Vive Latino para todos

La fundación Restart se encarga de que las personas con discapacidad asistan a conciertos como el Festival Iberoamericano de Cultura Musical, EDC, Corona Capital y Hell and Heaven y vivan la experiencia de la inclusión

El último festival de música al que Gabriel asistió fue al Electric Daisy Carnival (EDC), que se llevó a cabo el 23 y 24 de febrero; en 2018 formó parte de los invitados especiales al Vive Latino y pudo conocer a los integrantes de Molotov, una de sus bandas favoritas. Vivió ambas experiencias en compañía de su primo Santiago, gracias a la organización Restart. Padecía de distrofia muscular de Becker y falleció el domingo 10 de marzo, a los 21 años.

“La pérdida de Gabriel nos pegó porque no es el primero que muere en la familia Restart. Amaba la música, era un chico que empezó mucho a ir a los festivales cuando estuvimos en los eventos. Nosotros trabajamos para que una persona con discapacidad tenga una experiencia completamente diferente un fin de semana, y a ellos les cambia la vida”, menciona la fundadora Frix Anchondo, en entrevista con Reporte Índigo.

La representante de la organización no gubernamental comenta que una de sus principales motivaciones fue darse cuenta de que no existe la inclusión como tal en los conciertos masivos, sólo la accesibilidad.

“Además, en mi vida pasaron ciertas cosas que me dieron como un golpe. A mi hermana le detectaron un problema muy severo de salud y yo creo que esa fue la gota que derramó el vaso”, platica sobre el tumor en la hipófisis de su familiar.

Bajo la idea de que la música es vida, los amigos de Frix se integraron a este proyecto que en inglés alude al verbo empezar de nuevo. Además, incluye la palabra estrella tanto en su nombre como en su logotipo.

“Como lo dice la frase, yo creo que las personas en algún momento merecen un reinicio, darle un empujón a la vida. A mí me encantan las estrellas y estaba buscando algo con lo que tuvieran que ver, sé que brillan para todos cuando las necesitamos”, explica

Con el paso de los años, el grupo de amigos sumó un staff de 16 colaboradores que querían acercarse a los organizadores de eventos musicales para incluir a personas con discapacidad.

“Al principio no sabíamos bien cómo íbamos a trabajar, pero se venía el Vive Latino y dije ‘tenemos que movernos’. Buscamos que nos dieran una cita en Ocesa; llegamos a la planeación de todo lo que queríamos hacer y les encantó nuestra idea, funcionó y así empezó Zona Restart”, recuerda.

En 2016, cuando el diseño artístico del Vive Latino estaba inspirado en una constelación de estrellas, Resart tuvo su primera participación con el hashtag #ViveAltruista, que todavía ocupan en sus redes oficiales. De manera que este sábado 16 de marzo y domingo 17 será el cuarto Festival Iberoamericano de Cultura Musical al que asiste la fundación.

Para 2017, la Zona Restart llegó al EDC y al Corona Capital, mientras que el año pasado fue la primera vez que la fundación llegó al Hell and Heaven, los tres con sede en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

“El año en el que empezamos en el Vive Latino fue en el que dijimos ‘hay que seguir trabajando para ver con qué otras cosas podemos ayudar’; nuestra meta era llegar a más eventos. Hablamos con otros promotores, donde el público no es el mismo por la variedad de géneros musicales que hay en los cuatro festivales más importantes de la ciudad, y tratamos de que todas las personas con discapacidad puedan vivir estas experiencias”
Frix AnchondoFundadora de Restart

Inclusión y no sólo acceso

Cualquiera tiene la oportunidad de comprar un boleto para entrar al Foro Sol y disfrutar del Vive Latino, pero el acceso no es garantía de inclusión, sobre todo cuando en México no existe la apertura para convivir con quien tiene discapacidad.

El trabajo que realiza la fundación Restart no se trata simplemente de colocar unas plataformas en los escenarios principales para quienes tienen silla de ruedas, sino de apoyar a personas con discapacidad por medio del entretenimiento. “Son espacios elevados, ya no son a nivel del piso ni tampoco un corral con capacidad amplia”, detalla Frix Anchondo.

La experiencia inicia desde la dinámica en la que es necesario participar para ser invitado. El primer paso a seguir de las personas con discapacidad es enviar su historia de vida vía inbox en la página de Facebook de Restart.

“Basándonos en su historia se les manda un formulario que viene con preguntas sobre su salud, porque también tenemos que estar conscientes de que hay enfermedades o discapacidades que no permiten que las personas puedan estar en un lugar con ruido elevado, luces o bajo el sol, tenemos que basarnos en eso. Los filtros son complejos, pero es por la seguridad del invitado y del festival”, argumenta.

Para la edición número 20 del Vive Latino, Restart tendrá 25 invitados más sus acompañantes, es decir, 50 personas por día. Datos de festival revelan que en 2018 sumaban mil beneficiarios de este proyecto.

“En esta ocasión nos llegaron aproximadamente 300 solicitudes, una cantidad muy grande porque antes nadie nos conocía y hoy el número de personas que nos escribe ha crecido mucho. Vemos la forma de que si no pudieron asistir a un evento puedan ir a otro”, expresa.

“En esta ocasión nos llegaron aproximadamente 300 solicitudes, una cantidad muy grande porque antes nadie nos conocía y hoy el número de personas que nos escribe ha crecido mucho. Vemos la forma de que si no pudieron asistir a un evento puedan ir a otro”, expresa.

“Todo lo que son alimentos, bebidas, snacks, regalos, convivencias con artistas, se les dan a las personas que son usuarias de la zona, incluso a los acompañantes. Una cosa son nuestros invitados, pero también todos los que se ven beneficiados por lo que nosotros realizamos”, cuenta.

Este sábado 16 de marzo y domingo 17 será el cuarto Festival Iberoamericano de Cultura Musical al que asiste la fundación

Frix Anchondo asegura que en el mundo no hay ningún festival en donde una organización como Restart se preocupe por este tipo de público. La atención para las personas con discapacidad es personalizada, incluso cuentan con personal médico en el evento. Sin embargo, hay algunas dificultades de logística a las que se enfrentan.

“Es importante que la gente tome conciencia. Nosotros contamos con baños especiales para las personas con discapacidad, para que ya no tengan que recorrer grandes distancias; así que pedimos que las personas respeten, nada les cuesta no usarlo, pero aveces no les dan el paso a los que están en silla de ruedas”, lamenta.

Anchondo sostiene que en el país faltan políticas públicas para alcanzar la inclusión. En tres años de vida, Restart no ha recibido ningún apoyo gubernamental; la organización se sostiene con donativos en especie y con la ayuda de voluntarios que se sumen a la causa.