Analog Africa en Monterrey: de viajes, historias y ondas sonoras

Arturo Fernández conversó largo y tendido con Samy Ben Redjeb, creador del afamado sello Analog Africa; disfruta de una imperdible entrevista con ‘soundtrack’ incluido

Samy Ben Redjeb cuenta con casi 20 años de experiencia explorando, rastreando, curando y masterizando los sonidos más locochones, experimentales y destacados grooves desde finales de los setenta y hasta mediados de los ochenta en compilaciones desde seis y hasta 16 alucinantes tracks.

Estos compilados incluyen narrativas de los hallazgos, transcritos de entrevistas de músicos y hasta familiares de los colaboradores de las grandes orquestas versátiles que se adaptaban a todos los ritmos y sones de moda en aquellos territorios desérticos, pero con gran alegría y tesoros culturales.

La información bien estructurada, además de lugares como bodegas, disqueras, estaciones de radio y TV, y vendedores de profesión que han mantenido en el mejor de los casos las óptimas condiciones o Mint, Good, Very Good como es llamado por los coleccionistas y aficionados a la onda en torno al disco/vinyl/acetato/LP. Menciónelo como más le agrade.

Ésta es la ardua y paciente labor del antropólogo Samy Ben Redjeb, conocido por ser fundador y curador del sello Analog Africa allá por el año 2005.

Analog Africa en su visita a tierras regias
Analog Africa en su visita a tierras regias

Tunecino de nacimiento pero con sangre europea, Samy ha recorrido más de medio continente africano, siendo sus compilados de países como el Congo, Costa de Marfil, Nigeria, Ghana, Angola, Somalia, Cabo Verde, Camerún y Togo.

En Latinoamérica ha explorado Perú, Trinidad y Tobago, Ecuador, Brasil, Colombia y, evidentemente, México, ese brinco histórico que ha alimentado la inspiración de las raíces musicales y por demás artísticas con toques ritualistas, folclores místicos, ceremoniosos, fiestas y, sobre todo, mucho humor.

Cada compilado explota un lapso o momento clave de un artista o agrupaciones; un caso puntual es el de la Orchestre Poly Rythmo de Cotonou, agrupación que en su momento no fue lo suficientemente reconocida pero que, hoy en día, son redescubiertos con cierta y seria nostalgia de haber deseado presenciar tan excitantes actuaciones en directo en aquella época dorada.

Sin duda es un viaje sonoro redondo por el poder de las guitarras, sintetizadores, percusiones y demás instrumentos de tan experimentales y talentosos ejecutantes, que hacen moverse hasta el más tímido de la fiesta. Ritmo, Groove y Folclore.

Durante el primer fin de semana de abril, recibimos a Samy en Nuevo León para sus eventos en Monterrey e Hidalgo (@Metapatio / @PotreroChicoBrewing); en ambos nos complació con sus DJ Sets de sus más de 50 compilados con todos los sonidos desprendidos de sus hallazgos, además de otros álbumes de reciente redescubrimiento para proyectos futuros; en una de esas, posibilidades habrá para más material mexicano en alguno de sus próximos compilados o antologías.

En su estancia, entre las charlas se destacaron puntos de vista, situaciones y experiencias acumuladas a lo largo de su carrera; algunos de sus comentarios serán descritos de forma breve, no porque sea muy largo, sino porque, a pesar de que habla bien y fluido el español, muchas de las palabras de origen portugués tienen similitudes (por llamarlo así) con nuestro idioma…y qué decir del argot: Es el mismo en la comunidad megalómana de todos los rincones del mundo.

Estas son algunas de las líneas que charlamos durante los traslados.

¿Qué se ha perdido en la Música?

