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Alerta roja en la PGJDF

La ejecución del empresario y abogado Fernando López Salinas en pleno corazón del país, el viernes pasado, puso en jaque al Gobierno del Distrito Federal y su política de seguridad.

Y es que el asesinato se dio al más viejo estilo de los sicarios colombianos  —en motocicleta y disparos a quemarropa— con la víctima presuntamente vinculada al crimen organizado.

La ejecución del empresario y abogado Fernando López Salinas en pleno corazón del país, el viernes pasado, puso en jaque al Gobierno del Distrito Federal y su política de seguridad.

Y es que el asesinato se dio al más viejo estilo de los sicarios colombianos  —en motocicleta y disparos a quemarropa— con la víctima presuntamente vinculada al crimen organizado.

De acuerdo con la información que comenzó a fluir durante el fin de semana, Fernando López era un testigo protegido de la Procuraduría General de la República (PGR) en un caso relacionado con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva.

A pesar de que en los alrededores del Distrito Federal ya han aparecido descabezados y se han detenido narcotraficantes en zonas exclusivas de la capital del país, el GDF niega ser preso de la violencia que sacude al país en los últimos años.

Incluso, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, recordó que hay un convenio de colaboración firmado con la Secretaría de la Defensa Nacional para asuntos de seguridad, lo que no significa que vaya a haber operativos federales en la capital del país.

En sus primeras declaraciones después del certero ataque, el mandatario local detalló que se trató de una ejecución directa al empresario michoacano y que ya se está cruzando información con autoridades federales y estatales para esclarecer el crimen ocurrido en la calle de Hamburgo, en la popular Zona Rosa.

Hasta el momento, el único pronunciamiento en torno a la seguridad de los capitalinos es la promesa del jefe de gobierno, respecto a que no habrá impunidad en éste ni en ninguno de los casos similares que se registre en el Distrito Federal.

De acuerdo con la información que se ha dado a conocer por la Procuraduría General de Justicia del DF, a través de su titular Rodolfo Ríos, antes del asesinato, el abogado recibió amenazas de muerte.

Ayer, explicó en entrevista que las amenazas se dieron vía telefónica y que este dato, como los automóviles de lujo y propiedades que están a su nombre, forman parte de las indagatorias.

Corroboró que López Salinas tenía en su poder una bolsa tipo cangurera con dos armas calibre 9 milímetros y que quienes lo asesinaron tenían plena seguridad de que él estaría a esa hora en la Zona Rosa.

Respecto a los indicios de que era un testigo protegido de la PGR, la procuraduría capitalina no tenía certeza hasta el cierre de esta edición, por lo que Rodolfo Ríos dijo que están verificando la veracidad de esta información.

Mientras que las fuentes de la PGR explicaron que el viernes el abogado se iba a reunir con un hombre desconocido en la Zona Rosa.

Lo que tiene a la PGJDF con los focos rojos son los datos que revelan que López Salinas contaba con una averiguación previa en su contra por el delito de operación con recursos de procedencia ilícita, en la PGR.

Los informantes detallaron que el abogado era testigo colaborador de la PGR y que las amenazas de muerte provienen del cártel de los hermanos Beltrán Leyva y de Édgar Villareal “La Barbie”.

Como parte de la investigación se encuentra la vida de lujos del empresario y abogado que se observa en su perfil de Facebook, donde mostraba fotografías de sus viajes, dinero en efectivo y autos de lujo. 

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