Basura: ¿negocio de quién?

La cadena económica de los desechos involucra a muchos, sin embargo el munivcipio de Zapopan no quiere entrar al fondo del asunto.

El servicio de recolección de basura hoy se disputa entre grupos de sindicatos, pepenadores, operarios del transporte de basura y los regidores de la Comisión de Aseo Público, que no logran ponerse de acuerdo en una solución integral del tema.

Al problema de control de la basura se suma el de la contaminación. 

"Muchísimos intereses, muchos actores internos y externos. La basura es un negocio y lamentablemente los gobiernos han demostrado que son incapaces de llevar a cabo un servicio eficiente"
Augusto ValenciaRegidor MC

La cadena económica de los desechos involucra a muchos, sin embargo el munivcipio de Zapopan no quiere entrar al fondo del asunto.

El servicio de recolección de basura hoy se disputa entre grupos de sindicatos, pepenadores, operarios del transporte de basura y los regidores de la Comisión de Aseo Público, que no logran ponerse de acuerdo en una solución integral del tema.

Al problema de control de la basura se suma el de la contaminación. 

Es un asunto inacabado y que pese a que se sabe que se están derramando líquidos lixiviados en los subsuelos del vertedero de Picachos, el municipio sigue sin hacer nada.

Pero en el límite de la codicia, cuando se habla de negocio, está la pugna entre pepenadores y operadores de los camiones. 

Ambos grupos están controlados tanto por el Ayuntamiento como por algunos sindicatos de trabajadores.

El motín: la basura. Que hoy en día es un insumo para nuevas economías como la del reciclaje y la energía. El PEP se compra de 3 a 5 pesos el kilo. 

Solo en el vertedero de Picachos se recibe diariamente un aproximado de mil 400 toneladas de basura que se pone a disposición de los pepenadores.

En tiempos del expresidente municipal Juan Sánchez Aldana se firmaba un convenio con los pepenadores a fin repartirse los recursos económicos que derivaban de la venta de basura.

Pero desde la administración de Héctor Vielma este esquema desapareció, por lo que hoy los pepenadores son aparentemente libres para hacer uso de la basura.

Sin embargo, tras las repetidas manifestaciones del personal de Aseo Público se sabe que los pepenadores obedecen a terceros.

Reporte Indigo consultó a algunos operadores de camiones y ellos manifestaron que tienen prohibido recolectar el plástico tipo PEP.  “Esa tiene que llegar hasta Picachos”, dijo uno de ellos. 

La demás basura es de todos.

En el conflicto entorno al servicio de recolección y disposición de los residuos existe un tercer escenario: el del control de la nómina.

El Municipio de Zapopan –pese a ser el único que aún no concesiona el servicio- no tiene control sobre la nómina de la dependencia.

Hoy la disputa deriva en 111 plazas que fueron creadas en 2010 y que no se sabe quién las ocupa. 

Lo único de lo que se tiene certeza es que pese a estar inscritas en Aseo Público, los empleados asignados no laboran ahí.

La situación se complica considerando que el personal que recoge la basura no está inscrito en la nómina. Los denominan “Los Sin Número” y todos los días laboran a bordo de los camiones de basura sin ninguna seguridad social. 

La dirección de ecología en la mira

Las irregularidades en el manejo de la dirección de Aseo Público ponen en la mira al director General de Ecología y Fomento Agropecuario de Zapopan, Miguel Prado Aguilar, quien labora en ese espacio desde la administración pasada.

Algunas de las versiones de los trabajadores del transporte consultados por este medio indican que desde esa dirección se toman decisiones que afectan el servicio.

Las recientes declaraciones de la regidora panista María del Carmen Mendoza en las que se denunciaba que los camiones averiados no sólo eran reparados por los mismos trabajadores, sino que además, cuando estos eran llevados por el municipio a talleres, se les cobraba el doble del servicio.

Cuestionado al respecto el regidor panista Ramón Ramírez Gloria refiere que el negocio de la basura “a alguien le está generando dinero”. 

“Yo no creo que los que se están volviendo ricos de esto sean los pepenadores sino alguien que los está manejando (…) ¿a dónde están vendiendo todo lo que sacan de Picachos? Tampoco se están haciendo ricos los recolectores de basura, no les paga el municipio”. 

Ramírez Gloria considera que es importante “voltear a ver a los directivos de Ecología y Aseo Público, si es que queremos descalificar si hubiese un negocio y alguien estuviera de forma irregular teniendo un beneficio”.

El regidor no se explica por qué se sostiene en el puesto al mismo director pese al “montón de anomalías” que  ha sufrido el servicio de recolección en la ciudad.

“Yo creo que hay otro transfondo, por que yo siendo presidente municipal no podría sostener a directores  que me estén generando tantos problemas (…). Alguien debe estar obteniendo un beneficio de todo esto”.

Por su parte, para el regidor de Movimiento Ciudadano, Augusto Valencia, existen “muchísimos intereses, muchos  actores internos y externos en el manejo de la basura. La basura es un negocio y lamentablemente los gobiernos han demostrado que son incapaces de llevar a cabo un servicio eficiente”.

La primer petición que hizo Movimiento Ciudadano fue conocer el monto de cuánto le cuesta al Ayuntamiento recolectar la basura y procesarla. Hasta hoy la propuesta ha sido negada.