R:  A veces pienso, cuando estoy escuchando una música que me hace reír y no tiene nada que ver con las letras, más en cómo se toca o cómo la tocan. Ya sabes, un actor, por ejemplo, que hace que la gente se ría, según dicen – es muy difícil, porque la mayoría de las veces las cosas que hacen reír en las películas son humor, no tienen que ver en cómo está hecha o la calidad, por bautizarla así, no son piadosas o bromas de baja calidad, pero cuando lo haces bien o cuando el humor de ser evitadas es muy difícil – yo pienso que en la música pasa la misma cosa y no pasará el instinto de la risa – ya no va a llegar… por el ejemplo en “La Locura de Machuca”:  1975 -80 , a mí me hace reír muchísimo y sí que son palabras, humor en la música… y así son muchos proyectos que tienen esta cualidad, pero no es tan frecuente, es una cosa rara que me gusta y siempre lo agrego; en este álbum destaca todo eso, Mosquita Muerta de “La Francachela”; Juipiti y Trucutrú del “Grupo Folclórico” – Música que no sólo es para tomar en serio, sino para que sea mas ligera. Cuando trabajo en proyectos siempre busco elementos o músicas que adicionan otras o que equilibren el compilado, porque tú no puedes tomar 14 bombas y hacer un super proyecto, esto no funciona así, debes tener cosas que provoquen calma, otra atmósfera, es elevarte…así que relax.

Samy frente al 'Pipiripau', en el Mercado Juárez de Monterrey
Samy frente al ‘Pipiripau’, en el Mercado Juárez de Monterrey

 

¿Cómo fue la exploración en los barrios bravos de las ciudades en conflictos?

R: En el caso de “Dur Dur Band”, descubro un cassette de una persona que tiene un blog; no recuerdo ahora su nombre, pero resulta que el postea esa cinta en su blog… me sorprendió tanto esta música, porque de Somalia no se sabe casi nada en cuanto a música se refiere, sólo guerra, y a esta música la llame Mistery Funk Tape.

Total, lo contacto y me envía un file. Posterior de unos años llegue a tener más de 80 tracks de Dur Dur Band e Iftin Band que conseguí a través de uno de los músicos de la primer banda, radicado en Estados Unidos.  Se convirtió en una obsesión, siempre busqué a alguna persona (a través de Facebook y otras redes sociales) que me pudiera facilitar hospedaje, informantes o contactos en Somalia y por casi 5 años no encontré a nadie, pero tampoco se daban estos viajes.

Hubo un verano en que, en un viaje familiar, le dimos escucha a DDB todo el trayecto y estancias, a toda hora. A partir de ese momento pensé que debía encontrar una solución para viajar, y es entonces que comienzo a conectar con hoteles económicos, pero la seguridad personal va por tu cuenta; 200 dólares diarios solo por tener personal que te cuide más los 40 dólares diarios del hotel.  Suena complicado, pero no imposible.  Al llegar al aeropuerto de la ciudad, al momento recibirte se firma un contrato por la seguridad durante tu estadía.  Y comienza la exploración, me lleva a mi sitio y posterior al dar las vueltas para insumos. Esta persona me limita a no descender del vehículo en ciertas zonas, esto me causa extrañez, me doy cuenta después que el chofer es famoso en el undergound, ya que fue encargado de una célula local de Al Qaeda y sobreviviente de un sinnúmero de tiroteos en los que recibió siete heridas a causa de las esquirlas. Toda una leyenda en el barrio.

Por la noche me dijo que debía entender la peligrosidad, que los extranjeros son molestados constantemente; comprendí que esto complicaba mi labor de búsqueda.  Días después, conozco a gente allegada al Ministerio de Cultura, quienes a su vez me contactan con una emisora de radio y con un canal de televisión, me entrevisto con varios personajes importantes, me muestran los archivos en físico y digitales; aprovecho para mencionarle lo que busco y quedan en llamarme cuando encuentren algo que reuniera cualidades de lo que habíamos charlado.

Al despedirnos me pregunta acerca de mi aseguranza y le menciono quién y qué hacían al respecto. Para mi fortuna me ofrece mas aseguranza un directivo del Ministerio de Cultura que evidentemente agarró la onda de lo que estaba buscando; pasan dos días sin llamarle hasta que lo hice y le pedí me llevaran al centro de la ciudad a buscar formatos, cintas, música local y lo que el destino vaya acomodando en el camino.

