Trastornos de diferenciación sexual, ¿qué son y cómo se atienden?

El IMSS ya ofrece un tratamiento para elevar la calidad de vida en niños y adolescentes a quienes no se puede establece su género

Cifras mundiales revelan que los trastornos de diferenciación sexual se presentan en uno de cada 100 a 200 niños intersexuales y en uno de cada mil a dos mil niños con genitales ambiguos.

Ante tal situación, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con una Clínica de Enfermedades de Diferenciación Sexual que da servicio desde hace 20 años.

Dicha clínica está conformada por urólogos, pediatras, expertos en genética médica, endocrinología pediátrica, radiología, pediatría, higiene mental y trabajo social.

El objetivo es apoyar y acompañar a los pacientes, padres y familiares para que comprendan “que la persona intersexual o con genitales ambiguos, es un ser humano con todo el potencial y derechos como cualquier persona”.

El doctor Salvador Cuevas Villegas, jefe del Servicio de Urología Pediátrica, informó, que “con los avances en la medicina podemos darnos cuenta que no es fácil encasillar a un ser humano en varón o en mujer”.

El experto afirmó que la evidencia ha mostrado que existen estados intersexuales en los cuales nosotros como especialistas no podemos asegurar al 100 por ciento que el bebé es un varón o una mujer.

“En torno a esto, giran muchísimas situaciones no sólo de índole médica, genital, sexual, cromosómica, hormonal o gonadal, sino también social y cultural”, aseveró.

El Jefe del Servicio de Urología Pediátrica comentó que hay pacientes con estado intersexual y un trastorno del desarrollo embrionario que impide la maduración completa del testículo u ovario, conocidos como desinencias gonadales.

Ejemplo de lo anterior es cuando al momento del nacimiento, el especialista descubre algo que parece un pene pequeño (micro pene), donde además no palpa ambos testículos en lo que pareciera un escroto ambiguo (indeterminado), bífido (dividido) o no fusionado, como se ve normalmente en un varón.

Lo mismo pasa cuando todo pareciera indicar que es una mujer, se ve con genitales femeninos pero tiene un clítoris que parece un pene, o los labios mayores parecieran un escroto, y al momento de revisarla, se palpa algo en el interior como un testículo.

El experto detalló que hay otros casos en los que los recién nacidos tienen una parte de ovario y una parte de testículo en la misma gónada (ovotestis), y hay que determinar si además éstos funcionan correctamente en cuanto a producción hormonal o si un tejido predomina sobre el funcionamiento de otro.

Hasta la fecha no se sabe cuál es la causa, ni qué detonó esta ambigüedad de genitales.

El médico del IMSS recomendó que lo ideal es que  se detecte de manera temprana, derivar al menor a un segundo o tercer nivel de atención, donde el especialista determine que esos órganos reproductores sí son ambiguos y así reciba una atención integral.

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