Para Alfonso Zárate, las acciones de la 4T, obligan a reconsiderar esfuerzos como los del Grupo San Ángel

Alfonso Zárate: Ecos del 94 en la 4T

Para Alfonso Zárate, las transformaciones políticas que vive el país con la llegada de la 4T, obligan a reconsiderar esfuerzos como los del Grupo San Ángel, uno de los mayores triunfos de los sectores civiles organizados

Para Alfonso Zárate, las transformaciones políticas que vive el país con la llegada de la 4T, obligan a reconsiderar esfuerzos como los del Grupo San Ángel.

Ante fenómenos como la polarización de la opinión pública, puntos de quiebre como el que se generó en el Senado de la República por la designación de la nueva titular de la CNDH o las amenazas de reducción de tiempos de gestión para los consejeros del INE, es necesario recurrir a voces emanadas de la sociedad civil que conformen auténticos contrapesos dentro del régimen de la 4T.

Así lo considera el analista político y presidente de Grupo Consultor Interdisciplinario (GCI), Alfonso Zárate Flores, quien en su nuevo libro, La generación de 1994 que marcó historia: Grupo San Ángel, recuerda las hazañas que los modelos de trabajo y diálogo colectivo lograron 25 años atrás. En medio de un año tan convulso en términos políticos y sociales.

“Lo que tenemos en 2019 a partir de la elección del año pasado son condiciones muy diferentes. Ya tenemos esas instituciones autónomas (como el Banco de México o el Instituto Nacional Electoral) pero ahora el desafío va por otra parte.

“El poder acumulado, no solamente en la rama ejecutiva sino en el Congreso de la Unión, ha estado generando una tendencia a la captura de los órganos autónomos. Es decir, hay un propósito de ‘secuestro’ de los órganos de tal manera de alinearlos y plegarlos al proyecto de la Cuarta Transformación del presidente”, considera el autor.

En entrevista para Reporte Índigo, Alfonso Zárate Flores reflexiona el año del 94 no como un paralelismo de la realidad actual, sino como una oportunidad para implementar nuevos mecanismos de diálogo como el Grupo San Ángel, que en plena ebullición del salinismo, ayudó a redireccionar y crear instituciones nuevas; los cimientos de logros democráticos como el acceso a la información pública y la autonomía de los órganos electorales.

“Hoy sería igual de pertinente que existieran estos espacios colectivos, que fueran integrados por gente valiosa con trayectoria muy respetable, que se dieran a la tarea de reflexionar y construir alternativas que en un momento determinado puedan conducir a mejores políticas públicas”, dijo.

Para el autor, la responsabilidad de los distintos actores en el escenario político de la actualidad se deben enfocar en salvaguardar la autonomía de instituciones, más allá de la confrontación política o el “choque de trenes”. Destacando que en el caso de la CNDH o el INE, es posible que se apliquen políticas de reducción en su tamaño o en sus gastos, pero sin vulnerar el espíritu independiente de las mismas.

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