Me trasladan en una Toyota 4×4 y cinco soldados con sus kalashnikov y así fue por casi 6 semanas, cada mañana pasaban por mi a las 10:00, muy puntuales. También conocí a una persona que diario me llevaba uno o dos cassettes que se iba encontrando y hasta uno que hacía duplicados de cassettes, así salió “Mogadisco”: Dancing Mogadishu 1972 – 91.

En ese lugar también comí cabra, como la de “El Pipiripau” en el Mercado Juárez de la Ciudad de Monterrey, tan tradicional y sabroso; paleta y pierna bien dorada fueron el platillo principal, pero allá con otra preparación igual de increíble; además, te sirven café con leche de camello, que por cierto, son los mayores productores de este producto.

¿Cuándo se dio el salto o la primera exploración a Latinoamérica?

R: Mi primera experiencia con la música latinoamericana fue con la colombiana y fue a través de un contacto, que me ofreció a cambio un disco del catálogo del sello “Disco Fuentes” que tenía música con influencia africana, y empecé a tocar esto en mi DJ set y funcionaba tan bien la combinación de selecciones de música africana con la colombiana; es tan familiar…pensé que quería expandir esta idea y viajo a Colombia para buscar músicas, pero aún no tenía esa idea de lanzar un compilado como tal.

Obviamente comencé con la música africana. El primer disco de Analog Africa salió en 2005 y aun no tenía la idea de sacar álbums hasta 2007, que hice algo de Colombia con Los Diablos del Ritmo”: The Colombian Melting Pot 1960 – 85 y “Mambo Loco”: Aníbal Velasquez y su Conjunto, entonces era muy al inicio lo de Colombia, pero a veces una cosa lleva a otra, entonces no solo lanzo estos; también el viaje de los africanos a las Américas es por lo que crearon, y eso me interesa mucho también.

Otro compilado con particularidad es Senegal 70”: Sonic Gems & Previously Unreleased Recordings from the 70´s, ya se veía algo afro-cubano desde siempre. Los africanos del tiempo del colonialismo no podían hacer dinero tocando su música, la gente que organizaban conciertos y bailes eran los blancos y querían otros ritmos como cha cha cha, mambo o cumbia.

Pero la primera música que ellos podían tocar y donde sentía que era muy cerca de la zona musical era la música cubana, y por eso empezaron a tocar más sones cubanos, sobre todo es un país como Senegal, en el que aparece cuando comienza la industria musical de los años sesenta, prácticamente los primeros cinco años no se tenía nada aparte de música cubana, entonces se grababa solo música cubana y allí, al inicio de ese país, con letras españolas, y después empiezan a cantar en su idioma por su valor y después a mezclar la música tradicional Balay con la Salsa, en si toda la música cubana en algunos países era extremadamente importante como en: Senegal, Benín, Costa de Marfil, Congo, Ghana entre otros países donde esta música llegaba a  través de los marineros americanos que tenían servicio en las bases militares y que además estaba muy de moda en esos tiempos, como también en México con el Movimiento Sonidero, que ponían música cubana por la vecindad; los primeros sonideros empezaron a “pinchar” estos discos,  además de que cualquier entusiasta tenía acceso a un tocadiscos, un sistema de audio y algunos discos, así entonces la mezcla con la música colombiana y después entra la Cumbia y posterior mezclaron un poco de todo.  El caso de Cuba es muy impactante, como también lo es Jamaica y Republica Dominicana; países y pequeñas islas que han aportado tanto valor y genialidad a la música.

 

¿Qué países te faltan por explorar en África?

R: Kenia, tiene mucha música, pero bueno, tendré que ir de un otro lado donde no pueda pasar del lado funky o afro porque Soundway Records sacó dos excelentes y maravillosos compilados: “Kenya Special”: Selected East África Recordings from the 1970´s & 80´s. Vol. I – II, y yo sé que no lograré conseguir hacer uno mejor que ambos, y como no lo haré, optaré por darle otro vínculo o género musical o estilo porque me interesa la música, por eso la amo.

