Autoridad y empresa acosan a sindicato

Lo que denominaron “volanteo relámpago” se convirtió en una escena de terror. Policías de El Salto amenazaron con armas, detuvieron, amenazaron y golpearon a cuatro integrantes del Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda de México (STUHM), sin motivo aparente.

Paloma Robles Paloma Robles Publicado el
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"Teníamos miedo de salirnos antes de que alguien viera, que supieran cómo nos habían llevado, porque no sabíamos si nos podían golpear o desaparecer"
Raúl PallaresIntegrante del Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda de México
La autoridad judicial determinó que la libertad de asociación no puede estar sujeta a la discrecionalidad de autoridades laborales
Integrantes del sindicato denuncian haber sido agredidos por elementos de la patrulla S-342 de la Policía de El Salto, cuando se disponían a repartir volantes
https://www.youtube.com/watch?v=PdLe9f2Peew

Lo que denominaron “volanteo relámpago” se convirtió en una escena de terror. Policías de El Salto amenazaron con armas, detuvieron, amenazaron y golpearon a cuatro integrantes del Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda de México (STUHM), sin motivo aparente.

La estrategia, explican los entrevistados, era sencilla: se trataba de ir a repartir unos volantes sobre la última resolución que emitió el Décimo Tercer Tribual Colegiado del Primer Circuito en Materia de Trabajo en la que se les admitió por segunda ocasión a acceder a la titularidad del sindicato, previa elección de los trabajadores.

Llegaron a las 15:40 horas del pasado miércoles 5 de enero. Era justo al momento de la entrada del personal del segundo turno, se instalaron a un costado de la entrada de vehículos a la empresa. Colocaron las bocinas y empezaron el volanteo.

A los pocos minutos llegó la patrulla S-342 de la Policía de El Salto, se acercaron a la puerta de entrada de la empresa “les dieron algo, no alcancé a ver qué era”, comentó Raúl Rojas, uno de los detenidos entrevistado por Reporte Indigo.

Luego se acercaron a Raúl Celestino Pallares, le exigieron que moviera de inmediatamente el vehículo, “yo le dije que sí, pero que me esperara”, comentó Pallares, a quien después lo amenazaron con llevarle la grúa y advirtieron que ya había llamado a otras patrullas.

Pallares subió al coche, en ese momento otro policía se le acercó con pistola en mano y lo amenazó, “yo le dije que yo estaba desarmado, que no me apuntara”.

Movió el coche del otro lado, al interior se encontraba su compañero Raúl Rojas. Las demás patrullas llegaron, una decena de policías rodeaban la camionetas tipo van. 

Comenzaron a forcejear las puertas con palos, desarmadores. Lograron botar uno de los seguros de la ventana de un costado y rociaron gas lacrimógeno al interior del vehículo.

“Pallares se echó para atrás intentado que no abrieran la ventana, lo quemaban en la mano con un cigarro, él se quejaba de las quemaduras de los químicos en su cara”, indicó Raúl Rojas. 

Lograron mantenerse al interior del vehículo hasta que fueron las 16:40 horas, tiempo de salida del primer turno de la empresa.

“Teníamos miedo de salirnos antes de que alguien viera, que supieren cómo nos habían llevado, porque no sabíamos si nos podían golpear o desaparecer”, relató Raúl Pallares. 

Bajaron del auto. Sus otros dos compañeros, Esteban Acero y Aldo Santana, ya estaban detenidos. 

Los policías les impedían acercarse a las rejas a entregar el celular con el que habían grabado todo lo que ocurrió dentro del auto. Se los llevaron a la jefatura de policía, antes pasaron a hacerles el parte médico a una clínica de la Cruz Verde en El Salto.

En el acta solo quedó asentado que Raúl Pallares tenía conjuntivitis. Los golpes que recibió en sus costillas durante el trayecto a la comandancia no fueron inscritos en el parte.

A las 10 de la noche salieron dos de los cuatro detenidos, a Pallares y Rojas les informaron que permanecerían ahí, que serían llevados a Puente Grande acusados por los policías que los habían detenido por “tentativa de homicidio”.

Tras algunas diligencias que hicieron algunos integrantes de su sindicato asesorados por integrantes de la Cooperativa de Trabajadores Democráticos de Occidente (Tradoc) lograron salir al filo de las 12 de la noche. 

Cada uno pagó 400 pesos por “faltas administrativas”. 

A unos días de lo ocurrido, los sindicalistas solo pueden asociar el acto de violencia que sufrieron con la resolución judicial obtenida en su favor.

Y aseveran que es una estrategia de la empresa en asociación con el Gobierno del Estado para seguir controlando al sindicato de Honda.

“Tenemos elementos para conseguir la titularidad”, apunta Pallares.

Ambos entrevistados responsabilizan a las autoridades de Honda, a las de El Salto y las del Estado de Jalisco por cualquier incidente que les ocurra a ellos y su familia.

Este lunes interpondrán una denuncia penal contra quien resulte responsable por los daños al vehículo propiedad del sindicato. También interpondrán una queja ante Derechos Humanos.

Tribunal colegiado les da la razón

El pasado 24 de enero el Sindicato de Trabajadores Unidos de Honda de México (STUHM) fue notificado por el Décimo Tercer Tribunal Colegiado del Primer Circuito en Materia del Trabajo sobre la resolución al amparo promovido por ese sindicato en agosto del 2013.

En dicho amparo, los trabajadores expusieron a la autoridad judicial que la Junta de Conciliación  y Arbitraje había incumplido una resolución del mismo tribunal en la que se protegía el derecho de los trabajadores de Honda a la “Libertad de asociación sindical” y con ello se les abría la posibilidad de buscar la titularidad del sindicato.

La autoridad judicial determinó que la libertad de asociación no “puede ni debe estar sujeta a la discrecionalidad de las autoridades laborales, ni la violencia ejercida por el patrón”.

Actualmente la empresa solo reconoce la titularidad del contrato colectivo al Sindicato de Empleados y Trabajadores de la Estructura, Armadura Motriz e Industrial (SETEAMI-CTM), reconocida por ser filial del sindicalismo priista.

Sin embargo con la nueva resolución, la autoridad laboral está otra vez obligada a iniciar un conteo entre los empleados a fin de determinar cuál será el sindicato que represente a los trabajadores.

El STUHM está a la espera de que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje Federal determine la fecha de la primera audiencia en la que se delinearán los detalles de la sesión en donde debe llevarse a cabo la sesión de conteo de votos y con ello se logre la titularidad del Contrato Colectivo.

Los integrantes del STUHM prevén más estrategias de boicot a su movimiento. Saben que pasará mucho tiempo antes de la que la Junta de Conciliación y Arbitraje determine la primer fecha de audiencia. Una vez que eso suceda, la audiencia podría ser de nuevo postergada “alegando cualquier pretexto”.

Incluso saben que, de realizarse el conteo, los trabajadores están expuestos a que se manipule la elección con compra de votos, amenazas de la empresa de correrlos o por personas externas que intenten votar, como ya ha sucedido en otros momentos.

“Por eso es importante que los trabajadores conozcan toda la información y que desde ahorita estén atentos a quienes sí forman parte de la plantilla de personal, sabemos que tenemos mucho simpatizantes”, apuntó Raúl Celestino Pallares.

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