo datos de pruebas y pruebas muy contundentes para llevar a la justicia a los responsables”, considera Guerrero.
Solamente un detenido
Este domingo, elementos de la AEI informaron de la captura de Adrián Rosendo, de 25 años, por su participación en el enfrentamiento entre hinchas de Rayados y Tigres, previo al Clásico Regio 117.
El vicefiscal del Ministerio Público estatal, Luis Enrique Orozco Suárez, mencionó que hasta el momento es el único detenido, bajo una orden de aprehensión por evadir la justicia, tras ignorar un requerimiento judicial.
“Se acreditó que se fugó del domicilio que habitualmente se encontraba, se estableció el hecho delictuoso consistente en este homicidio calificado en grado de tentativa y se estableció que Adrián cometió este hecho como actor material”, dijo el funcionario.
La detención ocurrió en un complejo habitacional en la colonia Ricardo Flores Magón, en el municipio de Escobedo, Nuevo León. El detenido fue trasladado al penal del Topo Chico, desde donde enfrentará el proceso judicial.
“La persona está detenida en el Centro de Readaptación Social de Topo Chico y la orden de aprehensión se obtuvo por el procedimiento que establece la ley, donde se acreditó la intención de Adrián de evadirse de la acción de la justicia”, explicó el vicefiscal.
Orozco Suárez añadió que Adrián Rosendo cuenta con antecedentes penales de robo y tiene registros ilegales por daño en propiedad ajena y lesiones. Informó que aún están trabajando en la etapa de individualización de cada participante en la riña entre aficionados de Tigres y Rayados, con base en los videos que circulan en redes.
“Participaron más de 20 personas, según tenemos documentados en la carpeta de investigación. Hasta este momento la individualización, que tiene que ver con saber exactamente la identidad y demás datos de generales de los participantes, es hasta de cinco personas”, refirió.
El vicefiscal afirmó que la identificación de los agresores restantes continuará en las horas siguientes.
“Tenemos datos importantes de tres de ellas, en las siguientes horas estaremos concluyendo con el proceso de identificación de las restantes y, por supuesto, las investigaciones tienen como objetivo culminar con la individualización de todas las personas”, dijo Orozco.
Audiencia cerrada
La audiencia de imputación contra Adrián Rosendo, de 25 años, único detenido de la riña entre barristas, será hasta el próximo sábado a las 10:00 de la mañana, por orden del juez de control, informó la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León.
La Fiscalía General acusó de supuesto intento de homicidio en modalidad de pandilla al barrista de Rayados en grado de tentativa, pues todavía goza de presunción de inocencia.
El juzgador concedió duplicidad del término a la defensa del joven, pero éste recibió como medida cautelar la prisión preventiva en la audiencia celebrada ayer en la Sala 1 del Palacio de Justicia de Monterrey.
Aunque en un principio la audiencia sería pública, el juez decidió de última hora que fuera cerrada, pues consideró que podría surgir información delicada que debe mantenerse bajo reserva.