Agenda digital, el gran pendiente de la 4T

El propósito de continuar con la implementación de una agenda digital en México se ha quedado en buenas intenciones hasta ahora, ya que los gobiernos anteriores han dejado inconcluso este tema y la actual administración parece no tener muy claros sus objetivos ni cómo alcanzarlos
Nayeli Meza y Viviana Bran Nayeli Meza y Viviana Bran Publicado el
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La Agenda Digital Nacional (ADN) es letra muerta. El proyecto que surgió desde el gobierno de Felipe Calderón y que ganó fuerza en la administración de Enrique Peña Nieto, hoy habita en el limbo ante la interrogante de cómo se pondrá en marcha durante este sexenio.

El deseo de conectar a todo el territorio nacional y convertir a México en la potencia del gobierno digital de América Latina aún es una utopía, pues, a pesar de las medidas que se han impulsado para transformar diversos servicios gubernamentales, estas son insuficientes para estar a la altura de lo que el país requiere.

Uno de los grandes desafíos es que el ‘e-ciudadano’ va más rápido que el ‘e-gobierno’ y, aunque esto no es exclusivo de México, la gran diferencia es que el país se ha quedado rezagado por la falta de inversión en el sector de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y aproximadamente 34.2 por ciento de la población no tiene acceso a Internet, situación que evita que los ciudadanos puedan participar activamente en la economía digital.

Hasta 2016 (últimas cifras disponibles), en México existían solo 13 suscriptores de banda ancha de línea fija por cada 100 habitantes, situación que ubicaba al países en el último lugar dentro de los competidores latinoamericanos y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Durante años, millones de mexicanos expidieron copias certificadas de sus actas de nacimiento en kioskos y esperaron durante horas en algún centro médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para poder agendar una cita.

La Estrategia Digital Nacional se creó en el sexenio pasado con la intención de que el acceso y el uso de las TIC incrementaran las oportunidades económicas, sociales y políticas de México

Sin embargo, en la pasada administración se pusieron en marcha dos estrategias que facilitaron estos procesos: IMSS Digital y el servicio del acta de nacimiento en línea.

Aunque las iniciativas generaron gran expectativa, el encanto duró poco, pues los proyectos impulsados inicialmente por el equipo de Alejandra Lagunes, excoordinadora de la Estrategia Digital Nacional (EDN), y que después heredó Yolanda Martínez, presentaron fallas.

Ernesto Piedras, director general de la consultoría estratégica The Competitive Intelligence Unit (The CIU), asegura que entre los grandes pendientes de la agenda digital están el impulso al 100 por ciento de la Red Troncal; el espectro radioeléctrico; el desarrollo de infraestructura para la red 5G, mejorar la seguridad de datos personales y garantizar el presupuesto para la ejecución de esta iniciativa

“Algo que también preocupa mucho es que en México se siguen formando estudiantes analógicos y en la actual agenda digital ni siquiera existe la idea de distribuir libros gratuitos digitales. El papel es un gran aliado, pero no tiene por qué estar peleado con la tecnología y el mundo de hoy requiere de ciudadanos mejor preparados”, detalla.

Poco interés en la agenda digital

En política, las promesas no tienen fecha de cumplimiento. Los pendientes sexenales pasan a otras manos sin la certeza de que se vayan a cumplir, pues las modificaciones a planes establecidos siempre estarán a la orden del día.

La Estrategia Digital Nacional (EDN) puesta en marcha el 25 de noviembre de 2013 por el expresidente Enrique Peña Nieto se creó con la intención de que el acceso y el uso de las TIC incrementaran las oportunidades económicas, sociales y políticas de México.

No obstante, entre las palabras y los hechos hay un gran abismo, ya que las estrategias planteadas no fueron suficientes para cumplir con los objetivos de conectividad, interoperabilidad, inclusión, habilidades digitales, su marco jurídico y datos abiertos, porque se quedaron a medias o no se aplicaron.

El paso a la tan ansiada evolución digital se frenó cuando la meta de alcanzar en 2018 la misma conectividad que Chile (Líder en América Latina) y llegar al promedio de digitalización que tienen los países de la OCDE, de 59.29 puntos, tampoco se cumplió.

La herencia digital ahora está en manos de Raymundo Artís Espriú, quien fue nombrado por el presidente Andrés Manuel López Obrador como coordinador de la EDN, pero a más de 100 días de gobierno, no hay mucha claridad sobre las acciones que tomará para poner en marcha una agenda digital que se amolde a las necesidades de la ciudadanía.

A lo único que la administración actual le ha dado seguimiento es al mega proyecto que Alejandra Lagunes encabezó para la digitalización de la infraestructura de los sitios en Internet relacionados al enlace gob.mx.

