Adiós a los privilegios

Como lo prometió en campaña, López Obrador pondrá a la venta el avión presidencial el cual volará hoy a California para ser exhibido

El avión presidencial TP01, José María Morelos y Pavón, despegará hoy a las 11:00 horas hacia el Aeropuerto de Logística, en el condado de San Bernardino, California, para ser exhibido con fines de venta.

La aeronave será enviada a ese aeropuerto, donde Boeing tiene un hangar, pues es el mejor lugar para conservar y mantener la aeronave.

Jorge Mendoza, director general del Banco Nacional de Obras, explicó que este avión fue el transporte presidencial desde el 3 de febrero del 2016, hizo 214 operaciones y recorrió más de 600 mil kilómetros.

“(Hoy será) la salida definitiva del territorio nacional. Honramos el compromiso de campaña del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador: enajenar la aeronave y darle así un mejor uso al hangar que la ha albergado”, expuso Mendoza.

Carlos Urzúa, secretario de Hacienda, comentó que junto al avión presidencial serán vendidos 60 aviones y 70 helicópteros que pertenecen al gobierno federal.

Será la tripulación de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) la encargada de llevar la aeronave a Estados Unidos; una vez allá, dos mecánicos de las Fuerzas Armadas serán los encargados de darle mantenimiento al avión.

Previo a su salida del país, este domingo el gobierno federal abrió el avión para que los medios de comunicación pudieran recorrerlo de principio a fin, a lugares de la aeronave que solo eran utilizados por el presidente o sus invitados. El TP-01 contaba con una recámara donde había una cama queen size y una pantalla, con paredes cubiertas de tela con bordados.

Los aposentos presidenciales en el TP-01 constaban también de un despacho donde había un escritorio, una silla y un sillón donde se sentaban sus interlocutores; en esa misma habitación había una caminadora que era utilizada por el primer mandatario.

Había también un baño completo, con muebles finos y cubiertas de mármol, así como accesorios platinados.

En el área frontal del avión presidencial viajaban secretarios de Estado e invitados del primer mandatario. Eran 24 asientos dispuestos en tres filas, habilitados con escritorios y áreas de trabajo.

La parte trasera era para los reporteros de la prensa y miembros del staff del gobierno federal de Enrique Peña Nieto.

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