“Es una información que no se socializa, que no se conoce; el punto central es ver si realmente le conviene al Municipio seguir brindando el servicio o si las condiciones de una concesión pudieran ser más favorables para las finanzas del propio Ayuntamiento y la mejora del servicio” 

Al manejo discrecional del servicio de recolección de basura se suma la derrama de lixiviados en los suelos y riachuelos de los alrededores del vertedero Picachos. 

Así como la compra desmesurada de maquinaria para el desasolve del terreno, según explica el edil.

“Al final lo que se documenta es que hay negocios, hay alguien que está haciendo un negocio y lo que se está solicitando es la información clara para que se intervenga con alguna auditoría”. 

Cuestiona el que la contraloría municipal sea el ente que escrute al área de Aseo Público, pues considera que al ser un área del Ayuntamiento ésta puede actuar en favor del municipio. 

Por tal motivo, Valencia manifestó que es conveniente contratar a una empresa privada para que haga el servicio.

“No hay un contrapeso, lo que se requiere es una contraloría externa para revisar con claridad primero cuántos empleados hay en Aseo Público y qué están haciendo. Cuál es el inventario real de los camiones de Aseo Público, cuál es el servicio que se debe otorgar, el costo y la viabilidad de mantener el servicio o no”.

Recolección mediocre

El servicio de recolección, traslado y depósito de basura que ofrece Zapopan es de mala calidad, y por señalamientos de la empresa Hassar’s, el tratamiento de los residuos que se generan como gas metano y los líquidos lixiviados no es el correcto.

Pero las autoridades municipales se resisten a contratar una empresa que brinde el servicio.

Hassar’s, empresa que ofrece servicios de transferencia y disposición final de basura, comparte un porcentaje menor del tiradero de Picachos en el que también el Ayuntamiento de Zapopan deposita su basura.

Sin embargo, ni los servicios municipales ni los de Hassar’s están exentos de críticas. 

Y es que esta última fue señalada en 2007 por derramar lixiviados en el Arroyo Milpillas, que afectaría a las comunidades de Huaxtla y San Lorenzo. Pero parece que el manejo reservado de la basura en Zapopan tiene una explicación, el negocio del PET y otros materiales han puesto en descontrol el servicio.

En el resto de los municipios metropolitanos, con excepción de Tlaquepaque,  la recolección está en manos de un particular, que según registros periodísticos factura más de 400 millones de pesos anuales en cinco municipios.

Guadalajara, Tonalá, Tlajomulco de Zúñiga, El Salto y Juanacatlán cedieron una concesión de este servicio a la empresa Caabsa Eagle, que casi tiene el control de la basura de toda la Zona Metropolitana de Guadalajara. 

La empresa que opera parcialmente en Tlaquepaque es Hasar’s, que solo otorga el servicio de estación de transferencia.

El descontrol en nómina

Los seis sindicatos del municipio quieren el control de las 111 plaza creadas en 2010 durante la administración de Héctor Vielma. Se sabe, aunque no de manera precisa,  que gran parte de esas plazas fueron repartidas en otras dependencias.

Hasta hoy, 45 nombramientos están vacantes por defunciones, jubilaciones y despidos, según informes de la Comisión de Aseo Público.

Pero la pugna ha sido tal que en los últimos meses los paros de labores del personal se han intensificado.

Los sindicatos de Zapopan, de Servidores Públicos y el Independiente, crearon un frente común a fin de lograr que se creen nuevas plazas o en su defecto, que se cree la figura de “becarios”. 

Con lo anterior los trabajadores sin número –que no están en la nómina y que recogen la basura- obtendrán un beneficio por su trabajo.

Del lado del PAN el regidor Ramón Ramírez Gloria considera que esa figura (la de becarios) es “una aberración”.

Pues es un esquema que denigraría al trabajador, además de que implicaría una erogación extra al municipio.

En la última sesión de la Comisión de Aseo Público se levantó un receso a fin de integrar una mesa de trabajo y se analizara la forma de asignación de las plazas. No se ha resuelto el tema.

“Es un tema de voluntades, son plazas creadas en 2010, ya están presupuestadas y hay gente que las están cobrando, el problema es que estas plazas no están en Aseo Público y no están en donde se necesitan y la gente que está recogiendo la basura (…) es gente que no se le está pagando por el Municipio y sin embargo está trabajando”, refiere el regidor.

Dicha propuesta la hizo el regidor Eduardo Pulido, quien anteriormente fue secretario general del Sindicato de Zapopan.

Reporte Indigo revisó la nómina del Ayuntamiento de las últimas dos quincenas de diciembre de los años 2012 y 2011.

En diciembre del 2011 había 648 plaza asignadas a la dirección de Aseo Público, 18 plazas más que en 2012 en la que se registraron 630 empleados. La repartición de esos espacios en 2011 se dieron de la siguiente manera:

587 en el área operativa, que corresponden a choferes y operadores de basura; 37 en área administrativa y 22 más en la dirección de Aseo Público.

Las cifras de empleados del 2012 revelan que en la dependencia laboran 630 empleados. 579 estaban asignados al departamento de área operativa de Aseo Público.

En la dirección de Aseo Público se consignan alrededor de 18 personas. 

Mientras que en el departamento de área administrativa se registran 33 personas.

No se pudo hacer la revisión del año 2010, pues la pagina de Internet no tiene en línea esos datos, pese a que por ley es obligatorio tenerlos a disposición.

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