El propósito de este proyecto era concentrar a todas las plataformas en un solo punto de acceso, sin embargo, al finalizar el sexenio no se obtuvieron los resultados deseados porque todos los datos de las páginas gubernamentales estaban en desorden, algo que hasta la fecha sigue vigente.

Ernesto Piedras manifiesta que el atraso digital de México no se trata de una cuestión tecnológica, sino de visión, porque en lugar de poner a gente especializada a cargo de puestos estratégicos, se han nombrado a personas que no tienen el conocimiento suficiente para implementar medidas que ayuden a evolucionar y mejorar la vida de las personas a nivel digital.

Aún no queda claro cómo se va a lograr la conectividad y materializar una agenda digital. El gobierno debe decidir qué quiere ser, pues cada día que México no cuenta con estos proyectos de manera concreta se está desperdiciando mucha capacidad de crecimiento económico y de desarrollo. Estamos perdiendo mucho con esta falta de claridad
Ernesto PiedrasDirector general de la consultoría estratégica The Competitive Intelligence Unit

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AMLO y Facebook se unen para crear empresa de telecom

En este sexenio los avances tecnológicos no serán una prioridad. La era digital ha tocado la puerta de múltiples países con la intención de que se sumen a este nuevo mundo, muchos de ellos aceptaron sin pensarlo, otros, como México, decidieron atrasar su entrada debido a la falta de herramientas que les permitan evolucionar al mismo ritmo.

Las puertas no serán abiertas y las posibilidades para este sector son mínimas luego de que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador destinará un presupuesto de poco más de 16.8 millones de pesos a la Estrategia Digital Nacional de este año, monto 21.41 por ciento menor respecto al periodo anterior

La Estrategia Digital Nacional hasta el sexenio pasado dependía de la Presidencia de la República y se encargaba de coordinar las acciones de inclusión digital para el país.

Con el cambio de gobierno no se sabe con exactitud cuál será su nuevo objetivo, ya que en la administración anterior funcionaba como consultora para el resto de las secretarías de Estado, además de que ahora dependerá de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

Con bases poco sólidas, el único proyecto claro que ha anunciado el gobierno con relación al tema digital, es el programa de Internet para todos, el cual trata de crear cobertura y acceso a Internet de forma gratuita en todo el territorio mexicano a través de la creación de hot spots en sitios públicos

Alfredo Salazar, consultor en temas gubernamentales y políticos de la agencia Abstracto Comunicaciones, asegura que implementar la fibra óptica para poder llegar a los lugares más alejados del país es una buena estrategia, porque ayudará a reducir la brecha digital y a llegar a los puntos de acceso más lejanos.

Por otro lado, la situación está vinculada a un tema político y eso no es tan positivo, ya que de alguna manera se relacionaría con el control de la información a la que podría tener acceso el Estado en periodos de elecciones.

El acceso a Internet para la gente con menos recursos está bien, los beneficios que puede traer en cuestión de salud y seguridad son el lado bueno de este proyecto, pero también existe el lado malo, primero se tiene que aclarar por qué las empresas no quieren invertir en el proyecto y segundo, si el gobierno toma el control de este bien, deberá explicar con qué finalidad lo va a utilizar
Alfredo SalazarConsultor en temas gubernamentales y políticos de la agencia Abstracto Comunicaciones

Panorama borroso

Las ganancias son lo primordial. A las empresas de telecomunicaciones no les interesó el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador para llevar internet a las comunidades más alejadas del territorio azteca.

Ante este imprevisto, el mandatario sacó su arsenal y anunció la creación de una empresa estatal que se encargará de realizar el proyecto y comunicar a todo el país, asimismo, comenzó su búsqueda de aliados, entre los cuales consideró a Mark Zuckerberg, fundador de la red social Facebook, para invitarlo a participar en el proyecto que beneficiará a los más vulnerables del país.

Por medio de una videoconferencia, el inquilino de Palacio Nacional entabló una conversación con Zuckerberg, en donde le explicó que cerca de 300 mil localidades en México no cuentan con Internet, y que el país tiene una red de comunicación que llega a 95 por ciento del territorio, por lo que la intención del proyecto es ampliar los enlaces de fibra óptica y las antenas.

“Si lo consideras interesante, te invitamos a participar para hacer una sociedad. Sería extraordinario que Facebook ayudara en la comunicación, la conectividad en México, sobre todo en beneficio de los pobres”, manifestó el presidente.

Alfredo Salazar comenta que las empresas no se interesaron en el proyecto porque invierten en lugares donde no va resultar un negocio, no van a comprar una red en donde solo tendrán miles de clientes, el primer reto de la Cuarta Transformación para resolver este asunto será generar interés en las empresas para que inviertan.

“Si de plano las empresas no se acercan, el segundo reto consistirá en no dejar en manos del Estado el control de esa red, porque la información de esos usuarios estaría en riesgo”.

