Un nuevo alivio

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad del sistema nervioso central (SNC), crónica, auto inmune y degenerativa que se presenta con mayor frecuencia en personas de entre 20 y 40 años de edad, aunque puede presentarse a cualquier edad.

En la población mundial, se estima que aproximadamente 2.5 millones de personas sufren de EM. En México, se estima que hay  aproximadamente entre 13 y 15 casos por cada 100 mil habitantes.

La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad del sistema nervioso central (SNC), crónica, auto inmune y degenerativa que se presenta con mayor frecuencia en personas de entre 20 y 40 años de edad, aunque puede presentarse a cualquier edad.

En la población mundial, se estima que aproximadamente 2.5 millones de personas sufren de EM. En México, se estima que hay  aproximadamente entre 13 y 15 casos por cada 100 mil habitantes.

Uno de los principales síntomas de los que hay que estar alerta es la neuritis óptica, una inflamación del nervio óptico con la que “(…) de pronto los pacientes no ven, les duele un ojo, tienen alteración para la visión de colores (…)”, dice en entrevista para Reporte Indigo, la neuróloga Laura Ordoñez, que tiene subespecialidad en EM por la Baylor College of Medicine.

Una inflamación del nervio óptico que, al igual que otros síntomas como una alteración de visión doble o el adormecimiento de brazos y extremidades, por ejemplo, tienden a presentarse de forma “remitente-recurrente” (una de las cuatro formas como se manifiesta la enfermedad), es decir, que permanece por un tiempo y desaparece, para después manifestarse nuevamente.

Esto, aclara Ordoñez, “(…) le demos o no tratamiento” al paciente. 

Pero no hay que alarmarse. Cabe aclarar que para que estos síntomas, además de otras alteraciones motoras de la marcha y el equilibrio, merezcan considerarse como foco rojo, deben de presentarse por más de 24 horas, con duración máxima de tres semanas a un mes.

Son síntomas que van y vienen y que en ocasiones las personas dejan pasar, pues “(…) no les dan importancia (…)”, solo “cuando son síntomas más severos donde hay falta de fuerza, de coordinación, de equilibrio, que es cuando llegan a acudir a una consulta”, expresa la especialista.

A decir de Ordoñez, el 85 por ciento de los pacientes inicia con esta forma “remitente-recurrente”, aunque el grado de recaída es variable.

De este porcentaje de pacientes, agrega la especialista, a los 10 años “más o menos el 50 por ciento va a requerir un apoyo para caminar (…)”.

No es una enfermedad mortal, “lo que puede llegar a acortar la expectativa de vida (del paciente) es la discapacidad”, explica. Pero según la especialista, el grado de limitación o discapacidad que la EM trae consigo llega a ser muy variable en cada paciente.

“Algunos (pacientes) pueden estar 20 años con la enfermedad y estar relativamente bien, sino es que bien, y algunos pueden tener estos mismos 20 años y ya estar limitados a una silla de ruedas”, dice.

Lo que también influye en este grado de discapacidad es qué tan oportuno fue el diagnóstico y el tratamiento, a los que (lamentablemente) la mayoría de los pacientes recurren de forma tardía.

Actualmente se cuenta con varios tipos de tratamiento de los que se valen los especialistas según los casos clínicos o formas en las que se manifiesta la enfermedad.

Cuando hay recaídas con los síntomas, Ordoñez comenta que se utiliza un tratamiento que consiste en inyectar esteroides al paciente por vía oral o intravenosa.

O está el tratamiento que se conoce como “Fingolimod” (de los más recientes que existen), el primer medicamento oral para tratar la EM, que se ha demostrado reduce las recaídas de los pacientes hasta en un 52 por ciento.

La especialista hace énfasis en que las personas no dejen de darle importancia a los principales síntomas (alteraciones visuales, motoras y sensitivas) que se llegan a manifestar como parte de la enfermedad y que acudan a un neurólogo, pues “(…) es de suma importancia iniciar un tratamiento en forma temprana y más ahora que contamos con nuevas opciones terapéuticas”. 

Enfermedad ‘desmielinizante’

La EM “(…) afecta las vainas de mielina, que es la capa que recubre a nuestros nervios y que nos ayuda a tener una conducción adecuada (…)” de nuestros impulsos nerviosos, es decir, de “(…) lo que sentimos, cómo nos movemos, cómo vemos”, explica Ordoñez.

Esto sucede, agrega “(…) porque es una enfermedad del tipo autoinmune (…), en donde nuestras propias defensas atacan en forma anormal a esta mielina, la destruyen (…)”, provocando una serie de manifestaciones clínicas, propias de un diagnóstico de EM.
Conoce más sobre la EM:
Unidos Combatiendo la Esclerosis Múltiple A.C.

 

 
Te puede interesar