Tengo un lugar planeado que aún no visito, que me interesa mucho, pero no va a ser de onda funk ni afro, sino otra cosa, definitivamente; la que allí se tenga, seguro hay alguna cosa para hacer. También Kenia tiene una industria musical enorme, me falta recorrer Tanzania…sí, esos son dos de los países que quiero explorar.

En ocasiones no tengo mucho tiempo para escuchar lo que los otros hacen, pero yo siempre trato de navegar, de estar alrededor, es algo que no dejo de hacer.

Siempre a la caza de nuevas experiencias sonoras
Siempre a la caza de nuevas experiencias sonoras

¿Y de Latinoamérica, qué sigue?

R: Quizá Venezuela, aún no lo conozco. Tal vez Guyana, Suriname, de estos podrían surgir cosas interesantes. Nunca debemos de comenzar de cero, primero debemos de saber todo lo posible acerca del material que tenemos y queremos. En este caso ya lo hice y ya tengo un poco de conocimiento, así que ahora no empiezo con nada; si ya tienes muchos discos puedes empezar a grabar algunas cosas. Para tener una base y después ir al país, a la zona aquella, para enriquecer esa base y también a contactos que le sepan.

Éste es un factor que se calcula detenidamente. También pensar y acudir a otras personas que saben mucho más de lo que buscas y allí es donde se pueden hacer mucho mejor todo; las colaboraciones permiten que tú puedas hacer otras labores alrededor del proyecto, te concentras.

Por ejemplo, en el caso de Colombia, yo quiero hacer mucho más, sacar mucho más música colombiana pero con las personas que conocen la música mucho mejor que uno. Yo invito a colaboradores a trabajar en conjunto siempre, habrá personas que saben más que nosotros; así salen los proyectos, con calidad, bien elaborados.

Un ejemplo de colaboración exitosa y que tomo diez años desarrollar fue el proyecto “Saturno 2000”: La Rebajada de los Sonideros 1962-83, ese me lo propuso DJ Lengua de Los Ángeles, California…las cosas suceden así.

 

¿Qué le sugieres o qué consejo le darías a todos los entusiastas que estamos sobre el redescubrimiento de gemas o joyas musicales?

Hay una cosa que he percibido en los últimos años. Sé que hay mucha gente que entra a estos medios pero no por causa de la de la pasión o del amor que se tiene por esta onda; es decir, lo ve más como un negocio. Por ejemplo: hay personas que entran a explorar y mirar discos en la red e indagan cuántos perfiles están en la búsqueda de determinado álbum, en su mayoría ‘raros’ como principal cualidad; entonces, si ven que son más mil personas que están buscando adquirirlo, lo toman, prensan, imprimen en baja calidad y comienzan a venderlo.

Esto es realmente visible como un ‘Okay, música africana, se vende mucho ahora‘, entonces vamos a hacer música africana, gran idea, claro. Yo pienso que todo este proceso debe ser honesto, el único consejo que tengo es que tú realmente debes creer en esa música, amar la música de verdad y no sólo porque quieres hacer dinero… claro, es necesario, pero insisto, si los hacen sólo por dinero no lo van a hacer bien, sí estás pensando en eso antes de presentar un documento que realmente tenga un valor histórico conceptual, un valor de cuándo se encontraron los grandes sellos, en lugar de pensar si va a vender mucho. A veces la gente con la que hago tratos no me cree que sea así, en el tema legal sobre todo.

La vida demuestra muchas cosas, para mí funcionó y funciona así, nunca me acredito lo que no es; pensar en hacer una cosa con el ‘goal‘ final de ganar dinero no puede ser así, lo debes hacer lo mejor que puedes con los recursos que tengas en ese momento, sin descuidar jamás la calidad. Siempre debe haber trasparencia, ética en las licencias, la reproducción y todo lo relacionado a eso, encontrar a la gente correcta para las negociaciones, siempre hay alguien, y eso me mucha tranquilidad.

Yo siempre he creído que si tu lanzas una cosa de este tipo se va a vender, y es una obligación pagar un porcentaje y la cosa que me hace mal es cuando la gente saca un disco de un músico que aún está vivo y que no tiene mucho dinero, que no está esperando una cantidad enorme de dinero a través de ti;  tú lo contactas, le dices las intenciones que tienes de sacar esa música y éste es el dinero que tengo para ti por adelantado. En estos 20 años yo prácticamente sé cuánto costó producir, tengo esa experiencia, entonces yo no pago regalías, porque la mayoría de los las personas que te dicen que los pagos será por fases y después de seis meses les mandan un documento que explique cómo van las ventas y pura simulación de ese supuesto pago de regalías, al final todo es una mentira, porque el músico nunca va a saber cuántos discos vendiste, entonces…¿Cómo hacer para controlar lo que tú le puedes contar?

Esa sensación no me gusta, yo pago todo al frente. Les digo que voy a hacer tanta cantidad y les voy a pagar entre 15 o 20% de regalías antes del cálculo, y todo eso se paga en una exhibición… y para lo digital, propongo directamente un 50% o 25% dependiendo, entonces ese negocio será claro. Siempre encontramos a los músicos, les mando un contrato anticipadamente para que vayan entendiendo la intención, luego viajas para encontrarse con ellos; esto les genera una satisfacción, algo tardía pero ahí está; con su música, y sabiendo de que en la mayoría de las veces las composiciones que hicieron no se convirtieron en éxitos, resultando sorpresivo, y después me dicen: ‘Nosotros cuando grabamos estas canciones teníamos el sueño de que trascendieran estas fronteras’. Son agradecidos desde la hora en la tú llegas y relanzas todos esos B Sides.

Samy en acción durante su visita al 'Metapatio', en Monterrey
Samy en acción durante su visita al ‘Metapatio’, en Monterrey

Después de algunos años que empecé Analog Africa, comencé a escuchar la palabra ‘apropiación cultural’ de manera negativa y sobre eso tengo que decir que las fronteras somos nosotros los hombres, los que las construyeron. En África fueron los colonialistas que partieron Nigeria, la música no para en ninguna frontera, por eso la gente que conoce muy bien la cumbia son los mexicanos, la gente que conoce bien la música africana son los colombianos, la música no fue hecha para quedarse cercada en una frontera, está hecha para viajar. Si tú piensas que estoy apropiándome de la cultura, ve a hablar con los músicos africanos que son súper felices por lo que hago con sus obras musicales.

En África la mayoría de los DJs no ponen música local, la mayoría de las veces tocan música anglosajona, francesa o de la radio, entonces…¿Por qué cuando un africano toca música europea no dicen que hay apropiación cultural, pero si un selector francés toca música senegalesa ya los juzgan de apropiación cultural?

Yo pienso que la vida tiene muchas cosas que nos hace separarnos como humanidad, la música se transporta en el aire, es una cosa que debe ser libre, todo se trata de diversificarse, de expandirse, de promoverla. La música no está hecha para pararse en ningún lugar, son ondas sonoras.

Y para cerrar: Si tú quieres tener éxito, entonces debes hacer las cosas con el corazón. Es como entrar en la cocina, si tienes ganas de cocinar, el plato va a ser sabroso, pero si lo haces de prisa y sin ganas porque tenías mucha hambre, entonces no será ni siquiera apetecible; así que es la misma situación con estas producciones.

La gente que quiere sacar discos para hacer plata rápida, pero sucede que después nadie lo compra porque se percibe, desde lo gráfico hasta la escucha, que el trabajo está mal hecho.

 

Samy, bienvenido siempre a Monterrey

¡El futuro de la música sucedió hace décadas!

(Este es un playlist Analog Africa Sounds; dale clic y date algunos hallazgos y ondas de estos documentos sonoros)

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