La falta de herramientas del Gobierno federal y el nulo interés de las empresas privadas para invertir en un proyecto que ayude a llevar Internet a todos los rincones del país han dejado a México con un atraso digital importante

Invertir en TICs impulsaría economía de México

Una Agenda Digital Nacional (ADN) integral y de largo plazo permitiría cerrar la brecha que existe entre las zonas urbanas y rurales de México, pero no es el único beneficio que se obtendría.

La consultora estratégica global McKinsey & Company estima que si se duplicaran los esfuerzos para impulsar los temas digitales del gobierno, la economía mexicana alcanzaría un crecimiento de entre un 7 y 15 por ciento (115 mil millones de dólares a 240 mil millones) para 2025

El valor del mercado de las TIC en México asciende aproximadamente a 725 mil millones de pesos, de acuerdo con estimaciones de la firma especializada Select.

En la actualidad, México se ubica en el lugar 55 a nivel mundial dentro del ranking de madurez digital en una medición de 151 países, y aunque la posición es aceptable, al gobierno aún le falta consolidar una transformación de talla internacional que le permita mejorar el grado de competitividad y la calidad de vida de sus habitantes.

Pero lograrlo no es tarea sencilla, pues, a pesar de que existan buenas intenciones, desde hace años la inversión en las TIC se ha reducido.

Un análisis de McKinsey & Company revela que este rubro recibió aproximadamente 0.003 por ciento del presupuesto total el sexenio pasado y Canadá destinó 0.012 por ciento (aproximadamente 15 veces más en términos del gasto total), mientras que Estonia el 0.105 por ciento (un punto y medio más en términos absolutos, a pesar de que el país de Europa del Norte tiene una economía 45 veces más pequeña que la de México).

En el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal de 2019, los recursos asignados para Tecnologías de Información y Comunicaciones (PEFTIC) sufrieron un recorte de 22 por ciento, en sintonía con el plan de austeridad republicana.

José Flores, director de comunicación en R3D (Red en Defensa de los Derechos Digitales), asegura que tal vez esto es resultado de que el plan del actual gobierno es aprovechar y ampliar la infraestructura ya existente, pero si se quiere llegar a lo que se conoce como la última milla es necesario otra clase de medidas.

“Se deben establecer fondos que impulsen los esfuerzos de las comunidades para darles mayor acceso a asesoría técnica y que puedan crear redes comunitarias, además debe existir un uso más eficiente de los recursos para llegar a estas zonas de manera más efectiva”, precisa.

Sin embargo, Flores advierte que esta tarea no debe recaer solo en el gobierno, ya que el sector privado de las TIC en México gasta solo el 2.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, frente al 4.7 por ciento de otros países en el mundo.

El presupuesto que el Estado ha decidido invertir en el desarrollo de las tecnologías de la información no ha sido el suficiente para dotar al país de la infraestructura que requiere para cumplir los objetivos que se buscan en esta materia

El plan maestro

Dentro de la lista de los proyectos prioritarios de la Cuarta Transformación destaca que solo uno de ellos se relaciona con el derecho a las TIC: Internet para Todos, un programa cuyo propósito es contribuir al desarrollo económico mediante la entrega de servicios que disminuyan la brecha digital.

No obstante, este eje es el que menos obtuvo recursos en el paquete económico: 622.8 millones de pesos, un monto que resulta insuficiente si se toma en cuenta el músculo que se debe poner para lograr el cometido de conectar a las poblaciones que se encuentran fuera del radar de las grandes empresas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador asegura que el gobierno creará su propia empresa estatal de telecom para telefonía móvil y con la que también se acercará el Internet al 80 por ciento de esta población, que según sus estimaciones, aún no cuenta con este servicio.

El arma para ejecutar su plan maestro será la Fibra Óptica Oscura (FOO) de la Unidad de Negocio CFE Telecom. La idea es que la administración federal se haga de aliados con experiencia en la materia, como Facebook, y utilizar toda la infraestructura de la FOO para llegar a las localidades más alejadas en el país.

Durante una de sus conferencias matutinas, el mandatario aseguró que la constitución de dicha empresa ya está en marcha y comenzará a operar el próximo año.

Contrario a lo que pareciera, el director de comunicación en R3D asegura que la creación de esta sociedad estatal no busca competir con los gigantes del sector, como Carlos Slim, quien es conocido por ser el rey de las telecomunicaciones en México.

“Esto no es una respuesta a Slim, porque si él no ha llegado a la última milla es porque el gobierno no le ha dado incentivos para habilitar la infraestructura acorde a las necesidades a esas regiones. Esta constitución se trata más de una estrategia para llegar a los lugares que los competidores del sector dejaron de lado”.

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