Ante el incremento de la violencia e inseguridad en México, la demanda de más recursos de protección ha crecido en la industria del blindaje

Blindaje femenino, un reto para la industria en México

Ante el incremento de la violencia e inseguridad en México, la demanda de más recursos de protección ha crecido en la industria del blindaje, uno de ellos es el desarrollo de chalecos antibalas que se ajusten al cuerpo de las mujeres

Hace más de 50 años, en 1969, el entonces denominado Departamento del Distrito Federal, anunció la creación del “Cuerpo Femenino de Vigilancia y Protección”, conformado por el primer grupo de mujeres policías dedicado a la atención ciudadana.

Como en un principio sus funciones se pensaron para ser una combinación entre edecanes y personal que vigilara el Bosque de Chapultepec, los uniformes de las policías estaban más apegados a la estética que a la protección, y el diseño tenía una apariencia parecida a los trajes que mujeres, como Jackie Kennedy, utilizaban en aquella época.

No obstante, actualmente las actividades que las mujeres policías y otros cuerpos de seguridad desarrollan, exige una vestimenta que las salvaguarde de diversos ataques y, de acuerdo con Verónica Damián, delegada de la Comisión de Normas y Certificaciones del Consejo Nacional de la Industria de la Balística, el blindaje que las mujeres utilizan, en particular, los chalecos antibalas, son fabricados para fisonomías masculinas, lo que impide brindarles una seguridad total.

“Este es un problema no solo de confort, porque la realidad es que el cuerpo de la mujer es distinto al hombre, y al momento en que se usa un chaleco balístico que no está adaptado a la silueta femenina, lo que va a hacer es que el chaleco va a tender a subir y va a dejar una parte del estómago desprotegido.

“El objetivo del chaleco es proteger los órganos vitales, y si éste sube y te deja la parte del estómago desprotegida ya no está cumpliendo su función. Por eso, tanto fabricantes como autoridad han estado trabajando en este tema”
Verónica DamiánDelegada de la Comisión de Normas y Certificaciones del Consejo Nacional de la Industria de la Balística

Asimismo, la delegada afirma que, la confección de un chaleco con estas características no es sencillo debido a que replicar la forma de la copa con los materiales balísticos es complicado, pues se tiene que hacer un termoformado.

“La NIJ (norma que rige el estándar de blindaje mayormente usado para las fuerzas del orden en el mundo) está trabajando en la versión 07, que incluye un apartado para pruebas balísticas en chalecos femeninos, porque también en el área de busto se genera aire y recibir un balazo ahí puede ser mortal”, explica.

Si bien ya existen chalecos en el mercado con características que se ajusten al cuerpo de las mujeres, afirma Verónica Damián, es necesario que estos cuenten con las características de certificación que solo la norma en desarrollo puede brindarles, y este proceso depende de las autoridades de Estados Unidos, pues en México no existe una reglamentación que pueda avalar estos productos.

Blindaje para la vida cotidiana

Pese a que el blindaje es utilizado por personas que se dedican a profesiones de alto riesgo o requieren de una protección mayor, el nivel de inseguridad que se vive hoy en día en contra de las mujeres requiere un nivel de cuidado cotidiano que podría recurrir a este tipo de herramientas.

En este caso, la industria ha desarrollado algunas prendas para quienes lo requieran; sin embargo, aún no es algo que pueda utilizarse de manera masiva, que sea 100 por ciento cómodo o ligero, y que se haya implementado ya a todas las corporaciones policiacas.

Entre estos productos, se encuentra una playera interior blindada que ya cuenta con una copa femenina para el busto: “Es un chaleco que es más pequeño en los costados, es para la persona o la mujer que es muy vanidosa en su forma de vestir y este chaleco hace que siga conservando la silueta femenina”, señala John Valbuena, presidente de la Comisión de Ética y Justicia del Consejo Nacional de la Industria de la Balística.

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