Vive la magia de Cenicienta para celebrar el Día del Niño

El Ballet de la Ciudad de México presentará en el Auditorio Nacional Báilame un cuento: La Cenicienta, ballet en un acto, para celebrar el Día del Niño y acercar a los pequeños a esta expresión artística
José Pablo Espíndola José Pablo Espíndola Publicado el
Comparte esta nota

“Recuerda, la magia no durará mucho, con el último eco de la última campanada, cuando hayan dado las 12:00, el hechizo se romperá y todo volverá a ser como antes”, son las palabras que le dice su hada madrina a Cenicienta antes de partir al gran baile donde conocerá a su príncipe azul.

Esta historia, tan conocida y amada por muchos, tomará el escenario del Auditorio Nacional de la mano del Ballet de la Ciudad de México para que las familias disfruten de un Día del Niño lleno de danza y diversión.

Bajo la dirección artística de Isabel Ávalos, acompañada por la maestra Karen García, este sábado a las 17:30 horas se podrá disfrutar de Báilame un cuento: La Cenicienta, ballet en un acto; el primero de una serie de cuentos bailados, producido por Arcelia de la Peña y dirigido al público infantil.

“Dentro de lo que son las obras originarias tomo un poquito de ahí y hago una nueva versión respetando todo lo que corresponde de los personajes, con sus características, pero, obviamente, más corta y ligera para que los niños puedan seguir el hilo conductor”, explica la maestra Isabel Ávalos.

Además, para ayudar a que la experiencia sea más enriquecedora, durante la presentación se contará con un narrador para que “tome de la mano” a los niños y los lleve a recorrer la historia de Cenicienta.

“Estoy muy emocionado. Me siento muy agradecido y bendecido de poder pisar este escenario tan importante. Estoy muy contento de que se esté dando la oportunidad de salir a cantar”
Omar MárquezCantautor

El personaje del Príncipe será interpretado por Jorge Valdés, quien asegura que si bien los ensayos han sido complicados por el tema de la pandemia, también los describiría como divertidos.

“Creo que la historia es para todo el público, se disfruta mucho al igual que bailarla. Me encanta interpretarla junto con mis compañeros, porque desde los ensayos este montaje es mágico”, dice el joven bailarín.

Para Jorge, su momento favorito es cuando su personaje y Cenicienta se conocen y realizan un pas de deux. Mientras que Angeline de Jesús Montes, quien le dará vida a la protagonista de la historia, lo que más disfruta son sus cambios de ánimo, como pasa de sentirse triste a especial cuando se pone su vestido para ir al baile.

“También me gusta cuando voy bajando las escaleras para entrar al palacio y, mientras observo lo increíble que se ve y todo, volteo, nos vemos y es wow”, platica la bailarina.

Enamorar a nuevos públicos

Angeline de Jesús Montes, Jorge Valdés e Isabel Ávalos concuerdan con que Báilame un cuento: La Cenicienta, ballet en un acto es el espectáculo perfecto para que el público se enamore de esta expresión artística.

“Como es un cuento muy conocido le habla a un público en general, además, ya se saben la historia, así que la disfrutan más y con la ayuda del narrador permiten que se sumerjan un poco más en la trama”, considera Jorge.

Otro de sus objetivos, según Isabel, es que no se pierda el encanto y la fantasía que, desgraciadamente, con el uso de la tecnología están quedando en el olvido.

“La fantasía y la imaginación se han dejado a un lado y queremos rescatar eso para el público infantil y para que los papás se acerquen a estas expresiones artísticas y que vean al bailarín directamente contar una historia a través del movimiento y de su cuerpo”, expresa Ávalos.

La compañía sabe que presentarse en el Auditorio Nacional es todo un reto y más cuando contarán con música en vivo, a cargo de la Orquesta de las Américas.

“La música no es fácil, por lo que se han hecho arreglos para poder hacer la obra un poco más disfrutable para los niños sin que se inquieten, pero el reto es lograr esa unión de la orquesta con los bailarines, porque hace mucho tiempo que no teníamos esta experiencia”, reconoce la directora artística.

Para Isabel, hay momentos en que las hermanastras de Cenicienta se roban las escenas, por lo divertido que resultan sus personajes, así que está segura que las niñas y niños pasarán una tarde llena de risas.

“Disfruté muchísimo el montaje de la escena donde se prueban la zapatilla las hermanastras, porque es muy cómica, entonces, las dos jóvenes que las hacen están muy en sus personajes y llega un momento que hasta le roban la escena a Cenicienta, porque son muy divertidas. Han llevado el personaje de una manera tan atinada que yo la disfruto demasiado”, reconoce.

Así, la tarde del sábado 30 de abril el banquete estará servido en el Auditorio Nacional para ofrecerlo como un regalo para los niños y las niñas de la Ciudad de México.

Una reflexión necesaria

Todos los 29 de abril se celebra el Día Internacional de la Danza, fiesta que permite que teatros y plazas públicas se llenen con agrupaciones dancísticas para mostrar sus mejores repertorios, pero también es una oportunidad para reflexionar y ver lo que se debe mejorar.

Necesitamos más espacios para que los bailarines se puedan desarrollar, como maestra de danza, durante tantos años formamos a nuestros chicos y los llevamos hacia algo, a veces, muy inseguro, porque tenemos pocas compañías donde pueden desarrollarse, entonces, eso me angustia”, afirma Isabel Ávalos.

Ella desearía que existieran más apoyos para que los bailarines, después de estar ocho años tomados de la barra, puedan probar el escenario, que es uno de los objetivos del Ballet de la Ciudad de México, dar escenarios y brindar espacios para que todo el público pueda ver el desarrollo de los bailarines.

“A veces es un arte poco apreciado y valorado, pero ojalá podamos seguir trabajando para darle espacio a los jóvenes para que no se muera el ballet clásico, porque es la base de toda la expresión dancística”, opina.

También puedes leer: El ballet clásico Don Quijote en el Esperanza Iris

Show Player
Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil