Una obra dolorosamente pertinente

La actriz Guadalupe Damián plantea su historia contada desde el punto de vista de una mujer, y todo lo que hizo en la vida para convertirse en Una buena madre

Inmersa en su cocina, mientras hornea panqués de arándano, el postre favorito de su hijo, Mariana platica la historia de su vida y de cómo se enteró que su hijo, junto con sus amigos, violaron a una chica. Al inicio, se muestra un poco escéptica, porque piensa que todo es una estrategia para acabar con la carrera política de su marido pero, se da cuenta que este hecho fue real.

De esta forma, se va desencadenando una serie de cuestionamientos que conflictúa a la protagonista la protagonista de la obra Una buena madre, invitando a los espectadores a reflexionar qué implica ser una mujer ejemplar en el siglo XXI.

“Es muy ambiguo el término ‘una buena madre’,  sin embargo, es algo que nos han enseñado por generaciones. Para Mariana significó dar todo por su hijo y por su esposo, tenerlos bien al hacerles sus cosas, casi prácticamente, a deshacerse de sí misma para estar al servicio de ellos y olvidarse de su vida, así le enseñaron, que debía ser ‘una buena madre’ pero, en el trascurso de la obra se da cuenta que toda su vida  sólo se dedicó a ser mamá”, detalla Guadalupe Damián, protagonista de la pieza escénica. 

A través de la experiencia de Mariana se van reflejando las costumbres que se arraigan desde la infancia, factores que surgen sólo por el hecho de “ser mujer”, como la manera de vestir “tendrían” que realizar, cómo vestir, no decir groserías, no reír tan fuerte; además, ser agradable, aspectos que surgen a través de la protagonista de la obra y, a partir de la noticia de la violación, comienza a cuestionar su papel como madre, se da cuenta que sus enseñanzas no dieron resultado, o por lo menos, no fue lo que esperaba para su hijo.

La actriz añade que esta pieza también aborda cómo Mariana descubre, de una manera “brutal”, todos los errores que cometió al ser educada dentro un sistema machista y todas las consecuencias que padeció, pero, al final, buscó dar solución. Para ella es indispensable que este mensaje llegue a toda la sociedad y se descubra un nuevo camino para que no existan estas normas que se dictan desde en ambiente patriarcal.

La obra nos deja haciéndonos muchas preguntas sobre qué aprendimos, o qué no nos enseñaron y, a partir de eso, reflexionar, hacer conciencia y promover el cambio y, los cambios siempre son violentos, tiene que resonar en toda la sociedad, en nosotras mismas, abuelas, madres, hijas y, sobre todo, a los hombres para poder sentirnos todas y todos libres y seguros.
Guadalupe DamiánActriz

Una buena madre implicó para la actriz Guadalupe Damián cuestionarse quién es, qué representa para ella ser mujer y cómo todos tienen que involucrarse para que en realidad haya un cambio verdadero.

“El discurso de la obra es dolorosamente pertinente, desde el año pasado durante su estreno, descubrí que el tema que se aborda es vigente, que pasa en muchos hogares. A mí me enseñó a cuestionarme quién soy como mujer, mis enseñanzas; también a darme cuenta del machismo que hay en mí, que yo ejercí con otras mujeres y conmigo misma. Yo no soy mamá, pero empecé a ver con otros ojos a las madres y su rol; qué es lo que quiero como mujer; lo primordial es reaprendernos, quiénes somos”, puntualiza.

Para la actriz, también es sumamente importante que existan estos diálogos entre la sociedad para transmitir un mensaje adecuado a niñas y niños, pues lo que se les enseñe se verá reflejado en unos años.

Ficha técnica

    • Actuación: Guadalupe Damián. 
    • Dramaturgia: Guadalupe Damián. 
    • Dirección: Juan Carlos Vives y Guadalupe Damián. 
    • Producción: La Más Alta Producciones y Búho Grande Teatro. 
    • Lugar de Grabación: Teatro La Capilla 

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