Todo por una estatuilla

Las campañas de promoción que realizan las grandes productoras con tal de conseguir votos en la Academia y, por ende, un Oscar, han ido en aumento desde el año 2001.

Año en que para "Gladiador" (que obtuvo Mejor Película), se "invirtieron" unos 20 millones de dólares para buscar el apoyo.

Diez años después, la Academia cambió las reglas para que la competencia estuviera "más nivelada". Con eso se pretendía que las películas de menor presupuesto para su publicidad pudieran contender en igualdad de circunstancias con las de los grandes estudios. 

La Academia redujo el número permitido de “regalos” y fiestas previo a las nominaciones, pero se siguen haciendo

Las campañas de promoción que realizan las grandes productoras con tal de conseguir votos en la Academia y, por ende, un Oscar, han ido en aumento desde el año 2001.

Año en que para “Gladiador” (que obtuvo Mejor Película), se “invirtieron” unos 20 millones de dólares para buscar el apoyo.

Diez años después, la Academia cambió las reglas para que la competencia estuviera “más nivelada”. Con eso se pretendía que las películas de menor presupuesto para su publicidad pudieran contender en igualdad de circunstancias con las de los grandes estudios. 

Entre otras medidas se redujo el número permitido de “regalos” y fiestas previo a las nominaciones, pero el problema es que se siguen haciendo.

Marian Koltail-Levine, vicepresidenta de filme y marketing de PMK-BNC, e involucrada en las campañas de “Beasts of the Southern Wild” y “Silver Linnings Playbook”, dice que “el desafío es lograr que los votantes de la Academia vean el filme. Pero eso lleva tiempo y dinero. Lo hacemos con proyecciones y enviando material directamente a los votantes”.

“Los miembros de la Academia no van a nominar una película si no la conocen o no la vieron. A veces, el éxito de una campaña se mide por eso: por hacer que una película que estaba fuera del radar quede nominada”, añadió Marian.

El año pasado las estrategias de promoción dieron en el blanco con “The Artist” y su protagonista, Jean Dujardin. La campaña fue realizada por The Weinstein Company, de Harvey Weinstein, una de las más influyentes en la promoción actualmente.

De hecho, para muchos la película obtuvo los galardones gracias a la bien estructurada promoción. Basta recordar que es un filme mudo y a blanco y negro, con un elenco desconocido en Hollywood.

La campaña negativa está prohibida y este año algunos rumores señalan que estuvo presente en contra de “Zero Dark Thirty” (por la tortura que “promueve” en sus escenas) y en las acusaciones de fallas históricas en “Lincoln”. 

A pesar del cambio de reglas, tal como en la política, se siguen sobrepasando en la promoción y cabildeo. De acuerdo a Los Angeles Times, por primera vez las campañas de “Argo” y “Lincoln” superaron los 10 millones de dólares por concepto de promoción en las últimas semanas.

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