‘Veneno’ para el corazón

En junio de este año aludimos a una investigación que reveló que un grupo de personas abandonó el hábito de fumar tras un año de haber inhalado vapores aromatizados de cigarrillos electrónicos, con dosis medias o bajas de nicotina.

Inclusive dejaron atrás la necesidad y la ansiedad de utilizar estos dispositivos.

Y es que muchas personas están apuntando a estos dispositivos electrónicos sin considerar que la nicotina, esa sustancia adictiva en el humo del cigarro, contribuye a un mayor riesgo de desarrollar aterosclerosis, la causa principal de ataques cardiacos. 

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De los hombres en México fuma actualmente

En junio de este año aludimos a una investigación que reveló que un grupo de personas abandonó el hábito de fumar tras un año de haber inhalado vapores aromatizados de cigarrillos electrónicos, con dosis medias o bajas de nicotina.

Inclusive dejaron atrás la necesidad y la ansiedad de utilizar estos dispositivos.

Y es que muchas personas están apuntando a estos dispositivos electrónicos sin considerar que la nicotina, esa sustancia adictiva en el humo del cigarro, contribuye a un mayor riesgo de desarrollar aterosclerosis, la causa principal de ataques cardiacos. 

Esta fue la conclusión de un estudio que fue presentado este fin de semana durante la reunión anual de la Sociedad Americana de Biología Celular, en Nueva Orleans. 

“Aunque los cigarrillos electrónicos se están promocionando como sistemas seguros de administración de nicotina”, la seguridad de esta sustancia adictiva es “cuestionable, en parte, debido a que el mecanismo por el que actúa sobre el sistema circulatorio no ha sido bien entendido”, señala un comunicado. 

Chi-Ming Hai, profesor de farmacología molecular de la Universidad de Brown y autor de la investigación, dice que los resultados sugieren que es posible que los cigarrillos electrónicos –que suministran nicotina en vapor sin los agentes cancerígenos del humo del tabaco– no puedan reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardiacas en los fumadores.

Hai realizó una serie de experimentos en los que expuso a un grupo de células –humanas y de ratas– de las arterias coronarias conocidas como “músculo liso vascular” a un tratamiento de nicotina a lo largo de seis horas. 

Se encontró que la  nicotina trajo consigo la formación de una especie de “taladro celular” que “degrada y penetra en el tejido durante la invasión celular”. 

Y el proceso de la invasión de las células del músculo liso, a su vez, “contribuye de manera importante a la formación de placa en aterosclerosis”. 

De acuerdo a Chi-Ming  Hai, una implicación clínica para estos resultados es el hecho de que  el uso de terapias de reemplazo de nicotina puede no tener efecto alguno en la reducción del riesgo de desarrollar aterosclerosis. 

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