Alucine sin regulación
En la red puede verse un video en el que un hombre salta por la ventana de un segundo piso, luego de fumar la Salvia Divinorum.
Otro en el que un grupo de jóvenes trata de controlar a uno de sus amigos que apenas luego de fumar se escurre por un sillón hasta el piso y pierde el conocimiento.
Solamente hace falta ver estos videos para percatarse que esta droga requiere de regulación y que puede ser peligrosa si se consume al volante, en un lugar abierto o sin la presencia de otros que controlen los alucinantes comportamientos que produce.
Mayra González
En la red puede verse un video en el que un hombre salta por la ventana de un segundo piso, luego de fumar la Salvia Divinorum.
Otro en el que un grupo de jóvenes trata de controlar a uno de sus amigos que apenas luego de fumar se escurre por un sillón hasta el piso y pierde el conocimiento.
Solamente hace falta ver estos videos para percatarse que esta droga requiere de regulación y que puede ser peligrosa si se consume al volante, en un lugar abierto o sin la presencia de otros que controlen los alucinantes comportamientos que produce.
Se trata de una legendaria planta alucinógena, descubierta hace años por los chamanes de la tribu mazateca, está siendo distribuida a sus consumidores a través de pedidos en línea.
La hierba tiene una gran demanda porque en videos y en comentarios vivenciales en la red es promovida como “algo nuevo”.
Esto la está impulsando a la fama y la popularidad como una planta llamada “visionaria” por la intensidad y brevedad de los efectos, pero puede ser peligrosa.
Es una de las hierbas más potentes en el reino natural, cuyos efectos son viajes inmediatos al inconsciente y por periodos cortos de tiempo.
Los sueños radican en la forma en que opera la Salvia en el cerebro con ilusiones ficticias.
Según investigaciones, produce alucinaciones similares a las que provoca el LSD, como depresión y demencia.
La sensación es la de una dimensión paralela en la que el estado de lucidez y claridad mental es alterada con “visitas” de entes divinos o con “transportes” a lugares y experiencias del pasado.
Si se fuma, el efecto es casi inmediato, a los 30 segundos, y dura apenas unos minutos.
Durante este periodo la separación cuerpo y mente es tan poderosa que incluso llega a asustar a quien la consume, pensando que nunca volverá a la normalidad.
La forma de medir la potencia del extracto de la -Salvinorina A-, se clasifica en: x5, x10, x15, x20, x30, x40 y x60, todas de gran fuerza.
En la que cada una provoca sensaciones diferentes. El investigador Daniel Siebert le llama la escala SALVIA.
La primera es de “S-onrisas” con efectos suaves y sutiles, similares a los de la mariguana.
En la segunda escala el pensamiento se ve “A-lterado”, cambian los colores, el espacio y la música.
El tercer nivel se caracteriza por alcanzar los efectos del “L-SD”, en la que se alucinan incluso colores para los sonidos.
Al siguiente nivel le llaman “V-iajero”, por los efectos de la alfombra roja y las visiones tridimensionales. Aquí es cuando se entra al mundo de los sueños.
En el quinto nivel se habla de una perdida de “I-dentidad”, se olvida el cuerpo y se sumerge en el espacio interior.
Y en la última escala, la más alta, el cuerpo se ve “A-nestesiado” por la sobredosis y se caracteriza por no recordar nada de lo que se hace durante el periodo de consumo.
Sitios de internet, como SALVIAMEX, Salvia DF Smartshop, Salvia México, entre otros portales, venden y comercializan la droga en países como México, Argentina, Ecuador, Uruguay y Estados Unidos.
La promueven como un elemento no adictivo que induce a la adivinación y a la meditación profunda.
Esta hierba, cuya tradición es de ritos sagrados y medios medicinales, cuesta 2 mil 300 pesos el paquete de doce gramos de salvia 20x.
Respecto a los estudios del nivel de adicción de la Salvia, es escasa, por lo que no se sabe con qué tipo de narcótico se está tratando.
Y es que lo peligroso de ingerir esta sustancia son los efectos colaterales del uso irresponsable, que por ser una droga legal con un impacto parecido al LSD, no existe una mesura entre los consumidores.
El trauma y el mareo después de haber tomado la Salvia dificultan que los sentidos y las habilidades motoras aterricen en la realidad.
En la que manejar, tener un arma blanca o una pistola cerca, desencadena tragedias.
Soñar con los ojos abiertos es aventurarse a las dimensiones alternas, que en la realidad pueden ser una amenaza, al envolverse el consumidor en un estado de inconsciencia respecto a lo que pasa alrededor.