Así ha sido el camino para definir el método de designación del candidato priista a la Presidencia

Muchas cosas han pasado en el PRI antes de definir el método de desginación para su abanderado a la Presidencia. A principios de año, un ala opositora a la designación cupular e intervención del presidente puso en jaque la decisión. La convención de delegados ya había sido utilizada cuando Alfredo del Mazo fue el elegido para contender por el gobierno del Estado de México
Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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El PRI ha definido el método para la designación de su próximo candidato a la Presidencia en el 2018. Pero esta decisión ha tenido que transitar un camino con obstáculos de posturas distintas en la institución.

Su dirigente nacional, Enrique Ochoa Reza, ya había anticipado que la propuesta de la dirigencia del partido sería mediante convención de delegados. Dicho mecanismo fue aprobado este viernes en la XLI Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional Político.

Dentro del partido, en meses previos a la toma de esta decisión, un grupo opositor encabezado por la senadora con licencia, Ivonne Ortega y el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, comenzaron a exigir que el procedimiento de designación contara con la participación de la militancia; y no que fuera una decisión exclusiva de las cúpulas, incluida la intervención del presidente Enrique Peña Nieto.

La también exgobernadora de Yucatán, señaló que las decisiones del presidente tenían molesta a una parte de la militancia, debido a la poca competitividad que podría tener el tricolor en el 2018, tomando como argumento, haber perdido en los últimos periodos electorales estados en los que históricamente había gobernado el PRI y en los que la oposición obtuvo el triunfo.

Prueba de ello, son las elecciones del 2016, en donde el Revolucionario Institucional dejó de gobernar Durango, Quintana Roo, Veracruz y Tamaulipas.

En la Asamblea Nacional del partido celebrada en agosto, los más de 10 mil delegados votaron por unanimidad los cambios a los estatutos que ya se tenían contemplados. Entre los más relevantes, que un simpatizante no militante priista pudiera acceder a la candidatura por un cargo público; lo que derivó en que José Antonio Meade, secretario de Hacienda, sonara fuerte para ser el abanderado.

Ivonne Ortega expresó su deseo de ser candidata a la Presidencia desde enero del 2017, cuando comenzó a dirigir su discurso contrario a la dirigencia y hacia la costumbre priista en la que el presidente y la alta dirigencia definen al candidato.

Días antes de que se realizara la Sesión del Consejo Político, Ortega dijo que no acudiría. Calificó la reunión como una “simulación” para la definición del método para elegir al candidato presidencial; no obstante, ha señaló también que sus aspiraciones no quedarían frustradas, por lo que participará en el procedimiento definido hoy.

La convención de delegados ya había sido utilizado por el priismo para elegir candidaturas. Es el caso del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, quien estuvo presente en la Sesión y fue uno de los más ovacionados.

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